El problema de las terrazas llega a la Alameda Principal de Málaga

Málaga/La Alameda Principal, nuevo epicentro de la vida peatonal de la ciudad, redescubierta por sus vecinos tras la reurbanización ya casi completada de sus laterales, se asoma como paradigma de cuanto viene sucediendo desde hace años en el Centro histórico y el modelo hosteleros imperante. En los inicios de la nueva avenida ya puede comprobarse la siempre difícil relación entre algunos negocios y el marco que regula la instalación de mesas y sillas sobre el espacio público.

Una de las particularidades de la operación urbanística desarrollada por el Ayuntamiento de Málaga, junto con la Junta de Andalucía, es que a la obra pura y dura ha sumado por ver primera un plan especial de control del aprovechamiento. La principal novedad de este instrumento, ahora anunciado también para la futura ordenación del eje Carretería-Álamos, es que delimita en detalle no solo aquellos puntos en los que es factible la instalación presente o futura de terrazas vinculadas a locales de restauración, sino que también determina la densidad máxima del mobiliario que puede implantarse en en cada uno de ellos.

La juventud de la nueva Alameda, que apenas cuenta unos meses remozada, hace que aún sean pocos los establecimientos en ella asentados. Una decena dispone ya de autorización para colocar mesas y sillas. Una cifra reducida si se tiene en cuenta que el plan municipal dibuja hasta 40 puntos susceptibles de ser ocupados para este aprovechamiento lucrativo.

De ellos, 17 se encuentran distribuidos en la parte norte (con capacidad para 68 mesas y 272 sillas); los otros 23 en el ala sur. En este caso, hace trece puntos donde es factible la instalación de cuatro mesas y 16 sillas (52 mesas en total y 208 sillas), a los que añadir otros 10 de menor dimensión, con capacidad para dos mesas y ocho sillas (20 mesas y 80 sillas).

La realidad, en cualquier caso, es que con la llegada de las fechas navideñas y el actual puente vacacional, no todos los propietarios de locales cumplen como debieran la normativa vigente. Tomando como referencia el plano del plan de aprovechamiento, hay dos que superan con creces las dimensiones de la ocupación que tienen permitida.

Ambos situados en el lateral norte de la Alameda, en la franja de suelo más cercana la calle Larios. Un simple paseo por la calle permite comprobar desde el pasado miércoles que en estos dos casos aparecen distribuidas frente a sus fachadas y sobre el espacio peatonal ocho mesas en lugar de las cuatro que deberían disponer. A mediodía, en uno de los establecimientos se contaban diez. Y ello en una franja de acera que debería estar ocupada por un máximo de ocho mesas y 32 sillas. Un tercero, que una ocupación asignada de ocho mesas, había nueve.

Un incumplimiento en el nuevo escenario urbano, en el que, no obstante, son mayoría los empresarios respetuosos con el marco de acción diseñado por el Consistorio. Bien es cierto que alguno de ellos tras ser reconducido por el Ayuntamientos tras algunos apercibimientos ras constatarse una ocupación excesiva.

Al respecto desde el departamento municipal admiten que ya el día del encendido del alumbrado navideño, que tuvo lugar hace poco más de una semana, ya fue necesario "realizar una batida y encontramos algunos excesos". "Tenemos que estar continuamente revisando", indicaron. El punto de partida que parece tener el Ayuntamiento en este momento es el de elevar el tono de la acción para poner coto a los posibles incumplimientos.