La remodelación del parking de La Marina se queda en un apaño
Se va a redistribuir un espacio de 60 plazas para convertirlo en uno de 40 más grandes, pero el resto queda igual Smassa alega problemas económicos y de oferta
La redistribución del aparcamiento de La Marina, que fue aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos a finales de abril en la Comisión Municipal de Ordenación del Territorio y Movilidad ante la extrema estrechez de las plazas, se va a quedar finalmente en un apaño, pues solo afectará al 14% del recinto. Los gestores de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) presentaron ayer en el consejo de administración en qué consistirá esa remodelación de forma verbal, aunque sin planos ni documentos por escrito, algo que fue criticado por los partidos de la oposición. La idea planteada por Smassa es, según explicó Elvira Maeso, concejala de Movilidad, rediseñar una zona céntrica del aparcamiento en el que actualmente hay 60 plazas, repintar las líneas y convertirlas en 40 plazas de mayor tamaño "que serían de talla XL para vehículos grandes". En principio, según Maeso, no se prevé que sean plazas para familias -como sí hay habilitadas en otros aparcamientos municipales- sino que serán de entrada libre para vehículos de mayor dimensión.
Esta medida implicaría la pérdida de 20 plazas, de un total de 430 existentes. La concejal subrayó que no se reducirá más el número de plazas, con el consiguiente aumento de tamaño de las resultantes, por un motivo económico y para no afectar a la demanda que tiene esta céntrica infraestructura. "Si quitamos muchas plazas estamos dando menos servicio y también perderíamos más dinero, por lo que hay que analizar esas dos cosas", comentó. En estos momentos las plazas existentes en La Marina tienen una anchura de 2,2 metros. Si todas se ampliaran hasta los 2,5 metros que rige la normativa actual sería necesario eliminar 109 plazas y, según las cuentas de Smassa, eso implicaría reducir su facturación anual en 700.000 euros. Si se hace la misma proporción, la reducción de las 20 plazas propuestas tendrá un impacto económico en la facturación de la sociedad municipal de 128.000 euros, una cantidad sensiblemente inferior. Maeso subrayó que el lucro cesante por la pérdida de esas 20 plazas durante el tiempo de concesión que queda por este aparcamiento -cuyos dueños son el Ayuntamiento de Málaga (51%), Unicaja (24,5%) y Empark Aparcamientos y Servicios (24,5%)- rozaría los 4 millones de euros.
Esa pérdida se produce, además, en un contexto de mayor debilidad en los ingresos porque, según la concejala, la tasa de ocupación del aparcamiento de La Marina se ha reducido en un 13% desde el inicio de los desvíos de tráfico por las obras del Metro. A este parking se puede entrar por el paseo de los Curas, viniendo de la zona este sin problema, y por la Alameda si se viene desde el oeste. En este último caso, los vehículos entraban de forma directa por la Alameda antes de las obras pero ahora hay que dar un rodeo y acceder por la calle Córdoba, por lo que se están perdiendo clientes. Maeso indicó que también se está reduciendo la tasa de ocupación por las obras en el parking de la avenida Andalucía.
El aparcamiento de La Marina se construyó en 1985 con la normativa de la época, que exigía una anchura mínima de 2,2 metros por plaza. Hoy en día, con la existencia de vehículos cada vez más grandes, esa distancia es insuficiente y los conductores, aún teniendo bien estacionados los coches, tienen serios problemas para entrar o salir por la puerta porque chocan con el de al lado. En numerosas ocasiones los usuarios han tenido incluso que llamar a la grúa para que muevan el vehículo anexo y poder salir. Los conductores vienen denunciando la situación desde hace años, pero el tema volvió a salir a la palestra en abril cuando el PSOE exigió en la comisión de movilidad que se repintara y se reordenaran las plazas ante su "extrema estrechez". Hubo un acuerdo unánime entre todos los partidos para hacerlo, pero el plan que ha presentado Smassa es el mencionado.
Lorena Doña, concejala socialista, aseguró ayer que "no hemos aprobado nada porque no nos han dado ningún documento, ni tan siquiera un plano de cómo quedaría la remodelación", algo que según Maeso se hará en las próximas semanas para proceder a su aprobación -el PP y la parte privada son mayoría en el consejo-. Doña reconoció que una pérdida de plazas implicaría menos oferta y menos ingresos, "pero tenemos que ver cuál es la mejor opción y para ello también nos gustaría contar con la opinión del comité de empresa". "Nos gustaría saber si hay más alternativas porque ayer todo fue verbal y, además, habría 40 plazas de mayor tamaño, pero en el resto seguiría habiendo el mismo problema".
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