Finaliza el entubado del túnel vertical

Rescate de Julen en Totalán

Para la entrada de la brigada de salvamento minero restan añadir 12 metros de tubo sobre la boca de la perforación y rellenar el espacio alrededor para crear la plataforma de acceso

Un nuevo saliente dificultaba al tubo llegar al fondo del pozo retrasa el descenso de la brigada

Viñeta de Miki y Duarte

Totalán (Málaga)/El operativo de rescate de Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán el pasado 13 de enero, prevé que la brigada de Salvamento Minero llegada de Asturias acceda este jueves al túnel vertical de 60 metros de profundidad perforado para encontrarlo.

El proceso de entubado de los 60 metros del pozo vertical ha concluido en la madrugada de este miércoles, pasar proceder a añadir los 12 metros de tubo sobre la boca del túnel y a rellenar el espacio alrededor de este cilindro para crear la plataforma de acceso en esa cota.

El equipo tendrá que descender por el túnel de 60 centímetros paralelo al que se encuentra atrapado Julen. Desde el fondo tendrán que horadar la tierra, haciendo una galería horizontal de entre tres o cuatro metros por debajo del tapón del pozo original.

La última de las complicaciones se presentaba este miércoles por la tarde, cuando se toparon con un contratiempo en el túnel vertical de 60 metros construido con este objetivo. Según detallaron desde el comité asesor, un saliente en los últimos metros de la galería dificultaba la entrada del tubo en el pozo paralelo al que se encuentra el menor, lo que a su vez impedía que la brigada minera de Asturias pudiera actuar.

Hasta pasadas las 6:00 de este jueves trataban de resolverlo reduciendo el grosor de estos diez últimos metros que es donde se instalará la zona donde los mineros depositarán los escombros que vayan generando. Una medida que fue requerida por la brigada asturiana por razones de seguridad ante cualquier otra posible alternativa. Así, el diámetro de la galería vertical en este punto pasa de 1.10 a 0,90 metros.

Maquinaria, ayer, en la zona, poco antes de que surgieran las últimas complicaciones técnicas. / Javier Albiñana

El percance se produjo durante el encamisado o entubado de la prospección que una perforadora llevó a cabo en 55 horas. Este nuevo obstáculo estaba en los últimos metros del túnel. De ahí que, para acelerar el proceso, los técnicos optaran por trabajar directamente sobre el entubado y, de esta forma, reducir su diámetro en el tramo final, que tiene que apoyarse en el fondo del túnel vertical, según informaron desde la Subdelegación del Gobierno de Málaga.

Una obra de ingeniería sin precedentes que se ejecuta a ciegas y sin estudios previos –por la urgencia de rescatar a un niño de 2 años caído en un pozo de Totalán– y que ha movilizado a más de trescientas personas que trabajan en turnos para sacar al pequeño de las entrañas del Cerro de la Corona lo antes posible.

Así definía los trabajos de rescate el responsable del operativo, Ángel García, también delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, quien ya advertía de las complicaciones que previsiblemente tendrían que sortear los efectivos. El reguero de problemas técnicos surgidos durante estos diez días de agonía ha impedido que se cumplan los plazos previstos para llegar hasta el niño.

No obstante, será este jueves cuando, el rescate podría encarar su última fase, de gran complejidad, en la que serán protagonistas los ocho integrantes de la brigada de Salvamento Minero de Hunosa que desde hace ya varios días llevan a cabo la planificación técnica de su labor, decisiva para sacar al niño a través de una galería horizontal de cuatro menos que realizarán manualmente.

La solución pasaba por rebajar el diámetro en el tramo final del cilindro

Los mineros subían este miércoles repartidos en tres vehículos de la Guardia Civil hasta la zona en que se ubica el pozo en el que está atrapado Julen. El jefe de servicio del 112, Rafael Gálvez, pedía a los medios de comunicación que faciliten la tranquilidad de esta brigada, como ya hiciera la noche anterior García Vidal, el coordinador del dispositivo. Con la idea de garantizar la seguridad, los expertos solicitaron una plataforma de trabajo situada 12 metros por encima del pozo, desde la que se anclará todo el operativo de la jaula de 1,05 metros de diámetro y 2,50 metros de altura en la que bajarán al fondo del túnel vertical.

La brigada bajará de dos en dos en la cápsula que ha sido diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno, y fabricada por dos herreros malagueños. El operativo cuenta también con la unidad experta en explosivos de la Guardia Civil Tedax, que está preparada para, si fuera necesario por la dureza del terreno, realizar microvoladuras o pequeñas explosiones controladas que agrieten el material y faciliten su perforación.

El martes también surgió un nuevo problema técnico al comprobarse que los tubos no pasaban de los 42 metros de profundidad debido a unas irregularidades en las paredes. Los enormes cilindros que recubren la perforación no pasaban de la cota menos 40 y tuvieron que ser retirados para excavar de nuevo y dotar a ese tramo, unos 20 metros, de un ensanchamiento mayor. Desde la distancia, los cilindros colgados e inmóviles representaban un nuevo revés, un plazo más, incierto aún, para poder acceder al pozo donde cayó el pequeño de dos años hace ya diez días.

