Con el recuerdo del 1 febrero de 2009 en la memoria

Casi cinco años han pasado ya de aquel 1 de febrero de 2009 en el que un tornado, el más grave ocurrido en España en los últimos 150 años, arrasó todo lo que encontró a su paso en la zona oeste de Málaga capital. El de ayer no fue ni por asomo tan devastador como aquel. Las cifras de destrozos, afectados, velocidad que alcanzó el viento, indemnizaciones pagadas y ayudas que dejó tras de sí aún hoy en día siguen impresionando, pese a que por suerte todo quedó en un mal recuerdo.

Según los daños que causó, los meteorólogos concluyeron que la velocidad del tornado se situó entre los 185 y los 220 kilómetros por hora, lo que llevó a calificarlo como de categoría EF2 en la llamada Escala de Fujita Mejorada. En apenas cinco minutos, el tornado recorrió una distancia aproximada de cuatro kilómetros desde que se formó sobre las 21:25 de la noche de aquel domingo en el polígono Valdicio, a la altura del hotel Ibis en la ronda oeste de la ciudad. Un momento para el recuerdo.

Se dieron muchas cantidades y estimaciones de los cuantiosos daños materiales provocados por aquel fenómeno sin precedentes en la ciudad, pero no fue hasta varios años después cuando se ha sabido realmente lo que costó al Consorcio de Compensación de Seguros semejante catástrofe. Un total de 5.393 afectados por el tornado recibieron 19.305.051,08 millones de euros, una cifra total que se quedó muy lejos de los ocho millones de euros que se calcularon en un primer momento.

Ventanas y cristales rotos, paredes derribadas y cubiertas de edificios arrancadas, vehículos, comercios, naves industriales y comunidades de propietarios en la zona de Nuevo San Andrés, Camino San Rafael y la calle La Unión se llevaron el grueso de los destrozos que provocó la intensidad del viento.

Duró apenas unos segundos, en lo que seguramente fue el minuto más largo de las vidas de miles de malagueños. Pero la reparación de los cuantiosos daños que dejó tras de sí el tornado que en la noche de aquel domingo cruzó parte de Málaga llevó meses. Sin embargo y pese a la caída y vuelo de miles de objetos, muchos cortantes, milagrosamente no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, aunque se registraron 21 heridos.

Los números dan una idea del impacto que tuvo. Más de 120 toneladas de escombros recogidas en unas horas por los efectivos de Limasa y los Servicios Operativos, 120 árboles arrancados de cuajo, más de 400 vehículos siniestrados, alrededor de 1.600 consultas telefónicas por daños y 655 peticiones de ayudas canalizadas.