Los restos arqueológicos del Metro de Málaga, a la espera de su destino final
El compromiso de la Consejería de Cultura de exhibir parte de las estructuras musulmanas desenterradas en el tajo del suburbano sigue pendiente de quedar definido
Málaga/Los restos arqueológicos desenterrados en la obra del Metro de Málaga en la Avenida de Andalucía permanecen a la espera, pendientes de su destino final y de que la Junta de Andalucía dé el paso definitivo para acondicionar la que será su nueva casa.
El compromiso verbalizado hace casi año y medio por los responsables autonómicos deja poca duda respecto a la apuesta sin precedentes de la Administración regional por ejecutar una sala museística dentro del túnel del suburbano, en la zona de Callejones del Perchel, donde exponer al público una parte de lo hallado en la ejecución del tajo en la zona de El Corte Inglés. Sin embargo, sigue sin concretarse el momento en que las palabras serán ratificadas por los hechos.
Este proyecto de enorme simbolismo, por cuanto viene a consolidar la enorme apuesta que la Consejería de Fomento viene realizando en materia arqueológica (hasta la fecha se han invertido unos 20 millones de euros en labores de este tipo), tiene una doble vertiente. De un lado, la que toca al departamento liderado por Marifrán Carazo, que se encuentra ultimando los detalles de las acciones necesarias para que sea posible implantar el espacio expositivo; de otro, la Consejería de Cultura, que, por lo que parece, sigue sin completar los detalles necesarios del proyecto museístico.
Y ello a pesar de que la titular del ramo, Patricia del Pozo, ya asumió en agosto de 2019 en primera persona el compromiso de ir adelante con esta actuación. En aquella ocasión, ante la magnitud de lo que el avance de los trabajos arqueológicos, confirmó que más allá del rescate y traslado de parte de los elementos encontrados, se iba a hacer un esfuerzo para permitir su visualización. Algo que sigue pendiente de resolverse.
De momento, lo que se sabe es que la Agencia de Obra Pública, dependiente de Fomento, trabaja en la tramitación de un modificado presupuestario que incluirá, entre otros detalles, actuaciones tendentes a mejorar las condiciones futuras de visualización del tramo de la muralla nazarí encontrado en Callejones del Perchel, del siglo XII y catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), a lo que se suma la ejecución de la infraestructura necesaria para que en el futuro se pueda hacer ese proyecto museístico. "¿Cuándo? No se sabe porque depende de Cultura, pero se dejará preparado por lo menos", recordaron fuentes autonómicas.
Mientras se avanza en esta línea de acción, el punto elegido por la Junta para la implantación de la sala expositiva muestra una imagen completamente distinta a la de hace algo más de un año, cuando se inició el traslado de las primeras piezas. Lejos del vacío reinante de aquel momento, las nuevas imágenes confirman un acopio considerable de hallazgos, producto de casi 20 meses de trabajos arqueológicos que aún hoy siguen activos.
No a la luz del sol, pero sí bajo tierra. En concreto, a unos siete metros de profundidad, a la altura de la calle Nazareno del Paso, donde los operarios intervienen desde hace ahora un mes en el rescate de dos trozos de muralla de los siglos XII-XIII, uno de ellos, y del siglo XIV, el otro. Ambos han de ser preservados in situ, tal y como determinó la Delegación de Cultura, al otorgarles el grado máximo de protección. Y esto obliga a desarrollar una operación de ingeniería que posibilite la ejecución de los últimos 100 metros del túnel del Metro sin afectar a estas antiguas estructuras.
A la espera de que se dé por concluida la labor, lo que podría ocurrir en las primeras semanas de enero, sí se conoce el amplio listado de piezas recuperadas por la Junta del tramo en ejecución. Se trata, a juicio de los responsables de arqueológica, de elementos que por su estado de conservación y su valor histórico permiten un mayor conocimiento de la Málaga musulmana, principalmente.
Y ello incluye la planta de una vivienda tipo perteneciente a un único núcleo familiar (casa unicelular), con una planta rectangular y superficies diferenciadas, contando con acceso por un vano que da paso a un zaguán. "Los patios son de planta rectangular con pavimentos de losas de barro, alberquillas con pozos en su interior y alcorques para pequeños jardines o huertas y sirven de eje para la distribución de las demás estancias, letrinas, cocinas y alhanías; los elementos que la constituyen está formado por mampostería, tapia, cerámica y barro", precisaron meses atrás desde la Consejería de Fomento cuando se acometió su traslado.
Un segundo elemento a recuperar es un segmento del un vial (nafid) perteneciente al sistema viario del arrabal excavado. La actuación es semejante en el caso de un segmento de un vial, "que divide las construcciones del siglo XVII al XVIII, ejecutado con cantos rodados, con imbornal central para las acometidas de aguas y en cuyos laterales se disponen accesos a las casas". Y finalmente, se pondrán en valor dentro del futuro espacio-museo "varios elementos murales localizados a ambos lados del vial hispano-musulmán sobre tapial, con soporte irregular y algo disgregado".
A esto hay que sumar cuatro piletas de los siglos XVIII y XIX que eran usados para el tratamiento de las pieles. Una de las peculiaridades de estas piletas es el buen estado de conservación que presentan, quedando localizadas en las proximidades del puerto original de Málaga, así como del río. "Estos restos son de época industrial de los siglos XVIII y XIX y creemos que pertenecen a una fábrica para curtir cuero y donde se les daba el tinte en las piletas", apuntaron desde la Consejería de Fomento, que relacionaron la decisión de musealizar estas piezas se debe no tanto a la antigüedad como a "su carácter único".
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