Los promotores de la torre del puerto de Málaga negocian con un 'Nobel' de la arquitectura para presentar el proyecto definitivo

Abren ahora la puerta a crecer en altura y también buscan la operadora hotelera que acabe gestionándolo

El Puerto de Málaga dará a los promotores del rascacielos una prórroga de cuatro meses para presentar el proyecto

Situación actual del emplazamiento sobre el que se quiere levantar la torre del puerto. / Javier Albiñana

Las imágenes que hasta ahora se han mostrado de la torre del puerto de Málaga, como las películas de ficción, no tienen por qué tener ningún parecido con la realidad. Los promotores del proyecto, el fondo relacionado con la familia real cataría Al Alfia y la española Hesperia, negocian ahora con David Chipperfield, premio Prikzer en 2023, el Nobel de los arquitectos, para dar un empujón a su diseño.

Esto no implica que José Seguí, el arquitecto malagueño que hasta ahora ha estado llevando las riendas de la torre en esta faceta, se caiga del proyecto, sino que ambos pueden "convivir", según relatan fuentes próximas a los promotores a este periódico. Las mismas no cierran al puerta a un cambio en los números del rascacielos, aunque siempre dentro de lo aprobado en el Plan Especial del Puerto aprobado hace ahora casi un año por el Ayuntamiento, es decir, una construcción de hasta 150 metros. El modelo presentado por Seguí cuenta con 116,62 metros sobre el nivel del mar divididos en 27 plantas.

David Chipperfield, si bien aún no se ha cerrado y hay otros nombres en cartera, todos de primeras espadas, vendría a dar el salto de calidad que los promotores entienden que merece un espacio como el dique de Levante del puerto, según publicó Sur y ha podido confirmar este medio.

El británico cuenta con diversos reconocimientos internacionales y una fuerte relación con España –vive por temporadas en un pueblo de Galicia, donde ha abierto una fundación para repensar el urbanismo ante el cambio climático–, donde ha levantado proyectos como la Ciudad de la Justicia de Barcelona, el Palacio de Congresos de Vigo o el Pabellón Copa América en Valencia.

La Fundación Rede de Innovación Arousa (RIA), como le ha llamado, aboga por que en el urbanismo es preciso que haya más planificación y participación ciudadana del habitante local, según recoge El País. Justo esta es una de las carencias que se le han afeado al proyecto, para el que en múltiples ocasiones se ha pedido una consulta ciudadana que no se ha llevado a cabo.

David Copperfield, en Galicia. / Agostime/EP

La firma hotelera, también en negociación

No es el único de los resquicios que sigue cerrándose en la sala de máquinas de la promotora, a la que el Puerto de Málaga le concederá cuatro meses más para que presente el proyecto definitivo del mismo, que finalizaba en noviembre. Con esto, tienen hasta marzo para presentar a Puertos del Estado todos los informes y detalles, entre ellos está por ver cuál será la firma hotelera que acabe gestionando el hotel, que deberá contar con cinco estrellas gran lujo.

Fuentes cercanas a los promotores recuerdan que la española Hesperia es uno de los socios, pero que eso no implica que la gestión acabe en sus manos o que sean los únicos. De esta forma se está negociando con otras grandes firmas del mundo del alojamiento vacacional para terminar de concretar.

El proyecto, pese a ello, sigue a expensas de dos frentes, el primero es judicial; el segundo, que el Consejo de Ministros lo apruebe. En cuanto al frente en los tribunales, hay dos recursos contenciosos administrativos presentados contra la modificación del planeamiento que aprobó el Ayuntamiento de Málaga el pasado mes de noviembre, uno por parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, que la semana pasada presentó el escrito de demanda; el segundo por parte de la plataforma ciudadana Defendamos Nuestro Horizonte.

En cuanto al segundo, una vez la Autoridad Portuaria tenga el proyecto en su poder, debe elevarlo a Puertos del Estado. Este debe redactar un informe que elevar al Consejo de Ministros para que levante la prohibición de uso hotelero en suelo portuario. Esto ya se hizo con el hotel Vela en Barcelona. Sin embargo, desde el Gobierno ya han afirmado que no será hasta que se disipen las amenazas judiciales cuando el Consejo de Ministros estudie los informes pertinentes y decida si levantar el veto o no.

Cuando cuente con ese respaldo, podrá iniciar el proceso normal de una licencia de obras y necesitará informes ambientales, de AESA, arqueológicos... como cualquier otra edificación que se levanta en la ciudad. 

Además de los informes que necesitará el proyecto, antes de obtener la licencia, uno de los expedientes firmados por la Autoridad Portuaria indica que deberá estar construido un faro nuevo nuevo, en el morro del dique de Levante, que sustituya la función de la actual bombilla portuaria: La Farola. El mismo tendrá que ser objeto de dictamen, en su momento, de la Comisión de Faros.

Este ha sido el último de los puntos que incumplirían con la ley, según la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte. Según afirman, en caso de que La Farola se apague, modificaría su función, que vendría a estar protegida por el BIC, que a su vez cita la Ley de Patrimonio Histórico.

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