Los otros dos detenidos por la muerte de 'Paco el del Molino' ingresan en pisión

Almogía/Los tres detenidos por la muerte de Francisco Mayorga, más conocido como Paco el del Molino, han ingresado en prisión. La investigación sigue dando avances después de haberse conocido los primeros resultados de la autopsia, que apuntan a que el anciano, de 83 años, murió por asfixia mecánica, aunque aún se está a la espera del resultado completo del estudio forense.

El primero en entrar en la cárcel fue El Trini, como se le conoce a la persona que condujo el pasado viernes a la Guardia Civil hasta el cadáver, escondido entre la maleza, en una zona de vegetación en la parte baja del municipio. Para ello, fue la magistrada del Juzgado de Instrucción número 13, que en principio será la encargada de llevar a cabo la instrucción dado que fue este Juzgado el que recibió la denuncia de desaparición, la que autorizó la salida del preso preventivo del centro penitenciario con el fin de que guiara a la Guardia Civil hasta el emplazamiento donde finalmente fue encontrado el cuerpo.

La situación del segundo detenido, conocido como El Raki, fue resuelta el pasado sábado, 15 de marzo, cuando el Juzgado de Guardia, en este caso Instrucción número 8, también ordenó su ingreso en prisión preventiva.

Ahora, también se encuentra entre rejas el tercer detenido, El Keni, al que titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, en funciones de Juzgado de Guardia de Detenidos, tomó declaración este lunes por la desaparición y muerte de la víctima y después decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Este último actuó los días después de la desaparición de Paco con normalidad, señalaban vecinos consultados. A sus 30 años, había vuelto a Almogía recientemente tras haber estado de okupa en una vivienda. Al parecer no tenía domicilio fijo y habría pernoctado un par de noches en casa de 'El Trini', con el que le unía una amistad.

La instrucción judicial determinará el grado de participación de cada uno de los tres detenidos en relación con el homicidio o asesinato del fallecido.

Las claves de las detenciones

La semana pasada, cuando Mayorga seguía en paradero desconocido, los investigadores practicaron las detenciones. El primero de los arrestados pasó a disposición del judicial el jueves. Entonces, el Juzgado de Instrucción número 6, que se encontraba en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión provisional. En ese momento, no se había localizado aún el cadáver del anciano y el Juzgado acordó la prisión por la presunta comisión de un delito de robo con violencia. La Guardia Civil fue prudente y le leyó los derechos por lo que hasta entonces tenían atado. Habían apurado el límite de las 72 horas, a la espera de acumular más pruebas para resolver el caso.

Fue precisamente este detenido el que el pasado viernes se ofreció a señalar el lugar exacto en el que se encontraba el cuerpo sin vida del octogenario. Para ello, fue la magistrada del Juzgado de Instrucción número 13, que será la encargada de llevar a cabo la instrucción, quien autorizó la salida del preso preventivo del centro penitenciario con el fin de que guiara a la Guardia Civil hasta el emplazamiento donde finalmente fue descubierto el cadáver.

La situación del segundo detenido fue resuelta este pásado sábado, cuando el Juzgado de Guardia, en este caso Instrucción número 8, también ordenó su ingreso en prisión preventiva.

Los arrestados vivían relativamente cerca de la parte de atrás de la vivienda de Mayorga, por donde se sospecha que pudieron, presuntamente, saltar a su vivienda, al estar la pared sin techo, según fuentes cercanas al caso.

La víctima alertó a su entorno familiar que perdía dinero. Hasta en dos ocasiones explicó que ocurría algo: "Desaparecían sus pertenencias", afirman desde el entorno. A pesar de esto, nunca denunció el caso y siguió con su vida normal. Era un hombre que permanecía la mayor parte del tiempo en su casa, solo acudía a ver el fútbol a casa de familiares, a realizar la compra, al médico, a trabajar a sus fincas y al banco, casi siempre acompañado por un amigo o familiar.

El hallazgo del cádaver

El cuerpo de Mayorga estaba en un lugar donde históricamente vivían obispos, de ahí su nombre. Los familiares y amigos de la víctima estuvieron por esa zona el mismo domingo hasta las 2:00 de la madrugada. Ese mismo día se alertó de su desaparición, sin embargo, no pudieron encontrar su cuerpo por la lluvia y a que se encontraba escondido bajo matorrales. Se quedaron a apenas unos 200 metros, según ha confirmado a este periódico. Cabe destacar que el Molino del Obispo se sitúa a apenas un kilómetro de distancia del lugar de los hechos, la vivienda de Paco el del Molino.

Desde la casa de Mayorga se puede acceder a esa zona por dos vías: la carretera principal, que recorre el centro del municipio (vía más corta) o por la parte de abajo, que requiere más rodeo y dejar atrás la iglesia y un colegio. Está a dos minutos en coche y a unos 15 andando.