El reto de la nueva Selectividad en Málaga: menos memorización, más competencias

La prueba viene a certificar el modelo impulsado por la Lomloe: contará con preguntas cerradas, abiertas y semiconstruidas, si bien el 70% de la puntuación se centrará en estas dos últimas

Los directores creen que el nuevo modelo puede dar lugar a criterios más subjetivos por parte de los correctores

Los cambios en Selectividad y la expansión de la FP Dual en Málaga marcan el inicio del curso

Primer día de la Selectividad 2024 en Málaga. / JAVIER ALBIÑANA

Hacer una buena Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), o Selectividad, como la mayoría continúa llamando la prueba, es el objetivo de todo estudiante de segundo de Bachillerato que quiere acceder a la universidad, sin embargo, el presente curso arrancó el pasado 16 de septiembre marcado por la incertidumbre, al conocerse sólo las líneas maestras del examen, que cambia su estructura para adaptarse a la última reforma educativa, y no haberse puesto a disposición modelos para que los alumnos practiquen, una situación a la que se dio carpetazo el lunes 14 de octubre cuando finalmente se publicaron en Andalucía. Su puesta a disposición, reafirman varios directores de institutos de la provincia consultados por Málaga Hoy, supone un paso más hacia el nuevo aprendizaje por competencias que contempla la Lomloe y al que los centros ya se habían acercado en los últimos años, así como un paso atrás de la enseñanza más tradicional basada en la memorización.

El arranque del curso, por lo tanto, empezó con cierta inquietud para alumnos y profesores, ya que segundo de Bachillerato es un curso muy enfocado a la Selectividad, o sea, a que además de brindar enseñanzas los escolares puedan realizar una buena prueba y acceder a la titulación que deseen. "Hubo quien no se iba a presentar a la prueba y le daba más igual, pero, claro, quienes quieren entrar en carreras como Medicina estaban algo más desesperados, por así decirlo", relata la directora del IES Litoral, situado en capital, y coordinadora de la Asociación de Directoras y Directores en Málaga (Adián). "Tenemos las programaciones, que son las mismas de estos años, de manera que nos centramos en eso mientras tanto". A raíz de su publicación, apostilla, el curso ha quedado más encarrilado. "Tenemos más claro donde incidir. Ha sido una alegría que por fin saliesen para prepararlo todo de la mejor manera posible".

La parte negativa, afirma la directora del IES Los Montecillos de Coín, Conchi Navarro, es que todavía quedan unas semanas de reuniones, cambios y ajetreo hasta pulir todos los detalles. Esto se materializa a través las denominadas ponencias entre la UMA y los docentes, por lo que los pormenores tardarán un poco más en conocerse. "Cada año durante el primer trimestre se va citando para revisar modelos, aclarar dudas... Este curso hay aspectos nuevos que abordar, sin embargo, todavía no lo tenemos cerrado y lo más seguro es que nos encajemos en mediados de noviembre sin toda la información. No se entiende por qué después de todo se ha hecho de una forma tan precipitada", agrega Navarro que, sin embargo, recalca que no todas de las asignaturas van a necesitar una revisión a fondo.

Así, pese a que aún quedan flecos, que los alumnos puedan practicar los modelos de examen en clase es un gran paso, máxime cuando se trata del curso más determinante de todos los que han efectuado hasta ahora. Lo más común es que empiecen a hacer exámenes en primero, con todos los condicionantes idénticos a los que tendrán los días oficiales, que serán los próximos 3, 4 y 5 de junio de 2025. "La verdad es que estamos un poco más tranquilos, pero seguimos teniendo muchas dudas. Estamos a la espera de que los profesores se reúnan y nos den detalles", comenta Iván Postigo, que estudia segundo de Bachillerato en Los Montecillos. "Si algo nos tranquiliza —añade— es que es igual para todo el mundo". Una visión similar aporta Nuria Morales, alumna de este mismo curso en el IES Río Verde de Marbella. "Estábamos agobiados y estresados porque no sabíamos realmente si lo que estábamos dando nos iba a servir. Además, los compañeros que quieren sacar nota necesitaban tenerlo más claro, llevaban desde primero focalizados en tener buenos resultados".

Apuntes subrayados a las puertas de la facultad de Medicina la pasada Selectividad. / JAVIER ALBIÑANA

En paralelo, la puesta en marcha de la nueva PAU supone el punto y final a una situación que los directores califican como "paradójica" y que ocurría en los institutos desde la entrada en vigor de la Lomloe en 2021. Ésta no es otra que la necesidad de adaptar las programaciones a la nueva ley sin que se concretasen otras medidas como la propia prueba de acceso a la universidad. Es decir: que no pocos institutos de la provincia, gracias a ese respaldo, ya habían realizado una primera aproximación al modelo competencial sin que éste pudiera culminarse. "Los profesores vamos a seguir enfocando el curso prácticamente igual. Sólo que ahora ya no está la posibilidad de que los alumnos se examinen de la mitad, tenemos que dar el temario completo", explica el director del IES Playamar de Torremolinos, Miguel Lozano, que vaticina que no tendrán problemas para impartirlo en su totalidad porque era algo que ya hacían. "Durante el covid, cuando había clases online, sí tenía sentido que hubiera tanta optatividad. Ya no. El ritmo de este curso ha sido fuerte desde que era COU". En la próxima Selectividad no cabrá, por tanto, elegir entre opción A o B para evitar estudiar medio temario, o escoger el que se domina más, sino que solamente habrá uno. Sí que se podrá elegir entre preguntas y tareas.

Todos los directores consultados, asimismo, ponen el acento en un mismo tema: las correcciones. A falta de lo que se cierre en las ponencias, aunque este tema tiene más recorrido aún, todavía no se sabe con certeza cómo se evaluarán los ejercicios más competenciales, que en la próxima convocatoria tendrán un peso de en torno al 25% con vistas a que ese porcentaje se vaya incrementando progresivamente. "Nos surge como preocupación que las pautas de corrección puedan dar lugar a criterios más subjetivos por parte de los correctores", afirma Navarro. Lo que se conoce hasta la fecha en este plano acorde a los anuncios de la Junta de Andalucía se circunscribe a los criterios de corrección ortográfica, gramatical y léxica, que se avaluarán en todos los ejercicios con el fin de valorar la capacidad expresiva de los estudiantes. Se tendrá en cuenta la grafía, las tildes y la puntuación, así como la coherencia del texto o la presentación, pudiendo penalizar hasta dos puntos. No obstante, ese criterio restará más en las materias lingüísticas que en las no lingüísticas y también podrá flexibilizarse en el caso del alumnado con necesidad física de apoyo educativo.

Igualmente, también se ha dado a conocer que cada examen debe durar como máximo, igual que en ediciones anteriores, 90 minutos, con descansos de 30 entre pruebas consecutivas. Las asignaturas obligatorias tampoco varían y seguirán siendo cuatro: dos de materias comunes, como Lengua Castellana y Literatura y Lengua Extranjera II; uno de la modalidad de Bachillerato cursada; y otra asignatura a elegir entre Historia de España o Filosofía. Y las preguntas formuladas en cada una de ellas incluirán tanto respuestas cerradas como abiertas o semiconstruidas, si bien el 70% de la puntuación se centrará en estas dos últimas, en línea con el intento de fomentar el desarrollo de respuestas argumentadas y reflexivas.

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