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Málaga/Las rebajas de este verano llegaron a su fin y los resultados no han cumplido con las expectativas que tenían los comerciantes malagueños, aunque han observado una pequeña recuperación gracias al turismo extranjero. Además, el sector insiste en que a pesar de la inflación sigue siendo más rentable adquirir productos en rebajas.
En un primer momento, cuando a principios de julio comenzaron las rebajas, los trabajadores informaron de que esperaban una mayor afluencia de público y pensaban que la situación mejoraría a lo largo del verano. Los dependientes coincidían en que la población antes de invertir su dinero en ropa, prefería destinarlo a salir un fin de semana y algunos puntualizaron que muchas personas no habían esperado a las rebajas para renovar el armario.
Agosto llegó y las rebajas seguían presentes en los comercios malagueños. Las segundas, terceras e inclusos las cuartas se encontraban dentro de las tiendas y según sus trabajadores los números de ventas no se acercaban a los anteriores a la pandemia, sino que habían disminuido a lo largo del mes de julio porque la población ya no estaba comprando tantas prendas.
A pesar de la bajada de las ventas, los dependientes remarcaron que el turista extranjero era el que más estaba comprando en estas rebajas porque al acudir a las tiendas compraban sin fijarse en el dinero que se gastaban. Además, gracias a estos visitantes la previsión de consumo que había para entonces se cumplió.
Después, los escaparates de las tiendas tenían colgados los últimos carteles de descuentos de la temporada de verano. ‘Últimos días hasta un 70% de descuento’; ‘liquidación verano/invierno’; ‘rebajas en el interior’ son algunos de las frases que se podían leer en las tiendas de Málaga. Con el fin de las rebajas y haciendo un balance final, el sector coincide en que estas no han cumplido con las expectativas que tenían, ya que esperaban más porque estás han sido las primeras rebajas de verano después de dos años de pandemia en la que se ha vuelto a viajar.
La subida de los precios de todos los productos y la inclinación de la población por ahorrar e invertir el dinero en ocio u otros artículos ha hecho que los resultados no sean los esperados. La Federación de Comercio de Málaga ha observado en esta época de rebajas que ha habido una leve recuperación, tanto en julio como agosto de las ventas. Las cifras de este año son similares en 2019, ya que en aquel momento de media cada persona destinó entre 90 y 100 euros a las rebajas y este 2022, los datos que ha recabado Fecoma apuntan que la inversión media es muy similar. A pesar de que ha habido una recuperación en consumo, el beneficio neto del empresario no es el mismo. Esto quiere decir que a pesar de que la población se puede haber gastado de media unos 90 euros, se han llevado menos productos porque estos estaban más caros y como consecuencia el dinero recaudado es menor al que se esperaba.
En 2019 el beneficio neto del empresario se encontraba en torno al 20% y este verano se ha reducido y se encuentra entre el 7 y 10%, según Fecoma. Por tanto, los clientes compran menos productos y pagan más. Además, esto ha desembocado en que el nivel de contrataciones sea muy inferior al de otros años porque el empresario no tiene dinero suficiente para invertir en el contrato de un nuevo trabajador.
Cierto es que el turista extranjero ha sido el que ha salvado las rebajas de los comercios de proximidad y las pymes, según informa a este periódico José Luis Díaz, letrado portavoz de la Federación de Comercios de Málaga. Aunque a Málaga también llegan turistas nacionales, estos no han invertido tanto dinero como lo han hecho los extranjeros que han llegado a la Costa del Sol.
En este sentido, Salvador Pérez, presidente de Málaga Comercio, sostiene que el hecho de que estas rebajas no hayan sido como esperaban se debe a que han perdido su atractivo debido a “los descuentos continuados que hay en todas las tiendas durante el año”. Por lo que, insiste en que estas ya no tienen el impacto social que tenían hace unos años. Además, sostiene que el turista, sobre todo el nacional, ha decidido invertir su dinero en ocio antes que en comprar y esto ha hecho que “el período de rebajas haya sido muy tranquilo”.
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