El recelo ante la Málaga tecnológica
Un diario catalán se felicita de que, pese al desarrollo que ha vivido la provincia en los últimos años, todavía no pueda hacerle sombra a Barcelona
Una potente tecnológica se instala en Málaga y prevé alcanzar los 100 empleos
Málaga/En los últimos 15 años, Málaga ha vivido un cambio en su paradigma tecnológico. Una constante evolución que, en ocasiones, ha hecho que el nombre de la provincia vaya acompañado del apellido Valley, en referencia a la región californiana que aglutina las mayores compañías emergentes del mundo. El congreso Mundo Internet en 2007, la llegada de Google en febrero de este año con su centro de excelencia en ciberseguridad, Vodafone y su punto de desarrollo de nuevas tecnologías, sedes de sociedades como Telefónica, Ericsson y Seat, así como las casi 650 empresas que se encuentran instaladas en el Parque Tecnológico, son elementos que posicionan a Málaga en un lugar destacado dentro del mapa empresarial.
Sin embargo, diferentes expertos admiten que el auge que se ha vivido en la provincia no permite establecer un paralelismo directo con Madrid y Barcelona, las dos ciudades que a día de hoy capitalizan el foco de atención tecnológico en España. El diario ARA, en su artículo Barcelona y Madrid, los obstáculos del ‘Málaga Valley’, recoge las opiniones de distintos expertos que analizan cuál es el papel real que juega la provincia en este tablero.
Sergio de Juan-Creix, profesor colaborador de los estudios de derecho de la UOC y abogado especializado en el sector digital, explica al periódico catalán que no descarta la transformación de Málaga en un Silicon Valley europeo, pero que la ciudad condal lleva “mucha ventaja”, además de la rivalidad existente con Madrid. Asegura que, pese a no haber un éxodo de empresas, la inestabilidad derivada del separatismo, ha hecho que la ciudad andaluza se convierta en una “alternativa”, gracias también a la inversión existente en la comunidad autónoma.
El profesor de la UB, Albert Torruella relata en ARA que “hay indicadores” que muestran la distancia que separa a Málaga de Madrid y Barcelona. La mayoría de las ofertas de trabajos tecnológicos presentes en Infojobs proceden de estas ciudades. Algo similar ocurre en LinkedIn: “La diferencia es de 450 y 400, respectivamente, frente a 40”, señala como ejemplo.
La catedrática de historia económica de la Universidad de Barcelona, Paloma Fernández, cree que no es habitual ver cómo un territorio “sin tradición tecnológica” sobrepase repentinamente a otras ciudades que arrastran en su pasado un papel clave en el desarrollo tecnológico: “Un entorno así no se crea a través de pactos entre gobiernos y empresas, por mucho que sean Google o Facebook”, recoge el artículo de ARA.
De igual modo, esta experta opina que, una vez que pase la inestabilidad derivada del coronavirus, la crisis y la independencia, “la competitividad de la capital catalana” volverá a recuperar “su sitio”: factores como la cercanía con Francia, el modelo universitario “más sofisticado”, un sistema institucional “más atractivo” e inversores “más educados en el mundo tech” son algunos condicionasteis: “Es más posible que una start-up se sostenga en Barcelona que en Málaga. Por lo tanto, ¿Málaga hará sombra en Barcelona? Rotundamente no”, concluye.
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