La subida de precios de los materiales asfixia a las cuentas de los ayuntamientos
Algunas licitaciones de obras han quedado desiertas porque ninguna empresa consideraba rentable presentarse a ellas
El acero, el hormigón y el aluminio son algunas de las materias primas cuyo coste más ha aumentado en el último año
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Málaga/La subida de precios de los materiales complica cada día más la ejecución de las obras que la mayoría de ayuntamientos en Málaga tenían planeado acometer estos meses.
En general, el incremento en el presupuesto final de estas infraestructuras es de un 40% con respecto a lo que inicialmente se había adjudicado, lo que conlleva que los consistorios tengan que hacer frente a modificaciones presupuestarias si quieren emprender estas inversiones.
Así lo asegura Víctor Navas, alcalde de Benalmádena, donde además la subida generalizada de las materias primas ha provocado que algunas licitaciones de obras hayan quedado desiertas porque ninguna empresa consideraba rentable presentarse a ellas.
En Benalmádena, son cinco los concursos a los que ninguna constructora se ha presentado: dos planes de asfaltado, de 2021 y de 2022, que debían comenzar ahora, también la construcción de un corredor verde en el entorno del edificio Innova y dos obras más, una que mejoraría la accesibilidad en la playa de Carvajal y otra en calle Mozart.
De momento, Navas mantiene que volverán a licitar estas obras, aunque ello suponga un incremento en los costes y se vean obligados a hacer modificaciones de crédito. "Afortunadamente en Benalmádena tenemos una economía solvente y el Ayuntamiento tiene capacidad, pero no deja de ser un contratiempo, un retraso”, mantiene el alcalde.
Una de las soluciones por la que han optado la mayoría de ayuntamientos ha sido la de un ajuste de precios en los presupuestos de las obras, gracias al Real Decreto-ley 3/2022 aprobado por el Gobierno en marzo de este año. Este tiene como objetivo compensar a las empresas que han contratado obras con la Administración si el coste de las mismas -entre la adjudicación y su ejecución- ha aumentado por el incremento de los precios de las materias primas.
Además, el pasado 12 de abril la Junta de Andalucía se vio casi obligada a aprobar otro decreto por el que se permitía la renegociación de los contratos públicos desde los Ayuntamientos. Tanto los propios consistorios como los constructores y promotores se lo venían demandando en los momentos en los que más ahogados se encontraban por unos contratos licitados bajos unos precios que no se veían actualizados y una inflación que cabalgaba sobre los dobles dígitos porcentuales.
Aunque ha supuesto un alivio porque ambos decretos han podido salvar algunas obras, como las de calle Los Naranjos, en Fuensalud o en Maestro Trujillo en Benalmádena, Navas también reconoce que esta medida ha resultado insuficiente, ya que la subida de precios ha sido "casi del 40%" y el Decreto 3/2022 contempla una revisión de precios siempre que estos no superen el 20% del importe inicial adjudicado.
Otros municipios se han visto obligados a paralizar proyectos que ya estaban en marcha, como ha ocurrido en Alhaurín de la Torre. Su alcalde, Joaquín Villanova, revela que de momento dos polideportivos se mantienen a la espera de que se les dote de más recursos económicos: uno en la urbanización Santa Clara y otro en Pinos de Alhaurín. Según recalca Villanova, ambos han pasado de costar 2 millones de euros a casi 4 -cada uno-. Además, el alcalde detalla que entre las materias primas que más han aumentado de precio en el último año se encuentran el acero, el hormigón y el aluminio.
"Esto es una losa que ha caído sobre todas las obras privadas y en las públicas también", insinúa Villanova. Exentos del capital necesario para acometer estas infraestructuras, el alcalde asegura que la solución pasa por que los polideportivos los "explote la iniciativa privada o bien que el ayuntamiento pida un préstamo".
Además, si bien la Unión Europea (UE) podría destinar fondos a este tipo de infraestructuras, Villanova agrega que esa vía queda cerrada porque la apuesta de la UE en estos momentos es por la digitalización, la construcción de carriles bici o la peatonalización de las ciudades, "no por la construcción de más infraestructuras o instalaciones deportivas".
De esta manera, los consistorios abogan por que administraciones como la Junta de Andalucía o la Diputación de Málaga, de los que dependen, "tengan en cuenta este incremento y nos suban las cuantías que nos aportan en relación a la subida de precios que se ha generado”, según alega Pablo Gálvez, concejal de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de Archidona.
En Archidona, además, la subida de los costes ha hecho que, a parte de revisiones de precios en los presupuestos, haya habido que modificar los proyectos y prescindir de mejoras que inicialmente estaban contempladas, pero que dada la situación ya no pueden permitirse, tal y como asegura Gálvez. Asimismo, los plazos en el suministro de material, que se están alargando, ha provocado retrasos en la finalización de algunas obras que ya deberían haber acabado, como ha ocurrido en las de la plaza Ochavada, según advierte Gálvez.
La situación es similar en Alhaurín el Grande, cuya piscina municipal, que quedó perjudicada tras la DANA, fue adjudicada a una empresa que finalmente no pudo hacer frente al coste de la obra por la subida de los materiales, y eso hizo que hubiera que "rescindir el contrato y volver a adjudicarlo con un presupuesto de 80.000 euros más”, según relata su alcaldesa, Antonia Ledesma.
En Málaga, por su mayor pulmón económico, han podido capear mejor el temporal que ha supuesto la inflación que los consistorios de menor tamaño. En la ciudad se vivió un pico de tensión durante los meses de abril y mayo, quizá los más duros porque al aumento del precio de los materiales se unió el de la energía y los transportes.
Ahora, la situación está normalizada y no se teme por los contratos que están en vigor, “no hemos tenido más renuncias, tuvimos menos de una decena en los momentos de más tensión de precio, pero las siguientes licitaciones fueron saliendo con presupuestos más actualizados y las empresas respondieron”, asegura Raúl López, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga.
Lo que sí se ha visto resentido es el ramillete de ofertas entre las que el consistorio tiene para elegir en cada una de las licitaciones. “Si antes se presentaban 30 o 40 ofertas, ahora se están presentando seis”. También el margen económico respecto al presupuesto tope es menor, “antes la baja era de un 30 % y ahora no están haciendo bajas”, asegura López.
Los momentos de máxima tensión sí dejaron huella en algunas obras de municipales. “Hay tres o cuatro obras que tenemos que volver a sacar a licitación”, apunta López. Entre ellas, el puente de Tetuán sigue con las vallas de obra esperando que una empresa se haga cargo de la acometida después de que renunciara la empresa catalana que resultó adjudicataria. También unas obras en calle Gerona o el Paseo de los Tilos se cayeron también.
En el caso de calle Álamos, tuvieron que adjudicarlo a la sexta empresa de la lista de adjudicatarias, ante la renuncia de las cinco primeras. Y los retrasos también conectaron con Carretería, que ahora está acabando su primera fase. Otra de las obras que se han visto demoradas por los efectos de la inflación y la falta de materiales ha sido el puente del CAC.
De momento, los ayuntamientos deberán seguir capeando el temporal con mayor o menor tino y dentro de sus posibilidades. Queda cruzar los dedos por que la inflación no siga aumentando y las obras puedan continuar con normalidad.
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