La primera Nike es malagueña, hace perfumes y le ganó un megajuicio a la multinacional

En España, la empresa de cosmética puede usar la marca sin cederle un sólo euro a la estadounidense

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Una tienda de Nike en España.
Una tienda de Nike en España. / Nike

Esta no es una historia que parta de un cliché. No es David contra Goliat ni un desamparado que se opone a un rey. Esta historia va de dos empresas, de distinto tamaño y con diferente trayectoria. Pero con un mismo nombre, el de una diosa griega: Nike. Tampoco hay decisiones salomónicas, sino una sentencia fruto de un proceso judicial

La historia se remonta más allá de mediados del siglo XX. Una época donde los artículos deportivos aún no colmaban los armarios de las casas, no sólo en Estados Unidos, sino en buena parte del mundo. Michael Jordan no había firmado un contrato con la norteamericana que les llevaría a sacar las zapatillas más icónicas del momento y que cambiarían la NBA, primero, y la forma de concebir el calzado de calle, años más tarde. Pero en España se le habían adelantado a la hora de comercializar y registrar el nombre de la diosa griega.

Todo se remonta a una empresa almeriense, Campomar. Esta, aunque producía perfumes y colonias desde 1929, no fue hasta 1940 cuando se decidió a inscribirla en el Registro de la Propiedad, al menos para los productos de perfumería y cosmética. Es más tarde, en 1960, cuando cruza su historia con Málaga, al comprarla empresa De Ruy, que comparte sede y fábrica entre Antequera y Alcalá de Guadaíra en la actualidad. No sería hasta 1964 cuando se fundase la estadounidense.

Pero, claro, no sería hasta los 90, con el boom de Michael Jordan y otros grandes deportistas patrocinados por la marca del swoosh cuando la empresa norteamericana diese un salto exponencial en todos los mercados y se situase en todos los mercados del mundo. Pero en España se encontró con que ya había una Nike que, además, venía aprovechándose la fama de la primera para vender sus productos. En esa época, De Ruy, incluso, se ofreció a que fuesen de la mano, oferta que fue declinada por la norteamericana. Este medio se ha intentado poner en contacto con la perfumera antequerana, sin haber obtenido respuesta.

Fruto de esta competencia, el departamento jurídico de la empresa textil se puso manos a la obra, ya con el nuevo milenio y llevó a los tribunales a quienes consideraban estaban haciendo una competencia desleal y aprovechándose de su fama. Pedían que no pudieran usar su nombre en territorio nacional.

Pero, los tribunales fueron quitándoles la razón, hasta una última sentencia del Tribunal Supremo en 2004, debido a que, si bien se reconoce la mayor relevancia de la norteamericana, los perfumeros habían inscrito, veinte años antes siquiera de la existencia de la deportiva Nike en el registro, hecho ante el que no cabe más vuelta de hoja. En otras latitudes, como en Australia, los tribunales sí cerraron la puerta a la malagueña. Pero en España, si bien le prohibieron usarlo acompañado de la coletilla "Sport", que queda reservada a la norteamericana, son los únicos que pueden hacer perfumes bajo el nombre Nike. Y no tiene que darle un sólo euro por ello a la multinacional.

Así las cosas, en cualquier supermercado o perfumería de España, podrás encontrar colonias de Adidas, Reebok o Puma, pero nunca una que lleve el mismo logo que las prendas de Michael Jordan.

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