El tubo para proteger el pozo paralelo al que está Julen

“Seguimos trabajando sin descanso y sentimos cada vez que estamos más cerca de Julen”. Con estas palabras de aliento se expresaba el portavoz del equipo técnico, que explicaba que los trabajos de encamisado comenzaron a las dos y media de la madrugada del martes pero casi cuatro horas después, cuando habían alcanzado los 42 metros, se pararon. En ese momento, los técnicos se dieron cuenta que existía “una discontinuidad en las paredes de la galería vertical”, según el coordinador del comité técnico asesor. Una circunstancia que tildó de “habitual” en este tipo de perforaciones y material geológico.

Un nuevo escollo llegaba en una operación que, aparentemente, no debía de resultar especialmente compleja. “Ya no hay otros factores externos que condicionen los trabajos”, dijo en la noche del lunes. Sin embargo, se los encontraron nuevamente en esta incesante carrera de obstáculos. Esta desviación provocó que se barajaran otras soluciones posibles siempre pensando en criterios de tiempo y seguridad para el equipo de rescate. La Brigada de Hunosa, Asturias, lleva ya días preparada para poder entrar en el túnel y excavar manualmente, con la ayuda de herramientas como martillos neumáticos, la galería horizontal de unos cuatro metros que separa ambas perforaciones.

“La solución que hemos visto más adecuada es perforar y reperfilar las paredes. Esto es habitual en este trabajo pero el tiempo es el factor clave. Por eso se decidió iniciar el encamisado para perder menos tiempo”, indicó García Vidal quien pese a esos reveses quiso ser claro: “No duden que seguiremos apostando por la solución que ideamos al principio y que pronto dará sus frutos”.

El ingeniero señaló que los pasos a seguir pasan por eliminar esas discontinuidades con la broca que se utilizó inicialmente para hacer esa galería. Posteriormente se introdujo el encamisado de 42 metros para continuar con los 18 metros que quedaron pendientes para llegar hasta los 60. El paso siguiente era colocar un relleno de 12 metros suplementarios para elevar la plataforma “y dar seguridad al equipo de ya surgió.

Otra de las dificultades en el entubado ha sido encajar la ventana desde la que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo.

La situación ha originado que el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ya evitara este miércoles dar plazos sobre el rescate del pequeño, ya que los rescatadores, señaló, “ya trabajan con suficiente presión como para añadir más”.

Un helicóptero de la Guardia Civil llega a Totalán. / EFE/Daniel Pérez

En declaraciones a los periodistas, recordó que la altura del pozo donde cayó el niño “mide lo que la Giralda de Sevilla”. Así se pronunciaba mientras el operativo rebajaba la “rebabas”, tierra que sobresale del pozo, para que los tubos con los que se tenía la intención de “encamisarlo” pudieran entrar como paso previo a la bajada de los mineros, que se retrasa hasta hoy por los últimos percances técnicos.

Según Gómez de Celis, los efectivos “siguen trabajando con el anhelo de llegar a Julen lo antes posible” teniendo en cuenta que se trata de “una situación extrema inédita”. Asimismo, subrayó que el operativo continúa empleándose a fondo“con la máxima delicadeza para no dañar más al pequeño” que “ha sufrido una caída importante”, ya que el pozo “mide lo que la Giralda de Sevilla”, reiteró.

"La fe de muchos ha movido una montaña para hallar a Julen"

La subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, subrayaba ayer el empeño y energía que están demostrando los numerosos efectivos que participan en el rescate del niño. Y como ejemplo del incesante trabajo desarrollado afirmaba: “Dicen que la fe mueve montañas, y aquí literalmente la fe de muchos ha movido una montaña para hallarlo. Lamentablemente hoy –por el martes– no ha podido ser, pero allí siguen todos trabajando para llegar cuanto antes”, escribía la máxima responsable del Ejecutivo en Málaga a última hora de la noche.

No le faltaba razón. El Cerro de la Corona de Totalán, donde se encuentra el pozo en el que el pasado 13 de enero cayó el pequeño Julen, era hasta hace un semana un típico paraje de la Axarquía malagueña que, tras las labores de rescate del niño, ha sufrido una transformación radical. El tradicional paisaje de almendros en flor y olivos ha dado paso a una imagen que puede asemejarse a la de una explotación minera, y el cerro ha desaparecido tal y como era conocido por los vecinos de este municipio. Ayer por la mañana, la subdelegada volvía a hacer uso de las redes sociales para compartir impresiones.

“Empiezo el día sumándome de nuevo como una pequeña pieza de esa gran familia de colaboradores en el rescate. Cada hito, un chute de ánimo. Cada desafío, una razón para seguir luchando”, manifestaba. En declaraciones a los medios de comunicación, Gámez destacaba que el operativo cuenta con una energía “fuera de lo humano” y que los integrantes tienen “la misma ilusión” que desde el primer día, cuando las alarmas saltaron al conocerse que un niño de 2 años y medio había caído por un pozo de más de 100 metros de profundidad.

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