El presupuesto de Málaga para 2023 crece hasta los 976 millones, pero con un 22% menos de inversión

Málaga/El Ayuntamiento de Málaga ha presentado este martes el proyecto de presupuestos para 2023, que asciende a 976,6 millones de euros, un 4,3% más que las anteriores cuentas, pero con una inversión que desciende un 22% respecto a 2022. La bajada en este capítulo se ha visto forzada por la subida de los gastos de electricidad y de combustible, sumado al incremento de los salarios de los funcionarios y a la caída de los ingresos por plusvalía.

Esos son los grandes frenos con los que, según han explicado el alcalde, Francisco de la Torre, y el concejal de Economía, Carlos Conde, se ha topado el equipo de gobierno a la hora de diseñar las cuentas de 2023 y que hacen que, en lugar de crecer como sería lo esperado en un año electoral como el que se avecina, el capítulo de inversiones proyectadas baje. En concreto, el presupuesto contempla unos 118,7 millones de euros en inversiones, una cifra que se podría elevar hasta los 140 millones si se suman las partidas destinadas a los planes de conservación de las barriadas y distritos. Esto son alrededor de 34 millones menos que en el presente ejercicio.

De acuerdo con los datos aportados, el Consistorio tendrá que pagar 16,1 millones más por el encarecimiento de la energía eléctrica, lo que supone un 63% más que este año; y 2,5 millones más por el incremento del precio del combustible (+23,6%). "Hay muchos más recursos que se tienen que destinar para hacer lo mismo que el año pasado, y todo eso genera un agujero", ha resumido el edil de Economía. Así, el gasto en electricidad pasa de 21,6 millones de euros en 2022 a 35,2 el próximo año, mientras que la partida dirigida a combustible pasa de 10,7 a 13,2 millones.

Por otro lado, el regidor ha apuntado que se tiene que hacer frente a un mayor gasto en personal, consecuencia del acuerdo alcanzado por el Gobierno y los sindicatos para que los salarios de los funcionarios crezcan por la subida de la inflación. En este capítulo el Consistorio ha presupuestado 17 millones de euros (más 2 millones en gastos de Seguridad Social), un 4% más que en 2022. A esto se añade el descenso previsto en los ingresos por el impuesto de plusvalía, lo que se traduce en 18 millones de euros menos en las arcas municipales.

Con este escenario de fondo, De la Torre ha destacado que el Ayuntamiento congelará todos los impuestos y tasas para el año que viene, sin aplicar siquiera la subida del IPC. Así, el alcalde ha dicho que se trata de unos presupuestos "expansivos en lo que se puede, generosos en lo social, rigurosos en los ingresos y austeros en el gasto". "Suficientes para mantener el desarrollo económico de la ciudad", ha apostillado.

Ejes del presupuesto

A pesar de todo ello, el presupuesto global del Ayuntamiento de Málaga crecerían un 4,3% más hasta superar los 976,6 millones de euros, con un importante esfuerzo por mantener las políticas sociales que por tercer año consecutivo aumentan su partida. De hecho, el capítulo destinado a acciones sociales roza los 140 millones de euros y se incrementa un 7,4% respecto a 2022, un ejercicio en el que este apartado ya creció un 16%. Los otros dos ejes que conforman el documento son la sostenibilidad, con 218,1 millones de euros; la innovación, con 53,2 millones, y la partida destinada a Cultura, con 62,8 millones.

El diseño del Plan de Inversiones 2023 ha exigido que para su financiación sea necesario acudir de nuevo al endeudamiento, por tanto, se prevé pedir a los bancos 54,6 millones de euros en préstamos, cantidad que baja en unos 38,7 millones respecto a 2022. La idea es que a finales de 2023 el nivel de endeudamiento se sitúe en el 58%, "muy lejos" del límite legal que está en el 110%, según ha puntualizado el alcalde.

Sin ningún proyecto estrella, los casi 119 millones de euros en inversión permitirán desarrollar 250 iniciativas. Destacan los 27,9 millones de euros destinados a la Gerencia Municipal de Urbanismo o los 27,9 de la Sociedad Municipal de Viviendas; aunque la mayor carga económica se la lleva la empresa de limpieza (Limasam) que recibe 117 millones de euros a los que hay que sumar otros 4 millones en proyectos vinculados a Servicios Operativos.

El desglose de las cuentas permite deducir una apuesta por los aparcamientos soterrados para residentes, con casi 14 millones de euros que deberían servir para dar un impulso a los nuevos parking de La Princesa, Trinidad, Vistafranca-Flex y Plutarco. Asimismo, se proyectan las obras de cubrición de las pistas deportivas del colegio Valle Inclán en el marco del aparcamiento de Pío Baroja en Echevarría de El Palo.

Destacan también los 1,2 millones para la redacción del proyecto de ampliación del Palacio de Ferias y Congresos y 2,3 millones para el plan de reducción del ruido en el túnel de Gibralfaro, que el Ayuntamiento quiere desarrollar en 2023, así como los casi 1,5 millones para la futura intersección de la calle Jiménez Fraud, en la zona de la Universidad, los 2 millones para la adecuación del complejo de piscinas de El Pato y los 3 millones para la mejora de la eficiencia energética del alumbrado.

En materia de vivienda, se proyectan 1.147 viviendas protegidas, la mayoría en régimen de alquiler, –de las que 476 ya están en ejecución de obras y 583 en diferentes fases de concesión y licitación–. También se contempla la rehabilitación del edificio de calle Mendizábal para la construcción de 20 alojamientos para mayores y el inicio de otros 16 en calle Soliva.

En cuanto a la movilidad, se proyecta la ampliación de la flota de la EMT con 12 nuevos megabuses mediante leasing, así como la financiación para la adquisición de 20 autobuses 100% eléctricos y dos de hidrógeno.

El alcalde ha afirmado que a partir de ahora se abre un periodo de "diálogo" con los grupos de la oposición para recibir sus propuestas, aunque ha dicho que hay "un margen escaso para la aceptación de propuestas" por las "dificultades" que plantea el contexto económico actual. Así, la intención del equipo de gobierno es llevar las cuentas para su aprobación en el pleno a mediados del mes de diciembre para que puedan entrar en vigor en el mes de enero.