"La política es un servicio y hoy hay muchos políticos que me defraudan"
Dice que en la balanza pesan más los buenos usos de la radiactividad que los malos · Sostiene que lo ocurrido en Japón ha sido "superexcepcional" y compara que el terremoto de Haití mató a 200.000 personas
-¿Cambió el Hospital Universitario de Pennsylvania por el Puerta del Mar de Cádiz?
-Sí. Mi idea era estar allí mientras saliera una plaza que me apeteciera en España. Entonces salió eso y fue la oportunidad para volver. Estando en Cádiz, ya salió el concurso para el Servicio de Medicina Nuclear del Clínico.
-¿Y cómo ve que haya médicos que emigren para trabajar?
-Lo bonito sería que la gente se fuera por elección, no por necesidad. Yo soy partidario de que la gente conozca otros ambientes porque es importante formarse viendo como trabajan otros. Pero lo ideal es que fueran las menos posibles las personas que se vieran obligadas a cambiar de aire por necesidad.
-¿La tierra tira mucho?
-Sí. Especialmente, la gente del sur echamos de menos las costumbres, los amigos, la forma de vida. Yo estuve en Estados Unidos un año. Echaba de menos a mi familia, mis amigos... Pero hay un momento de tu vida en que es una inversión; inversión en formación. Yo a partir de ser staff de la Universidad de Pennsylvania, más de una vez en el comedor compartí mesa con premios Nobel. Siendo joven te impresiona.
-¿Se arrepiente de haber vuelto?
-No me arrepiento. Tengo que dar gracias a Dios por esa oportunidad que tuve y animo a la gente que pueda que salga a formarse. Yo estuve allí en 1997. La distancia tecnológica que existía entonces se ha ido reduciendo porque España ha mejorado mucho. Nuestro sistema sanitario es muy bueno y la formación, la tecnología han dado un salto importante. Pero siempre hay cosas que aprender allí.
-Es médico nuclear. Dígame los buenos usos de la radioactividad.
-Hay falta de formación y de información. Cuando a algunos médicos le dices que eres médico nuclear, muchos no saben cuál es tu labor. No vamos a ser tontos, las radiaciones pueden ser muy dañinas. Lo hemos comprobado ahora con Japón y antes con Chernobil. Pero en la balanza hay que poner las cosas buenas y son muchas.
-¿Y cuáles son las buenas?
-Los usos médicos para diagnóstico y tratamiento. La radiactividad industrial, que tiene muchísimas aplicaciones; por ejemplo en tuberías grandes, para saber si están bien hechas, se comprueban con radiaciones. En tratamiento de alimentos, por ejemplo para mejorar la agricultura. Los detectores de humo ahora se están cambiando, pero han sido siempre de americio.
-¿Pero también está lo malo?
-Hay más aplicaciones buenas que malas. Soy partidario de que haya una gran inversión para la seguridad. La radioactividad implica un esfuerzo importante en seguridad.
-¿Está a favor o en contra de las centrales nucleares?
-Yo mantendría la energía nuclear. La energía nuclear, con controles de seguridad exhaustivos, no tiene por qué producir ningún efecto dañino. Francia tiene 58 centrales nucleares y el 76% de su energía es nuclear. España tiene ocho que aportan el 18%. Bélgica, que es muy pequeña, tiene siete; Suiza tiene cinco; Suecia, 10; Alemania, tiene 17...
-Pero si los residuos nucleares duran cientos de años ¿no son bombas de relojería?
-Controlado, no tiene impacto sobre la seguridad o sobre la salud de las personas. El trabajo que tiene más normativa es la Medicina Nuclear.
-Pero pasa lo de Japón...
-Lo de Japón ha sido superexcepcional. Si por eso hubiera que quitar la energía nuclear, habría que quitar muchas otras cosas.
-¿Pero no es mejor ir hacia energías renovables?
-Yo tendería a hacerlo, pero no se puede hacer de un día para otro, que progresivamente se diera importancia a las energías alternativas. Las circunstancias de Japón han sido muy excepcionales y la seguridad suele ser muy alta. En el terremoto de Haití murieron 200.000 personas y ahí no hubo radiactividad. En las minas chinas mueren 6.000 personas cada año.
-¿En España, las centrales nucleares son seguras?
-Pienso que sí. Creo que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) hace muy bien su labor. Aquí en el hospital tenemos una inspección anual obligatoria, siempre que no exista ningún motivo adicional porque en ese caso puede hacer inspecciones adicionales.
-El PET es aparato para Medicina Nuclear. Hay un convenio para usar el de la Universidad, pero ¿debería haber uno en la sanidad pública malagueña?
-Lógicamente te voy a decir siempre que sí, pero hay que ser consecuente con la época que estamos viviendo. Ahora estamos en un momento de contención del gasto y hay que optimizar los recursos. La solución de usar el PET de la Universidad no es una solución mala porque solucionamos un problema que es que los pacientes de Málaga puedan tener un PET. Pero ese PET está diseñado para la investigación. La mejor solución es, como se va a hacer ahora en Sevilla con el PET de la Universidad, es que unos días se use para investigación y otros para asistencia, pero realizada por los profesionales de los hospitales públicos. Habría diferentes fórmulas porque la fórmula del concierto que hay en Málaga es mejorable.
