Rescate en un refugio de galgos en Cártama: "Perdimos todo con la DANA, lo reconstruimos y lo hemos vuelto a perder"

Guardia Civil y Bomberos sacan a seis voluntarios y 16 perros que se quedaron atrapados por la crecida del Guadalhorce

El río Guadalhorce se desborda a su paso por la Estación de Cártama y hay 3.500 niños sin clases

Un momento del rescate del refugio en Doña Ana.
Un momento del rescate del refugio en Doña Ana. / Javier Albiñana

Esta noche, casi no han dormido los miembros del refugio Galgos en Familia, de Cártama. Estaban pendientes del río Guadalhorce y los peores presagios se cumplieron. Sobre las 5:00 de la mañana recibieron un aviso para sacar de allí a los animales. Fueron seis voluntarios y se quedaron atrapados por el desbordamiento del cauce. Así que finalmente, la Guardia Civil y los Bomberos tuvieron que rescatar a estas personas y a los 16 galgos y podencos que había en el lugar.

Una voluntaria abraza a uno de los perros.
Una voluntaria abraza a uno de los perros. / Javier Albiñana

"Entramos con el agua por las rodillas a intentar sacar a los perros, el río subió y ya no podíamos salir. Tuvimos que pedir ayuda. Esto es horrible. En la dana de octubre pasado perdimos todo, lo habíamos reconstruido y lo hemos vuelto a perder", resumía la voluntaria Dolores Alba, mientras efectivos de la Benémérita y del Consorcio Provincial de Bomberos ya se replegaban tras haber cumplido su labor. Tuvieron que entrar con una barca para rescatar a personas y animales. Al fondo, los limoneros lucían con el agua por la mitad de la copa.

Guardia Civil y Bomberos rescataron a seis voluntarios y 16 perros.
Guardia Civil y Bomberos rescataron a seis voluntarios y 16 perros. / Javier Albiñana

No hubo ni heridos ni animales ahogados. Todos estaban sanos y salvos. Pero había lágrimas. No sólo por lo de doy, sino por la reiterada situación que sufren cada vez que llueve. "Lo hemos perdido todo. Necesitamos ayuda económica, pienso, manos y un terreno en una zona que no sea inundable", resumía Dolores. Entre los miembros de la organización, cundía la convicción de que tienen que buscar otra ubicación porque no pueden estar periódicamente afrontando desalojos y reconstrucciones.

María Berlanga afirmaba: "Esto es inaguantable. Cada vez que llueve es un sinvivir". Ubicado a unos 500 metros del curso fluvial -en la zona cartameña de Doña Ana que se vio anegada por la crecida récord del Guadalhorce que llegó a los 5,46 metros de altura, superando el nivel rojo- el refugio tenía casi un metro de agua.

La presidenta de la institución, Gill Bruntone, recordaba que en 2016 también tuvieron que sacarlos con barcas. "Cada vez que llueve, tenemos que desalojar". La retirada de los efectivos de la Guardia Civil y los Bomberos, sobre el mediodía, se produjo entre los aplausos de los voluntarios. Los perros han sido repartidos entre las casas de algunos de ellos y una residencia canina de Alhaurín el Grande.

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