La productora Álamo graba una serie documental sobre el rescate de Julen

La productora independiente Álamo Producciones Audiovisuales Canarias trabaja ya en la realización de una serie documental sobre el caso de Julen, el niño de 2 años y medio que falleció tras caer en un pozo el 13 de enero de 2019 en la Sierra de Totalán.

Aunque aún se desconoce el número de capítulos que integrará la producción, se sabe que el objetivo de la misma es poner en valor la parte técnica y humana del rescate. Para ello, la productora ha contado con el testimonio de miembros del Consorcio Provincial de Bomberos, así como del ingeniero y director técnico del rescate de Julen, Ángel García Vidal, entre otros protagonistas.

Por el momento, ninguna plataforma audiovisual o cadena televisiva ha comprado esta serie, que recrea uno de los accidentes fatídicos acontecidos en la provincia malagueña durante los últimos años. El rescate del pequeño se prolongó 300 horas, debido a un reguero de dificultades que evidenciaron la enorme resistencia que opuso la montaña para auxiliarlo. Sin embargo, esto no hizo desistir a los equipos de emergencias, afanados en sacar con vida al niño de dos años que, finalmente, murió sepultado.

A las 14:00 del 13 de enero sonaron las alarmas. Un niño se había precipitado por un pozo cuando su familia preparaba una paella. Momentos más tarde, llegó al Cerro de la Corona un equipo de rescate. Al día siguiente, con la certeza de que Julen estaba en el pozo, los trabajos se centraron en la succión del tapón de tierra que obstruía el orificio.

No fue hasta el tercer y cuarto día que la brigada de salvamento minero se ocupó de los últimos tramos de la galería lateral y terminó de habilitar una plataforma para el túnel horizontal. De esta manera, se iniciaron las tareas para entubar el pozo. Sin embargo, se suspendió la construcción del túnel por desprendimientos.

El día seis surgieron nuevas complicaciones, ya que las máquinas se toparon con un macizo rocoso de pizarra. El siete, comenzó la perforación del túnel vertical paralelo al pozo y llegó la cápsula metálica diseñada por el jefe del Consorcio Provincial de Bomberos para bajar a los mineros.

Una vez acaba la excavación, fue necesario encamisar el conducto para protegerlo de posibles derrumbes. La extrema dureza de los materiales ralentizó el proceso. Así, el día diez se llevó a cabo una nueva perforación del túnel de 60 metros paralelo al pozo y el once comenzó el encamisado del túnel vertical.

Pese a las dificultades y el cansancio acumulado después de doce intensas jornadas, los equipos de rescate no perdieron nunca la esperanza de sacar con vida al pequeño. Si bien, el día trece, a las 1:25 horas, hallaron su cadáver. La autopsia reveló que murió el mismo día que cayó al pozo.