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Proyecto para terminar la Catedral de Málaga
Málaga/“No hay otro medio que el de cubrir con su armadura y tejado, haciendo que las bóvedas no se recalen, haciéndonos ver la experiencia lo perjudicial que es tener la fábrica al descubierto…” señalaba Ventura Rodríguez ya en el siglo XVIII cuando propuso la creación de un tejado a dos aguas similar al que actualmente proponen los arquitectos para una Catedral que se encuentra aún inacabada. Aun con la existencia de un debate ciudadano sobre la pertinencia de finalizar las obras, el obispo de la Diócesis, Jesús Catalá, ya señaló durante la presentación del proyecto Plan Director del templo en el año 2011 la necesidad de acabar el proyecto.
José Manuel Sánchez La Chica dirige desde 2017 dicho proyecto y cree que, además de continuar con las obras del primer templo, el Plan Director se dirige en esta ocasión hacia la necesidad de cubrir los techos. “Con la Catedral estamos realizando un trabajo continuado y cada vez tenemos más datos sobre su construcción para protegerla y evitar que se deteriore, no nos detenemos en esta tarea”, expresó. Esta labor ha permitido digitalizar pieza a pieza la Catedral para ver sus procesos de construcción y evolución.
Con la realización de la exposición Una sinfonía inacabada en el trascoro catedralicio en 2018, los responsables diocesanos quisieron orientar la visión de malagueños y foráneos hacia el proceso constructivo y los elementos que aún faltan por culminar. Además del tejado, la Catedral adolece de la torre sur, rematar la fachada principal, varias torres de los cubillos laterales, la sacristía -que se ubicaría en el terreno de los actuales jardines- y las esculturas que se ubicarían en toda la balaustrada.
La finalización de la obra conllevaría retomar los trabajos en profundidad que se detuvieron por falta de fondos en 1788. Más de 230 años después, la Diócesis propone realizar un proyecto que, al menos, soluciona los problemas de filtraciones al interior, a pesar de la obra realizada por la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el año 2009.
Ya a inicios del siglo XXI se acentuaron los problemas de filtraciones de agua en el interior de la Catedral. A fin de solventar las humedades del templo, los responsables autonómicos de Cultura proyectaron la “segunda piel” para las cubiertas, para la que se destinó 1,9 millones de euros siguiendo el proyecto realizado por el arquitecto Juan José Jiménez Mata, quien ganó un concurso de ideas convocado en el año 2004.
En aquellos años se esperaba que la construcción solucionase de manera definitiva los problemas y permitiese la eliminación de las mallas que, al interior, impiden la caída de piedras al suelo catedralicio. Sin embargo, las condiciones climáticas de la ciudad resquebrajaron la solución y en las cámaras de aire que separaban el exterior y las cubiertas renacentistas se acumulaba la lluvia. Antonio Garrido Moraga, en su etapa parlamentaria, defendió el cambio de proyecto por las filtraciones que ya se producían en 2011. El actual consejero de Presidencia, Elías Bendodo, abogó por realizar una solución definitiva en 2018, antes de llegar a la Junta.
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