Los cambios que necesitará el Guadalmedina para que los puentes plaza sean viables

El proyecto está presupuestado en 125 millones de euros en estos momentos

En su punto más crítico, el agua se quedaría a 1 metros de la estructura, que es el mínimo que requiere Emasa

Málaga activa la contratación del diseño para los puentes plaza del Guadalmedina dos días después de la DANA

El río Guadalmedina, este viernes. / Javier Albiñana

El Ayuntamiento de Málaga ha sacado a licitación el anteproyecto para su proyecto en el Guadalmedina, que contempla los llamados puentes plaza este jueves, dos días después de que lo aprobase la empresa municipal Promálaga en consejo de administración. De los documentos en los que tendrá que basarse la empresa que gane el concurso se disciernen, al menos a priori, los cambios que deberá sufrir el lecho del Guadalmedina para que esta nueva infraestructura sea viable.

El anteproyecto lleva anexo un pliego de condiciones técnicas y documentos de Emasa y Urbanismo, que determinan, por un lado, las actuaciones pretendidas y, por otro, los requisitos que debe cumplir para ser viable. Hay que recordar que el caudal de avenida calculado por la Junta en su punto más crítico (del Arroyo de los Ángeles a la desembocadura) es de 460 metros cúbicos por segundo. Esto teniendo en cuenta el periodo de retorno a 500 años, es decir, la avenida que se calcula que se da una vez cada siglos. De los documentos se extrae un resultado favorable a la ejecución del plan, siempre que se realicen adaptaciones previas en el cauce para que cumpla con los requisitos hidráulicos.

En concreto son tres los puentes plaza a estudiar en el anteproyecto, que tiene un presupuesto de licitación de 340.000 euros. El mayor de todos, que supone un embovedamiento parcial del río, discurre 350 metros en los puentes de Armiñán y la Aurora, es el que generará una gran plaza en la conexión de La Trinidad con el Centro. Además se prevén dos más, uno en Santo Domingo y otro en Campamento. Es esencial también en el proyecto el soterramiento del tráfico en los laterales del cauce donde aún discurre en superficie.

La primera intervención que marcan como imprescindible para que puedan ser viables todas estas acometidas (con un presupuesto de ejecución material de 125 millones en total para el conjunto del Plan Guadalmedina) y que señala Emasa –en base a una informe de la ingeniería Narval– es la "regularización del perfil longitudinal del lecho" ya desde aguas arriba del puente de Armiñán. Serán necessarios dos saltos hidráulicos con un cuenco disipador aparajedos. El primero, de 1,87 metros de altura antes de la Escuela Oficial de Idiomas –una hendidura en el lecho que se utiliza para amortiguar y reducir la velocidad del agua–y un segundo, de 2,22 metros, a la altura del Puente de la Aurora.

Entre la Escuela de Idiomas y Armiñán, Emasa exige una excavación del cauce central para mantener una pendiente del 0,47% en el río. Además, la empresa de aguas informa de que será necesario realizar un recalce del puente o ejecutar uno nuevo, aprovechando el desdoblamiento del tablero previsto en el plan.

Al sur de Armiñán es donde se prevé el embovedado parcial de 350 metros sobre el río. Narval entiende que podría ser factible, según sus cálculos. En este embovedado, donde está uno de los puntos más críticos o más cercano al requisito que marcan desde Emasa de que la lamina de agua durante una avenida debe mantenerse, como mínimo a un metro de la infraestructura. Los cálculos de la ingeniería lo sitúan 1,21 metros en el punto más al sur del embovedado. Cumpliría, incluso, en el caso de que se intriduzcan dos pilares de 80 centímetros de espesor como máximo para sustentar el embovedado o los puentes plaza.

El resguardo va al milímetro con lo pedido por la empresa de aguas en el puente plaza de Campamento en el que caso de que se opten por dos pilares de sujeción de 80 centímetros, en ese caso la diferencia entre la lámina de agua del tío y el bajo de la estrucutra estaría a justo un metro. En caso de no optar por los pilares, la diferencia aumentaría hasta metro y medio.

Los criterios de Urbanismo también exigen que la estrucrura resultante no supere más de un metro la actual rasante de las calles para favorecer la intefración entre ambas márgenes del río. Pero también piden que se eliminen árboles o arbustos en el lecho del río, a fin de que el agua baje con mayor fluidez y que se eliminen tanto los pilares del antiguo puente de Tetuán, como todas las feuntes, elementos ornamentos y escaleras o rampas que "invadan los muros actuales en vertical".

Todo esto, tendría un coste –actualmente, los ejecutores del anteproyecto deberán revisarlo– de 125 millones de euros. Las obras más caras comprendidas son las del soterramiento del tráfico en la margen izquierda del río entre Martínez Barrionuevo y Tetuán (23 millones de euros), el embovedado entre el Centro y la Trinidad (19 millones) y el soterramiento del tráfico de la margen derecha entre los puentes de Armiñán y Aurora (8 millones).

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