Cinco policías heridos leves en un 'macrobotellón' en Guadalmar

Los agentes acudieron ante denuncias de vecinos por ruido · Había unas 500 personas

C. Fernández · L. García / Málaga

09 de julio 2012 - 01:00

Habían pedido permiso para hacer una barbacoa en Guadalmar. No lo obtuvieron. Sin embargo, improvisaron un macrobotellón que terminó congregando a más de 500 personas.

Y para completar la fiesta, un potente equipo de sonido amenizaba la velada. Alrededor de la 1:45, varios vecinos llamaron a la Policía Local para quejarse del ruido. Procedía de la zona conocida como La vereda de la carne, cerca de donde hay unos eucaliptos, en esa zona de la capital.

Los agentes acudieron. "Tenían unos equipos de sonido impresionantes", comentó el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade. Los policías municipales constataron que los congregados superaban el medio millar, que carecían de autorización para celebrar aquella fiesta y que había numerosas personas bebidas.

Sin que se produjera ningún altercado hasta ese momento, los efectivos procedieron a precintar los equipos de música. Ya se retiraban cuando se produjeron los incidentes.

Al ir a meterse en sus vehículos, varios individuos no identificados arrojaron botellas a los agentes. Ante el cariz que tomaron los hechos, los agentes municipales tuvieron que pedir ayuda a la Policía Nacional. La Comisaría provincial confirmó anoche que varios efectivos acudieron en auxilio de los compañeros ante su llamada.

Andrade confirmó que "no hubo un enfrentamiento directo" entre las fuerzas de seguridad y los asistentes a la fiesta. Sin embargo, uno de los policías -el inspector que era el jefe del dispositivo- resultó con un corte en una oreja que precisó cuatro puntos de sutura. Otros cuatro policías resultaron con contusiones en distintas partes del cuerpo por botellazos. Todas heridas leves que fueron atendidas en la clínica El Ángel.

Fuentes policiales indicaron a Málaga Hoy que el momento crítico en el que se exaltaron los ánimos de los congregados fue el intento de retirada de los equipos de sonido.

"Era una fiesta rave. La gente que estaba congregada allí aprovechó la retirada de los compañeros y la bruma que había en ese momento para lanzar botellas de vidrio", comentó un agente. De hecho, varios de los vehículos policiales resultaron con pequeños destrozos debido al impacto de los botellazos.

Fundamentalmente bollos y la rotura de una luna, según detalló el edil de Seguridad del Consistorio malagueño.

Debido a la oscuridad, a la bruma que caía a esa hora de la madrugada sobre la ciudad y a que los agentes estaban retirándose, no pudieron identificar a los autores de los hechos. No obstante, según precisó Andrade, debido a que los organizadores de la fiesta sí estaban identificados, serán denunciados por las policías Local y Nacional por la vía judicial. La demanda se presentará por las lesiones ocasionadas a los agentes, los daños a los vehículos, el ruido y los altercados.

Según otras fuentes policiales, la fiesta siguió tras los incidentes. De hecho, ayer sobre las 8:00 de la mañana todavía quedaba un centenar de personas en el lugar. Había también personas durmiendo sobre la arena. Y suciedad, mucha suciedad. Sobre las 11:00 quedaban menos, pero aún había gente.

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