La retirada de una jueza de refuerzo provoca más de 80 suspensiones en los juzgados de familia de Málaga
El decano juez argumenta que "la retirada no es caprichosa sino legal" y está motivada por la necesidad de cubrir una vacante en otro tribunal
Málaga/La retirada de la jueza de refuerzo que hasta ahora apoyaba a los juzgados de familia de Málaga va a provocar la suspensión de más de 80 juicios que ya habían sido encomendados a esta magistrada y fechados entre los meses de enero y mayo de este año.
Los problemas en este juzgado específico se remontan a 2008, cuando, tras una inspección, el Consejo General del Poder Judicialreclamó la creación de un cuarto tribunal específico “por la elevada carga de trabajo” que los tres ya existentes venían soportando.
La situación, lejos de ser solventada, continuó de la misma forma hasta 2016. Ese año, tras el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juzgado comenzó a contar con una jueza de adscripción territorial, una figura que sirve para la sustitución y para el refuerzo ante situaciones eventuales.
La magistrada celebró vistas los viernes, con excepción del cuarto de cada mes, hasta el pasado 31 de diciembre, pese a “la previsión lógica de que continuaría hasta junio de 2020”, fecha en la que está prevista la entrada en funcionamiento del cuarto juzgado de familia de Málaga, que ya cuenta con la aprobación del Ministerio.
El juez-decano de Málaga, José María Páez, miembro de la Sala de Gobierno de TSJA (órgano encargado de decidir sobre estos refuerzos), asegura que "la retirada no es caprichosa sino legal". Según explica, viene dada por una baja en otro juzgado, en concreto en el de Primera Instancia.
Por ley, entre las funciones de los jueces de Adscripción Territorial, prima la cobertura de vacantes a los refuerzos puntuales. "No podemos dejar una baja sin cubrir por un refuerzo", asevera Páez, al tiempo de defender que "los recursos son los que son, muy limitados" y que las necesidades están en todos los tribunales. "Somos muy pocos para la cantidad de asuntos que hay. Hacemos equilibrios para que todo esté compensado", indica.
Así, desde el TSJA se acogen al marco legal y a la previsión de la apertura del nuevo tribunal en junio para alegar que se trata de "una situación transitoria". Cumpliendo los plazos, restan seis meses en los que ya había fijada, puesto que se contaba con este refuerzo, la celebración de “más de 80 procedimientos” que, “dada la sobrecarga de trabajo que soporta este juzgado, y que excede con mucho el módulo máximo de trabajo establecido por el Consejo General del Poder Judicial”, serán suspendidos “hasta que puedan ser reubicados en la agenda de señalamientos del juzgado”, reza un escrito difundido de un magistrado en el que, además, se precisa que la suspensión se ha llevado a cabo “sin la necesaria antelación”. Con todo, y teniendo en cuenta las posibles reubicaciones de estas vistas, la demora en los procedimientos será de entre tres y ocho meses.
En el mismo documento, se lamenta los “perjuicios” que pueda generar a ciudadanos y profesionales esta situación, “que se debe a motivos ajenos a este órgano”. El Alto Tribunal Andaluz alega que los magistrados de los juzgados de familia de Málaga tienen conocimiento de la próxima entrada en funcionamiento del cuarto órgano judicial de este ámbito y que sabían que la jueza de Adscripción Territorial dejaría de prestar su servicio a principios de 2020.
Algo que niega el decano del Colegio de Abogados, Francisco Javier Lara, quien asegura que ni su entidad ni los magistrados afectados estaban al tanto de esta supresión. En su opinión, se trata de un nuevo ejemplo que confirma “que la Administración de Justicia es la hermana pobre de la Administración” y que “esté quien esté en el Ministerio o en la Consejería, no hay interés en que funcione”.
Lara critica que los juicios se están suspendiendo “sin ningún pudor” y recuerda la situación que se vivió hace unos meses en estos mismos juzgados, cuando una jueza se negó a suspender un juicio con una abogada que certificó que no podía asistir debido a que estaba en la última etapa de embarazo.
“Málaga es una ciudad jurídicamente colapsada”, asevera, al tiempo que se muestra escéptico en cuanto a la posibilidad de que el nuevo juzgado esté en funcionamiento el próximo mes de junio. Según explica, el plan era “reorganizar” los espacios en la Ciudad de la Justicia para construir el nuevo juzgado en el espacio que ahora ocupan los colegios profesionales, que pasarían a la zona de cafetería, que a su vez reduciría su espacio, y “todavía no hay proyecto, no hay nada y estamos prácticamente en febrero”. “En junio, mucho me temo que el juzgado no estará en funcionamiento ni la oferta de empleo pública en en marcha, pero ya han recortado al juez de apoyo”, lamenta.
Según el juez-decano, de momento, los trabajos para que el cuarto juzgado entre en funcionamiento en junio no han comenzado, pero cree que la fecha "es viable". Lo que sí comparte con el Lara es la necesidad de más magistrados: "En Málaga, hacen falta más de 27 jueces para que la carga de trabajo que soportan actualmente se adecuara a lo que es normal, a lo que establece la ley. A día de hoy, cada juez lleva el doble de trabajo del que debería".
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