"Todos los refugiados tienen algo en común, el mensaje es que nunca hay que perder la esperanza"

OMAR MOHAMED Y VICTORIA JAMIESON | ESCRITORES

Los autores de la novela gráfica 'Cuando brillan las estrellas', una historia de superación que cuenta las vivencias de Omar Mohamed cuando era niño, conversaron en una conferencia celebrada en el COMICMED

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Mohamed y Jamieson en el Polo Digital durante la entrevista.
Mohamed y Jamieson en el Polo Digital durante la entrevista. / Carlos Guerrero

Cuando brillan las estrellas no es solamente la historia de un niño que tiene que dejar su tierra para sobrevivir, sino la de todas aquellas personas que por conflictos o catástrofes se ven abocadas a esta situación. Así la concibe su protagonista y coautor, Omar Mohamed, quien en su camino en busca de un destino mejor perdió a su padre y se separó de su madre para pasar buena parte de su infancia en un campo de refugiados de la ONU en Kenia, tras dejar Somalia, junto a su hermano Hassan. A partir de ahí Mohamed comenzaría una carrera, primero, por seguir formándose; luego, por ayudar a los demás fundando la ONG Refugee Strong; y por último dando a conocer su historia de superación con esta novela gráfica dirigida a niños, escrita a cuatro manos con la laureada autora norteamericana Victoria Jamieson. El relato, entre otras distinciones, obtuvo el premio a Mejor Libro del Año 2022 del Comité del Libro Infantil de Bank Street. De todo esto, y mucho más, conversarían ambos durante la primera edición de COMICMED en Málaga organizada por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo en colaboración con el Polo Nacional de Contenidos Digitales.

Pregunta.¿Como surgió realmente la colaboración?

Respuesta.Omar Mohamed (OM): Trabajaba en Church World Service (CWS), una agencia de ayuda a los refugiados, ya en Estados Unidos, en la que llevaba unos seis años gestionando proyectos, y dio la casualidad de que ella se presentó como voluntaria y nos conocimos.

R.Victoria Jamieson (VJ): Sí. De hecho, cuando eso pasó él ya había empezado a escribir sus vivencias, tenía un borrador con varias páginas, a raíz del que nos sentamos y nos pusimos a trabajar, fue todo muy fluido.

P.Es un relato duro ¿Pensaron desde el primer momento que esta historia tenía que hacerse en un formato de novela gráfica o había otras propuestas sobre la mesa?

R.(OM): La verdad es que por mi parte no estaba muy seguro. No sabía en realidad en que me estaba metiendo porque era algo nuevo para mí. Como decía Vicky, tenía parte de mi historia redactada y puede decirse que fue ella quien me convenció. Pero al final creo que sí que fue la mejor opción. Es un formato muy visual que permite al lector familiarizarse con la narración y las ilustraciones.

R.(VJ): Siempre he trabajado la novela gráfica, entonces lo pensé en esa clave desde el principio. Además, Omar me describía cosas que nunca había visto, porque nunca he estado en un campo de refugiados y no sé de primera cómo son, por lo que pensé que una novela gráfica podía mostrar a los niños, el público al que va enfocado, de una manera más sencilla cómo son los aspectos más cotidianos allí: de una casa a una escuela.

P.Al final, la obra se ha convertido en toda una referencia por su apoyo a los refugiados. ¿La intención fue en todo momento agitar conciencias con ella o eso llegó después?

R.(OM): Para mí, la principal motivación fue contar lo que yo viví y lo que están viviendo otras personas. Todos los refugiados tienen algo en común, que es que tienen que huir de su país. Por eso suelo decir que mi historia es la de cualquiera que ha tenido que dejar su tierra sea Somalia, Afganistán o Palestina. Además, en las guerras los que pagan el precio más alto son siempre los niños. Yo era un niño cuando me marché. Quería hacer también una reflexión para saber hasta qué punto fue una decisión mía o si fueron las circunstancias las que me obligaron.

R.(VJ): Por mi parte, cuando escribo un libro mi intención no es lanzar un mensaje. Los niños lo van a percibir de todas formas porque va implícito. Al trabajar con Omar lo que quería era contar unos hechos con base real de la manera más clara y directa posible. Quienes lo lean tendrán que sacar sus propias conclusiones.

P.Pese a la dureza del relato la esperanza se mantiene en todo momento, imagino que esto sí que es algo más premeditado para lanzar el mensaje de que todo se puede superar.

R.(VJ): Como era un libro dirigido a un público infantil debatimos mucho este aspecto. Había partes de la historia de Omar que eran muy crudas, que no podían ser contadas a los niños porque son difíciles. En las novelas gráficas podemos mostrar a veces escenas en las ilustraciones sin que aparezcan en el texto, eso nos dio cierto juego. Lo gestionamos con cuidado.

R.(OM): Cuando he ido alguna vez a colegios a presentarlo lo he explicado: sólo se cuenta un 30 o un 40% de lo que viví. Pero queríamos transmitir mensajes como que no hay que perder la esperanza, que nunca hay que abandonar y que no hay que darse por vencido. También queríamos trasladar que en otras partes del mundo hay niños que están pasando por situaciones más difíciles que las suyas propias.

P.¿Piensa que los norteamericanos tienen una idea más o menos fiel de lo que está ocurriendo en su país y en otros de la zona?

R.(OM): Puede que no conozcan lo que ocurre al 100%. Ese fue uno de los motivos que me impulsaron: dar voz a quienes no la tienen. Si yo no llego a hacerlo, puede que otros lo hagan de manera incorrecta. La gente ve las noticias, sí, hay quien está al corriente, pero a menudo no se cuenta desde todos los ángulos. Es importante que los protagonistas sean quienes hablen, no que lo hagan otras personas en su nombre.

P.¿Tienen algún otro proyecto juntos en mente?

R.(VJ): Literario no.

R.(OM): Ambos somos voluntarios de Refugee Strong, una ONG que yo mismo fundé con la idea de empoderar a los niños refugiados. Les facilitamos materiales escolares, hemos construido ya dos bibliotecas y recaudamos fondos para seguir trabajando. Todos los años vuelvo al campo de refugiados para llevar suministros. La mayor parte de los donantes son jóvenes que han leído nuestro libro y quieren ayudar a niños como Omar y Hassan.

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