Rescate a la Universidad de Málaga: la Junta concede un préstamo de 48 millones, que implicará un plan de ajuste

La Universidad de Málaga (UMA) será rescatada por la Junta de Andalucía con un préstamo de 48,5 millones a un interés fijo del 1% con el que se pretende aliviar la situación de asfixia económica en la que está inmersa. La idea es que, con este crédito, con un periodo de carencia de tres años y un plazo máximo de devolución de 21, la institución académica pueda solventar su "problema financiero" y atender, además, las deudas generadas con empresas constructoras que se ocuparon de ejecutar obras y proyectos en distintas facultades. Así lo ha dado a conocer este lunes la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, que ha asegurado que este balón de oxígeno "no solo beneficiará a la Universidad sino a toda Málaga". "Era un problema que había que resolver. Nos pusimos manos a la obra para esta inyección económica, que supone que pueda seguir día a día prestando sus servicios académicos", ha precisado la también portavoz de la Junta.

Por su parte, el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha apostillado que la concesión del préstamo atiende "una situación complicada sobrevenida en los últimos años", pero garantizará su estabilidad financiera y el cumplimiento de sus funciones en los próximos años. La devolución de la cuantía, eso sí, está asociada a un "plan de ajuste" que seguirá las directrices que marca la ley orgánica del sistema universitario. Y ello se traducirá en que la UMA entre "en un nuevo modelo de gestión mucho más eficiente". "Todas las instituciones tenemos margen de mejora", ha reconocido el titular de Universidades, al tiempo que ha instado a la "búsqueda de nuevos ingresos". Así las cosas, se trata de una "oportunidad de mejora" a la que la UMA se enfrenta después de "sinsabores y malos ratos". El rescate, ha añadido, significa un "punto y aparte en la historia de la Universidad", que pasará de una "situación financiera compleja" al retorno a la normalidad. 

Contención de gastos relacionados con el crecimiento del personal

En cuanto al plan de ajustes al que obligará el acuerdo, la hoja de ruta que maneja el equipo de la Universidad es que el rector, Teodomiro López Navarrete, convoque un Consejo de Gobierno extraordinario para informar de la letra pequeña. Hacer frente al préstamo acarreará "la contención de gastos que tiene que ver con el crecimiento del personal". El crédito también implicará "mejorar los ingresos", para lo que la institución tiene prevista la ejecución de distintos proyectos, de los que no se han proporcionado más detalles.

La UMA deberá elaborar "un plan económico-financiero que sea aprobado por el Consejo Económico y Social e informado favorablemente por la Consejería de Universidad, con medidas en los gastos y los ingresos que permitan un equilibrio que garantice la devolución del préstamo". No es la primera vez que una universidad pública andaluza se encuentra en una encrucijada de estas características. El consejero de Universidad ha recordado que, hace ya unos años, hubo una "intervención directa" por parte de la administración regional, lo que evidenciaba la gravedad de su salud financiera. A partir de ahora, la pretensión es "trabajar en el camino" de forma conjunta la Consejería y la Universidad para, que trimestralmente, "hagamos los ajustes necesarios". Y ello con el reto de que "se mantenga la actividad y la calidad de la Universidad y se mejore la gestión".

Para el rector de la UMA, la de este lunes es una jornada "para estar contentos", al tiempo que ha manifestado su compromiso para que la institución siga siendo una "universidad pública, generalista, potente, llena de ilusión, ganas y actividad". "Sabremos cumplir con el préstamo. Tenemos tres años de carencia para hacer frente a las condiciones con un plan de ajuste", ha remachado, sin adelantar más información.

El mensaje de Carolina España: "No pierdas el sueño, rector, que esto se arregla"

López Navarrete ha hecho, asimismo, un guiño personal a la consejera de Hacienda, que hace ya unos meses le lanzó un mensaje de tranquilidad: 'No pierdas el sueño, rector, que esto termina arreglándose'. "Me consta que si estamos hoy aquí ha sido porque ella ha hecho mucho después de días y semanas complejas. He sentido aliento y cercanía y no vamos a perder nuestras ganas de trabajar", ha destacado el máximo responsable de la UMA. Para concluir, ha advertido que tanto él como su equipo directivo se dejarán "el pelllejo por dejar a la Universidad en el sitio que le corresponde". Hasta ahora, ha subrayado, la institución ha sido "capaz, en poco más de 50 años, de ponerse a la altura de otras con más de 500". "La UMA es una Universidad grande", ha resaltado.

Han sido meses de negociaciones a tres bandas para concretar en que se traduciría este rescate con un plan extraordinario que ya se ha hecho efectivo. Un movimiento de ficha del ejecutivo autonómico que había sido aguardado con cierta expectación en los mentideros universitarios malagueños. "Para el Gobierno de la Junta de Andalucía, apoyar al sistema educativo andaluz forma parte de su ADN y, respaldar a las universidades andaluzas haciéndolas más competitivas y garantizando su financiación ha sido una apuesta firme desde la llegada de Juanma Moreno a la Administración autonómica", ha añadido Carolina España.

Hace solo unos días que este periódico publicaba que la Universidad de Málaga no podía afrontar siquiera, el pago de las nóminas a su personal con la financiación de la Junta de Andalucía, según aseguraban entonces tras aprobar su Consejo de Gobierno las directrices para el Presupuesto de 2025. En 2024 la financiación básica armonizada iba a ser de 222.351.117 euros; mientras que la previsión de liquidación del capítulo de personal se situaba en torno a los 226 millones, por lo que no se cubría "siquiera los gastos de capítulo 1 de la Universidad de Málaga en 2024”, apuntaba el documento que establecía las líneas a seguir para las cuentas del año venidero.

El escrito recogía que se han venido acometiendo medidas de ahorro desde la llegada del actual rector, pero que estas han sido "insuficientes" y señalaba como principal desafío ponerle freno al agujero presupestario. Este se cifra, de manera muy provisional, en 6.367.649 euros de pérdidas al cierre del año. Esto, sin contar con certificaciones de obra pertenecientes a la nueva Facultad de Turismo a las que no se ha hecho frente por la falta de disponibilidad presupuestaria. Anunciaban entonces nuevas medidas para seguir ajustando el cinturón.