“Con la reforma de Escrivá se perderían de 10.000 a 12.000 autónomos en Málaga”
Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga
El también presidente de Maskom alerta de que las nuevas cuotas que plantea el Gobierno pueden afectar mucho a Málaga, ya que, afirma, el 55% del tejido empresarial son trabajadores por cuenta propia
Sergio Cuberos, presidente de Supermercados Maskom, es también presidente de la Cámara de Comercio de Málaga desde finales de 2019. Eso significa que ha dirigido esta institución solo unos pocos meses en situación de normalidad. El grueso de los dos años en el cargo han sido en pandemia. Él mismo pasó el Covid en marzo de 2020 y llegó a estar hospitalizado. Ahora hace balance de este tiempo convulso y, sobre todo, repasa la situación de las empresas malagueñas, y especialmente de las pymes y los autónomos.
–¿Qué balance hace de su labor? ¿Qué ha hecho la Cámara para ayudar a las empresas durante la pandemia?
–La pandemia ha propiciado una digitalización bastante importante de la Cámara de Comercio. El certificado de origen para poder exportar se ha digitalizado totalmente. También hemos actualizado la web, y hemos agilizado los trámites internos con planes como TIC cámara. Hemos fortalecido departamentos como el de comercio exterior, que se ha digitalizado al 100%. En el tiempo de la pandemia la Cámara casi duplicó los certificados de origen para exportar. Muchas empresas se pusieron las pilas y empezaron a internacionalizarse. Ya tienen el certificado 4.668 empresas, de las cuales 960 son exportadoras regulares.
–¿Cómo valora las ayudas a comercio y hostelería, sobre todo las directas?
–Los que representamos a las empresas estamos muy molestos. Las ayudas a las empresas han sido pocas y malas. Los numerosos tramites y las exigencias han hecho inviable que se pudieran satisfacer las necesidades. En Alemania, todas las empresas cerradas o con facturación menor de lo normal siguen con ayudas, y ayudas directas. Aquí no. Aquí se nos cerró, se nos ha obligado a que tengamos que estar con una serie de horarios y sin ayudas apenas. El sector del ocio sigue muy castigado y no hay ninguna ayuda directa.
–Al menos sí parecen haber funcionado los créditos ICO pero ahora (a partir de abril) hay que empezar a devolverlos, ¿Lo podrán hacer?
–Han ayudado a que esas empresas se mantengan, pero la facturación o ha seguido siendo cero o ha crecido sin llegar a una situación de normalidad en las finanzas como para poder hacer frente ahora a la devolución. No están financieramente bien como para poder devolverlos. Pedimos, y me consta que se está trabajando por parte de las entidades bancarias, un aplazamiento de un año para devolver lo prestado.No olvidemos que los intereses sí se están pagando. También trabajamos con el Gobierno central para que la protección que hay para que las empresas no se tengan que declarar en concurso se mantenga hasta junio. Hay que intentar proteger a estas empresas para que puedan intentar levantarse. Si no, muchas irán a concurso y seguramente a liquidación. El 80% de nuestras empresas son de servicios y hay sectores muy tocados, como agencias de viajes, autobuses, hostelería, hotelería, ocio... Hay que dar a estas empresas la oportunidad de llegar a una normalidad en la facturación, una normalidad que ha sido interrumpida por las distintas olas y últimamente por el tsunami de la sexta ola.
–O sea, para devolver los créditos y que estén sin proteger para los concursos, las empresas deben volver antes a la normalidad absoluta.
–Si no han tenido facturación ni ayudas, ¿de donde sacas para devolver el dinero? Y ha estado con sobrecostes importantes. Si no se le deja que vuelvan a una normalidad para que empiecen a devolver las abocaríamos a seguir endeudándose más.
–Se está dando la sensación de que las bajas laborales por la variante Ómicron las están sabiendo solventar más o menos bien las empresas. ¿Es así, o realmente sí están afectando mucho?
–Claro que afecta. Hay bastante hostelería y comercio que, o bien ha cerrado, o no ha podido dar un buen servicio. Hay hoteles que se encuentran con una plantilla muy mermada. Al cliente no se le ha dado el servicio que se presta normalmente. Estamos dando servicios mínimos. Si a un restaurante le faltan camareros o cocineros al final da un servicio peor. Se habla de contratar, pero contratar en tan poco espacio de tiempo no es una solución. Tienen que contratar otro camarero que sepa del negocio y de ese negocio en concreto. Y todo revierte en una menor facturación, en un incremento de costes y en una merma de la productividad.
