San Juan, la noche que más daña la salud de las playas de Málaga
Los servicios de limpieza se emplean a fondo para devolver los arenales, llenos de residuos, a su estado natural
Así amanecieron las playas de Málaga, los últimos 5 años, tras la noche de San Juan
La de San Juan es una de esas tradiciones que siguen uniendo al Mediterráneo con su pasado lúdico-festivo, pero también con su concepción vital de marenostrum, de mar común, que vertebra, guía y templa un carácter que celebra la noche más corta del año como la llegada del verano. La arena, el agua y el fuego siempre han estado presentes en esta, una de las tradiciones que persisten inalterables en el calendario. Y, en los últimos años, una aglomeración de público que se reúne, principalmente, para beber, muy lejos de las señas de identidad de las hogueras de antaño.
Este domingo ha tenido lugar uno de los momentos mágicos del verano. Y los malagueños tienen sus propios rituales para celebrarlo, como mojar los pies a medianoche, pedir un deseo o ver la quema del júa. