La resonancia del Materno evitará tener que reintervenir tumores cerebrales y medulares
Permitirá a los neurocirujanos hacer la prueba durante las operaciones para saber si han extirpado toda la lesión
El equipo comenzará a funcionar en diciembre y la mejora para Neurología, en el primer trimestre de 2019
Málaga/Los profesionales del Materno y las familias con niños ingresados han tenido que esperar más de una década a que el hospital tenga una resonancia magnética. Por fin, el equipo comenzará a funcionar en un par de meses. Pero no solo corregirá una carencia histórica del centro sanitario: también incorporará un sistema de trabajo que evitará reintervenciones en tumores complejos de neurocirugía, tanto en pacientes pediátricos como adultos.
Esta segunda parte del proyecto entrará en funcionamiento en el primer trimestre del año que viene. El hospital creará un quirófano contiguo al equipo de resonancia. De ese modo, los neurocirujanos podrán hacer esta prueba durante las operaciones más complicadas para asegurarse que extirpan todo el tumor y que no quedan restos que obliguen luego a reintervenir al paciente.
El Materno se convertirá así en el primer hospital público de España en contar con estas resonancias magnéticas intraoperatorias. "Es el anhelo de todo neurocirujano porque nos sitúa en un nivel insuperable desde el punto de vista tecnológico", ha explicado el jefe de Neurocirugía del Hospital Regional, Miguel Arráez. Además, ha agradecido el "esfuerzo" de los profesionales de Radiología, de los arquitectos, de la dirección del complejo y de la Consejería de Salud por apoyar un proyecto que "sitúa nuestro Servicio en un nivel estratosférico".
Hasta ahora, los pacientes con tumores cerebrales o medulares son intervenidos, luego pasan a la UCI y un par de días después se someten a una resonancia para determinar si la operación ha eliminado toda la lesión. Con el equipo del Materno, se podrá hacer la prueba durante la propia intervención.
El aparato estará separado del quirófano por una puerta hermética. Cuando durante la operación los neurocirujanos necesiten hacer la prueba, esta se abrirá, la camilla se desplazará y la sala donde se ubica la resonancia –previamente esterilizada– se convertirá en una prolongación del quirófano.
En Neurocirugía hay zonas y tumores complejos en los que, a pesar de la experiencia de los profesionales y las pruebas previas, los cirujanos nunca pueden estar totalmente seguros de que han extirpado el tumor al completo. "Es fácil de que en una esquinita se nos quede un resto tumoral", ha explicado Arráez. "Permite evaluar en tiempo real el grado de resección de un tumor cerebral, facilitando la extirpación de las zonas de la lesión que antes podían quedar ocultas en las estructuras anatómicas cerebrales o medulares", ha abundado el responsable del Servicio de Neurocirugía. De ahí la importancia de esta resonancia intraoperatoria.
La mejora evitará reintervenciones a los pacientes y aumentará su supervivencia. Además, dará mayor seguridad a los neurocirujanos y ahorrará costes al sistema sanitario ya que no serán necesarias segundas operaciones con sus consecuentes posoperatorios. Arráez ha dicho que el sistema "es el sueño" de cualquier neurocirujano porque aumenta su seguridad.
El proyecto de una resonancia magnética en el Materno que permita hacer una monitorización durante las operaciones beneficiará a entre 70 y 100 pacientes cada año y no solo pediátricos. Dado que es una tecnología puntera, en el quirófano contiguo a este equipo se programarán además de las intervenciones de Neurocirugía pediátrica, aquellas de adultos en las que los cirujanos estimen que van a necesitar saber sobre la marcha de una intervención si están eliminando todos los restos tumorales. La realización de resonancias para otros pacientes se interrumpirá por poco tiempo para que se meta el enfermo que está sobre la mesa de operaciones.
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