Cae una banda rusa en Málaga que usaba a ucranianos vulnerables para el tráfico de vehículos robados
Los coches se desmontaban completamente para venderlos en el mercado de piezas de repuesto
La investigación reveló que decenas de vehículos habían sido sustraidos en toda Europa
Un preso en aislamiento llena su celda de agua y jabón y golpea a los funcionarios que se resbalaron
La Policía Nacional ha desarticulado una organización encabezada por dos rusos, afincados en Marbella y Alicante, que utilizaba a ciudadanos ucranianos, principalmente mujeres, con bajos recursos económicos y en situación de necesidad por la guerra para el tráfico de vehículos robados en Europa para su venta.
Se trata de una operación llevada a cabo en el marco de un equipo conjunto de investigación de las policía española, ucraniana y polaca y la Gendarmería francesa bajo la coordinación de Europol, Eurojust y de juzgados de varios países, entre ellos uno de Málaga, y la colaboración de las autoridades alemanas y letonas, que se ha saldado en el total de sus fases con cincuenta detenidos.
En la última fase el pasado día 21 fueron arrestadas trece personas en España, Ucrania y Francia, entre ellas los líderes de la organización, y se practicaron setenta registros en estos países, además de Alemania y en Polonia, en los que se intervinieron trece vehículos -once sustraídos-, documentación falsa, más de 150.000 euros en efectivo y armas, como un fusil de asalto y tres granadas de guerra.
La cúpula directiva de la organización ha ingresado en prisión por orden de la autoridad judicial, que ha intervenido sus cuentas bancarias y diversos medios de pago, informa la Dirección General de la Policía, que calcula que esta red delictiva pudo haber obtenido con sus acciones más de cuatro millones de euros en los últimos dos años.
La investigación se inició a finales de 2022 al detectarse un incremento en la sustracción de vehículos de alta gama procedentes de empresas de alquiler en toda la Unión Europea.
En el primer estrato de la organización se encontraba el máximo responsable de la misma, un ciudadano ruso establecido en Marbella desde donde se encargaba de dirigir el aparato logístico utilizado para dar salida a los vehículos sustraídos en Europa.
Entre otras funciones se encargaba de facilitar el transporte de los vehículos robados para lo que utilizaba documentación y matrículas falsas de diversos países obtenidas a través de un conglomerado empresarial legal de alquiler de automóviles con sede en Alemania y sucursales en Marbella que usaba de tapadera. Además era el encargado de la reserva de los contenedores para el envío de los vehículos por vía marítima.
En el siguiente escalón se encontraba la parte financiera de la estructura a cargo de otro ciudadano ruso afincado en la provincia de Alicante.
Era el encargado de los flujos financieros realizados entre las distintas ramas de la organización, de la financiación del envío de los contenedores y de blanquear los beneficios obtenidos a través de un complejo entramado de cuentas bancarias localizadas en diversos países.
Bajo la supervisión de la dirección se encontraba el escalón logístico formado por personas de nacionalidad rusa y ucraniana que estaban establecidos en Alemania, Polonia y Francia.
Eran las encargadas de seleccionar los vehículos a sustraer y recoger a las "mulas" en diversos aeropuertos y trasladarlas a hoteles y empresas de alquiler.
En Ucrania se encontraba la rama de la organización dedicada a la captación de las 'mulas', formada por ucranianos que buscaban a personas vulnerables por la situación bélica en su país a las que captaban a cambio de una contraprestación económica.
Debido a los controles fronterizos, buscaban perfiles que pudieran entrar y salir del país libremente por lo que el preferido era el de mujeres en situación de pobreza y también hombres de avanzada edad.
Estas 'mulas' eran acompañadas a distintas zonas de Europa donde alquilaban vehículos de lujo que entregaban a la organización. Una de ella era capaz de alquilar cinco o seis automóviles por viaje en distintos países europeos.
Tras sustraer varios vehículos regresaban a Ucrania donde otra 'mula' ocuparía su lugar viajando por otras zonas de Europa para evitar ser detectadas por la Policía.
La organización manipulaba los vehículos y los enviaba a distintos países principalmente en contenedores por vía marítima. Los principales receptores eran Emiratos Árabes, Reino Unido y países de Europa del este.
Se ha detectado el robo de unos cincuenta vehículos de lujo robados en España, Francia, Bélgica, Alemania, República Checa, Portugal, Italia, Lituania, Suiza y Austria.
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