–Da la impresión, además, de que la Administración ha mirado para otro lado en este tema.
–Se ha tenido que buscar una solución rápida porque toda la atención primaria se ha colapsado. Pero se pueden aceptar bajas sin que el médico ni nadie haya hecho comprobación del test. Están ahí las mutuas, que lo pueden hacer. También creo que va llegando el momento en que se esas bajas se puedan ir reduciendo a cinco días. Estamos viendo que en el peor de los casos hay uno o dos días de fiebre. Tenemos que entender que parte de todas estas bajas las pagamos entre todos.
–¿A cuánto calcula que asciende el coste para las empresas?
–A día de hoy casi el 20% de las plantillas ya han pasado el Covid y es algo que todavía se sigue alargando. Parece que la ola va pasando, pero eso no significa que no siga afectando a las empresas. De hecho, casi no hemos notado que esta ola vaya pasando. El 20% es de media, hay empresas que han cerrado.
–Ya no se habla de la crisis de suministros y de la subida de precios, pero sigue ahí, ¿no?
–En esta reactivación uno de los nubarrones es la inflación. Y a ver cómo la paramos. Porque la empresa a la que le sube n el 200% la electricidad y el 60% los carburantes al final tiene que repercutirlo. En 2021, las empresas han aguantado mucho la subida de las tarifas, pero viendo que este tema no va a pasar tan fácilmente los costes los van a repercutir, sobre todo en este primer trimestre. Eso va a hacer que la recuperación sea bastante más lenta y que el consumo sea menor. Debemos intentar que esto vuelva a la normalidad lo antes posible, pero no va a ser fácil.
–¿Hará la inflación que haya que subir los salarios en la misma medida? ¿Y cómo afectará a todo esto la reforma laboral que se avecina?
–Primero, estamos intentando llegar a un acuerdo con los sindicatos para buscar un punto intermedio, una base para la negociaciones de los convenios. Respecto a la reforma laboral, tenemos que ver cómo se va a aplicar, porque va a significar un reajuste en la forma de contratar. Una de las cosas que contempla es hacer al personal indefinido, que la mayoría sea fijo. Esto venía ocurriendo ya, aunque también es verdad que algunos contratos se hacían en fraude de ley, se utilizaba la temporalidad en exceso. Pero también hay que buscar una flexibilidad. Si las empresas tienen que hacer un ERE para poder ajustar sus plantillas después lo van a tener más difícil para contratar cuando tengan una necesidad. Hay algunos sectores a los que la contratación se les complica mucho, como la construcción. El campo también está muy quejoso y después está el tema de la hostelería. Por ejemplo, un catering: si yo tengo un evento para 200 personas y no se cuando voy a tener otro, qué hago. Se me dice que haga fijos discontinuos pero eso solo lo puedo hacer cuando hay una estacionalidad pero no una punta de necesidad imprevista. Ajustar todo esto creo que va a costar trabajo. Y esperemos que las Cortes la aprueben conforme está redactado el acuerdo, porque esa es otra.
–Me dice que usted es partidario de una interpretación flexible de la norma.
–Soy partidario de adaptarla a cada sector. Habrá que ver cómo se adapta y cómo se interpreta. Nos hubiera gustado una reforma más ajustada a cada uno de los sectores. Está bien lo de que haya más fijos, pero hay que buscar como adaptarnos a nuestras necesidades.
–Otra batalla que tienen planteada los empresarios, en este caso los autónomos, es la propuesta de cotizaciones sociales de José Luis Escrivá.