-¿Y cuál es el criterio técnico?
-Debe haber un PET por cada 750.000 habitantes. Málaga necesita un PET público. No sé yo si ahora es el momento, pero de aquí a cuatro o cinco años debería haber un PET en el Hospital Carlos Haya y otro en el Clínico. Creo que en los tiempos de corren, los responsables sanitarios se tienen que plantear con mucha seriedad, y así lo están haciendo, el coste/efectividad de las técnicas y la realidad del gasto.
-Hay unos 100 médicos nucleares en Andalucía, ¿son suficientes?
-Está mas o menos bien. Quizás haría falta alguno más. Pero nuestro trabajo depende mucho de la alta tecnología y si no crecemos en tecnología es difícil que crezca la especialidad y ahora la alta tecnología vale mucho dinero. No corren buenos tiempos para eso.
-¿Qué opina de los políticos?
-Entiendo la política como un servicio. Hoy en día hay muchos políticos que me defraudan. No podemos convivir con el grado de corrupción que hay.
-En Málaga hay varios casos. ¿Se ha actuó con celeridad?
-La impresión es que ha sido todo muy lento. Habría que trabajar mucho más para que el manejo de dinero público fuera más trasparente. Yo sería implacable con la corrupción. Político del color que sea, demostrado [que ha estado implicado en corrupción], que no pudiera dedicarse a la política porque la política no es para el enriquecimiento personal, sino un servicio a los demás. Yo limitaría el tiempo de los políticos. Hay políticos que son eternos. Ocho años en cargos de relevancia es una cosa razonable. Por ley lo limitaría porque eso facilitaría la trasparencia.
-¿Qué haría con las casas ilegales?
-No tengo una idea muy clara. Lo que no es razonable es fastidiar a gente que no tiene nada que ver con el tema que son los habitantes de esas casas. No me parece razonable echar a esa gente a la calle y demolerle las casas.
-En Ballena Blanca se ha dictado una sentencia light, ¿qué opina?
-Mi primer razonamiento es confiar en la Justicia. Ellos tienen los datos. Pero desde fuera me parece un poco light.
-Le quedan 20 años para la jubilación. ¿Verá antes el megahospital?
-Espero que seamos capaces, con responsabilidad, de enfrentar el tema y que todas las partes implicadas se pongan de acuerdo. Espero que el proyecto cobre fuerza.
-¿Qué haría con el Guadalmedina?
-Técnicamente lo desconozco. Pero la solución de Almería me parece fenomenal. Lo han soterrado y ha quedado magníficamente. Se ha hecho un bulevar, con centros comerciales alrededor. Le ha dado vida a la ciudad.
-Ha sido elegido presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Nuclear. ¿Cuáles son sus objetivos?
-Debe ser un punto de encuentro para todos los profesionales de Medicina Nuclear de Andalucía y un instrumento para contribuir, desde la colaboración, a la toma de las mejores decisiones por parte de la Administración sanitaria en ese campo. Y como puntos concretos, me interesa que la Medicina Nuclear sea mejor conocida por la gente y unificar criterios para que haya procedimientos comunes de trabajo para que no haya diferencias entre un paciente que sea atendido en Málaga, Almería o Sevilla.
-¿Y hay mucho que reivindicar?
-Las relaciones de la Sociedad con la Administración sanitaria siempre han sido muy buenas. Reivindicaremos, pero en un tono constructivo y para ir de la mano.
-¿Reivindicaciones concretas?
-Ahora hay 11 servicios de Medicina Nuclear en Andalucía. Sería conveniente crear tres servicios más; uno en Jerez, otro en Marbella y otro en Sevilla. Y otra reivindicación es que en una década, en todos los hospitales públicos con servicio de Medicina Nuclear exista un PET para pasar de los tres PET que hay ahora en Andalucía a once. Hay que hacer una planificación junto con la Administración para ir dotando paulatinamente de este equipamiento. Hoy es imprescindible en el campo oncológico, pero en muy poco tiempo se va a expandir a otros campos de la salud.
-¿Algunas líneas de trabajo del Clínico en Medicina Nuclear?
-Hay muchas líneas de trabajo y vamos a potenciar la investigación. Una línea muy novedosa es la predicción de la respuesta terapéutica. Por ejemplo, una paciente con cáncer de mama. Ahora se trata con quimio y hasta el final no se sabe cómo va a responder. Nosotros estamos implementando una estrategia para, mediante Medicina Nuclear, saber tras el primer ciclo de quimio si va a responder bien o no. Si se determina de antemano que no va a haber una buena respuesta, se evita la toxicidad en esa paciente y el gasto sanitario que conlleva. Esto lo hacemos con Oncología. Ya la Sociedad Andaluza de Cancerología nos ha dado una beca. Otro campo es la caracterización precoz de los síndromes parkinsonianos. Se parecen todos muchísimos; pero unos son Parkinson y otros no y la evolución y el tratamiento son completamente diferentes. Nosotros podemos saber desde el principio los que son Parkinson y los que no. Muchos tardan en diferenciarse cuatro o cinco años y en ese tiempo el paciente se ha empeorado mucho, se ha gastado mucho dinero y el neurólogo y la familia se han vuelto locos.
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