Nueva propuesta para ordenar Muelle Heredia: seis edificios, uno de ellos de 18 plantas

La última ordenación elaborada por Asenjo, a petición del Ayuntamiento, eleva la edificablidad en la parcela a 50.000 metros, muy por encima de lo ahora autorizado

El Puerto mantiene su reticencia a cualquier cambio salvo "que el Ayuntamiento este absolutamente volcado"

Nueva propuesta para ordenar Muelle Heredia: seis edificios, uno de ellos de 18 plantas. / M. H.
Sebastián Sánchez

24 de octubre 2020 - 11:29

El dibujo final que se imprimirá sobre el lienzo de más de 12.000 metros cuadrados de suelo que marca la frontera entre la ciudad, en la Avenida Manuel Agustín Heredia, y el puerto de Málaga, sigue por perfilar. El proceso de transformación de este privilegiado espacio urbano, concebido hace varias décadas como el asentamiento adecuado para un complejo de oficinas, sigue siendo objeto de pensamiento y análisis.

Todos los actores implicados, ya sea la Autoridad Portuaria ya sea el Ayuntamiento, consideran que el punto de partida fijado en el actual planeamiento urbanístico se queda corto, al prever un traje de apenas 26.500 metros de techo para las futuras edificaciones. Y a pesar de ello todo apunta a que finalmente este esquema seguirá vigente y será el que sirva de base del concurso que el Puerto quiere impulsar a principios del año que viene para adjudicar la concesión de estos terrenos.

Solo una posibilidad parece existir para que el presidente del ente, Carlos Rubio, cambie de parecer. "Lo de aumentar la edificabilidad no lo contemplamos, a priori; nos lo tendrían que poner muy fácil y que el Ayuntamiento esté absolutamente volcado con esa idea para que cambiásemos de opinión", expresó de manera categórica.

Esta posición de partida parece cerrar cualquier posibilidad de llevar a destino las última propuesta elaborada por el estudio del arquitecto Ángel Asenjo por encargo del Consistorio. En el documento, ya en manos del Puerto y del Ayuntamiento y al que ha tenido acceso Málaga Hoy, lejos de su primer planteamiento de ocupar la totalidad del muelle, con un techo de 150.000 metros, el urbanista se afana en perfilar una variante mucho menos impactante pero que también excede con creces los parámetros hoy por hoy autorizados.

Nueva propuesta para Muelle Heredia. / M. H.

En concreto, diseña un complejo de usos variados, aunque con un peso predominante para el de oficinas, con un techo de unos 50.000 metros cuadrados, casi el doble de lo vigente. Incluso, en alguna de las variantes analizadas se salta la frontera con la ciudad y ocupa una franja de 15 metros de la avenida Manuel Agustín Heredia, parte del eje litoral que el Ayuntamiento pretende transformar, reduciendo al mínimo el tráfico.

El trabajo incluye hasta diez alternativas de ordenación, en las que juega con las alturas de los inmuebles y la separación de los mismos, logrando mayor permeabilidad desde la ciudad consolidada, y los espacios libres. Las de menor ocupación incluyen cuatro edificios, las de mayor, ocho. Pero casi a modo de conclusión, señala como la opción más adecuada para su desarrollo una composición con seis bloques, repartidos en tres subconjuntos.

De todos ellos, según lo recogido en la propuesta, destacan los inmuebles perfilados en los extremos este y oeste de la parcela, con alturas de que podrían llegar a ser de 15 y 18 plantas. Las mismas se elevarían sobre un zócalo de uso comercial y cultural, de ocho metros de altura, y una planta diáfana. En la franja intermedia se localizarían otros cuatro bloques con entre 12, 9, 6 y 9 plantas en sentido este-oeste. El conjunto estaría completado con dos o tres plantas de aparcamiento, con capacidad para unas 1.500 plazas, que podrían dar respuesta a las necesidades no solo de los desarrollos terciarios, sino también de los residentes del entorno.

Infografía de la nueva propuesta para Muelle Heredia.

"Este conjunto debería ser un referente arquitectónico de la ciudad de Málaga, de forma que la identifique por su singularidad, pues entendemos que no puede ser de otra forma; la riqueza creativa y la calidad constructiva deber ser de una aspiración incuestionable de esta ciudad, pues se trata de llevar a efecto el desarrollo del último espacio urbano del Centro que debe ser resuelto con la máxima ambición posible", se expresa en el documento, fechado el pasado mes de septiembre.

Incluso, se subraya que esta operación, en el supuesto de llevarse a buen término, podría tener "una incidencia similar a la que en su día tuvieron la creación de la calle Larios, de la Alameda Principal o el Parque". Desde este punto de vista, se destaca la necesidad de crear un lugar complementario para los ciudadanos, "un espacio cálido y atractivo en el que disfruten de una indudable calidad de vida urbana en todos los sentidos, sin que se encuentren agredidos y violentados por este desarrollo edificatorio, sino todo lo contrario”.

El estudio otorga un valor especial al zócalo del conjunto, al punto de entender que supone "una oportunidad única de crear un nuevo eje cultural entre el actual Teatro del Soho y el futuro Auditorio, en el que emplazar espacios expositivos y museísticos y también para actividades culturales". Asimismo, defiende la reserva de espacio para locales comerciales, de ocio y restaurantes, "porque serán los generadores de la vida social a las edificaciones propuestas".

De acuerdo con el contenido del informe, Asenjo pone el acento en la necesidad de que los edificios futuros eviten en todo momento "el efecto pantalla", apostando por "formas singulares, inclinadas o alabeadas". Una de las variantes más significativas respecto a su primera propuesta es la del diseño.

La nueva apuesta pasa por concebir una doble piel para optimizar el comportamiento energético y ambiental de los edificios. La piel interior de la fachada sería de cristal, mientras que la exterior estaría formada por lamas horizontales. Incluso, se apunta la posibilidad de colorear esa segunda piel dando lugar "a una composición general del conjunto rica y diversa".

Asenjo destaca la necesidad de utilizar "un lenguaje actual, que sea expresión de la cultura y de la sociedad que lo desarrolla, y en forma alguna sea un conjunto mimético con la arquitectura existente en su entorno, que por otro lado apenas tiene valor arquitectónico alguno".

Muestra del impacto de este proyecto es que su materialización podría llevar aparejada la creación de unos 5.000 puestos de trabajo, cifra que alcanzaría los 15.000 en una operación más ambiciosa que supondría la ocupación total del muelle.

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