–Nos preocupa. En Málaga, el 55% del tejido empresarial es de autónomos, y nosotros calculamos que de 10.000 a 12.000 desaparecerían aquí por la subida de las cotizaciones, además de darse un incremento de la economía sumergida. Muchos autónomos ya están justos... Y si tu le obligas a cotizar por una previsión de lo que van a ingresar... Porque una cosa es lo que ingreso y otra cosa es cuales van a ser mis beneficios al final del ejercicio. Se te tiene que imputar una cuenta de resultados y la cuenta de resultados de la mayoría de autónomos es muy justita. En uno de los escalones últimos (son 13 escalones de cotización creciente según ingresos netos) el incremento es de 1.000 euros. Pasas de estar pagando doscientos y pico euros a 1.200. La cuestión es sobre qué se aplica la cotización. Si va sobre lo neto tendrá que pasar un año. ¿O va a ir sobre lo que tú crees que vas a ganar ese año? Además, no se ha hablado con las asociaciones. Qué mínimo que se vean los pros y los contras antes de sacar esto.
–Vamos con la evolución de Málaga capital. Parece que puede salir de la pandemia mejor de lo que entró. Cada vez es más un foco de atracción para inversores.
–En 2020, Málaga fue la ciudad en la que más cayó la economía de toda la península, un 17%, pero también es de las que más iba a crecer. Se esperaba un 6,5% y vamos a quedar en algo más de 5%. No se ha conseguido el ritmo esperado porque el sector servicios todavía está tocado. Pero también es verdad que caímos un montón en número de empresas y ya hemos cerrado 2021 en 55.561, casi las que había en 2019. Nos hemos recuperado sin estar la actividad comercial tan boyante. En el tema hotelero, Málaga puede tener 10 hoteles de cinco estrellas en unos años. Si se invierte en eso es porque las empresas entienden que va a haber una necesidad a cubrir. La reactivación económica va a a traernos un turista de mayor poder adquisitivo. Esto no significa no vaya a un proceso duro. Habrá bastantes empresas que caigan y habrá sectores que sufran, como el comercio. En lo positivo, la Málaga tecnológica crece, las empresas quieren instalarse en el Málaga TechPark pero también en el centro y hay que buscar oficinas para todas estas empresas.
–¿Cómo hacemos para que el atractivo tecnológico de Málaga y la llegada de tantos trabajadores especializados repercuta en positivamente en la ciudad y en el malagueño medio?
–Con la formación. Tenemos que hacer un sitio a la FP dual. Necesitamos formar. Todas las empresas estamos requiriendo base tecnológica como pilar de nuestro fortalecimiento y de nuestra diferenciación.
–¿Y no hay suficiente FP como para dar servicio a las empresas?
–No, ni normal ni base tecnológica. Nosotros hemos llegado a un acuerdo con el ayuntamiento, la Fundación Incyde y el Polo de Contenidos Digitales para ayudar a formar chavales en el sector del videojuego. Las empresas los están reclamando.
–También están los ingenieros que salen de las universidades, no solo la FP, ¿no?
–Hacen faltan ingenieros en mayor número de los que es capaz de sacar nuestra universidad. Pero también hace falta gente de segmentos medios, hace falta que la FP dual saque a montones de chavales de base tecnológica. No hace falta tener muchos ingenieros en las empresas, pero sí alguien que tenga unos conocimientos de digitalización para poder ayudar a esa pyme a ir para arriba. No es solo hacer una página web, es ponerse manos a la obra para hacerse visible en la red. Si no sabes los fundamentos no pueden. Para eso no hacen falta ingenieros ni especialistas en marketing digital, sino dos o tres cursos en un nivel más básico.
–Otro tema que preocupa a las empresas es el de los fondos europeos Next Generation. ¿Qué percepción hay en la Cámara de Comercio respecto a la gestión por parte del Gobierno?
–Los fondos no están llegando. A día de hoy, solamente han llegado 104 millones de euros a las empresas en toda España. Eso es nada. Y es un problema, porque en el empresariado tenemos puesta mucha ilusión en estos fundos. Desde la Cámara de España estamos intentando poder ser una de las instituciones que muevan estos fondos, pero a día de hoy no hay nada cerrado. Los fondos para la digitalización de las empresas los estamos cogiendo de fondos europeos anteriores, pero no de los Next Generation, de otros planos.
–A Málaga, por tanto, al menos a la Cámara, no ha llegado nada.
–Nada, ni tampoco la Confederación de Empresarios De Málaga (CEM). Ni a las empresas.Sabemos que el Gobierno trabaja sobre nichos como el de los coches eléctricos. Y que está llegando a través de la Junta de Andalucía algo para eficiencia energética, pero no una cantidad importante para a acometer fuertes inversiones.
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