El presunto maltratador de Rincón de la Victoria al que redujeron a tiros tenía una orden de búsqueda y detención
Su ex pareja, una mujer a quien tenía prohibido acercarse, había avisado de que estaba intentando entrar en su casa
El individuo fue interceptado en el paseo marítimo, donde una agente de la Guardia Civil en prácticas, contra la que arremetió con dos cuchillos, le disparó en las piernas
Reducen a tiros a un presunto maltratador
El presunto maltratador de 56 años al que este lunes por la noche una agente de la Guardia Civil en prácticas redujo a tiros durante un incidente ocurrido en Rincón de la Victoria tenía en vigor una requisitoria judicial con orden de búsqueda y detención por delitos de resistencia y desobediencia.
Su último encontronazo con las fuerzas y cuerpos de seguridad se produjo poco antes de las 22:00. Una mujer alertó asustada de que su ex pareja, con una medida de alejamiento en vigor dictada por un juez, estaba aporreando la puerta de su vivienda, a la que intentaba acceder. Hasta allí acudieron tanto efectivos de la Policía Local como de la Guardia Civil. Cuando llegaron, comprobaron que el individuo ya se había fugado. En la huida, llegó, supuestamente, a amedrentar a camareros de un bar, que cerraron la puerta. Desde la Guardia Civil indicaron que el detenido mostró "una actitud muy agresiva y amenazante en todo momento".
"Tírate al suelo, se acabaron las tonterías"
Minutos después dio comienzo el violento episodio que varios vecinos de la zona grabaron desde su ventana en el paseo marítimo Nuestra Señora del Carmen. El presunto maltratador iba armado con dos armas blancas de grandes dimensiones. Según se puede observar en varios vídeos que circulan por las redes sociales, intentó agredir a los agentes que actuaban. Una de las grabaciones recoge el momento en que, cuchillo en mano, corre tras ellos -que le apuntan con un arma- y también amenaza con matarlos.
Los efectivos que actuaban le insistían en que depusiera su actitud, haciendo caso omiso y desatendiendo sus indicaciones. Pese a los intentos para que el individuo se entregara, éste se resistía. Una de las guardias civiles, que se encontraba en prácticas, abrió fuego. Disparó hasta en cinco ocasiones, y le alcanzó en las piernas, partes no vitales donde recibió, al menos, tres tiros. Tras ser repelido, el sujeto advirtió que se quitaría la vida mientras otro investigador le pedía que no lo hiciera. Entonces, se autolesionó en presencia de ellos, se hizo un corte en el abdomen y entró en escena otro guardia civil, que le golpeó con una defensa extensible. El individuo perdió así uno de los dos cuchillos que empuñaba.
La agente gritó hasta en tres ocasiones: "¡tírate al suelo, se acabaron las tonterías!". Le insistió en que depusiera su actitud, haciendo caso omiso y desatendiendo sus indicaciones. El presunto maltratador acabó soltando el cuchillo, se sentó en un banco y fue arrestado por un presunto delito de atentado a agente de la autoridad y otro de incumplimiento de orden de alejamiento.
"Arremetió contra la compañera, que vio peligrar su vida y disparó. Es lo que tenía que hacer", explican fuentes próximas al caso consultadas por este periódico. La funcionaria había culminado el año pasado su formación en la academia de la Guardia Civil y, desde julio de 2021, patrullaba las calles como agente del puesto principal de Rincón de la Victoria.
El servicio de emergencias sanitarias 112 Andalucía recibió varias llamadas de testigos que alertaban de que habían escuchado detonaciones. El detenido, con cortes que se provocó en la zona del abdomen y del cuello, tuvo que ser atendido de gravedad por los servicios sanitarios, que lo desplazaron en una ambulancia hasta las Urgencias del Hospital Regional de Málaga. Allí continúa ingresado bajo custodia de la Policía Nacional con heridas de bala y también de arma blanca. Su estado es grave y los médicos están a la espera de evolución.
"No hay debate. Un cuchillo mata, es un arma letal"
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han aplaudido también la actuación de la agente que hizo uso de su arma reglamentaria para reducir al presunto maltratador. "No hay debate. Un cuchillo mata, es letal. Además de la defensa extensible, el único arma del que disponemos para defender nuestra vida es de fuego. No tenemos táser -pistolas eléctricas- ni se les espera, ni tampoco escudos invertidos para bloquear o reducir al delincuente", apostilla un portavoz.
El colectivo subraya que los disparos efectuados por la agente fueron "muy certeros", al tiempo que reconoce la dificultad que entraña "dar al blanco en movimiento" bajo una situación de estrés. "Aunque el hombre resultara herido, demasiado bien salió la actuación", recalca.
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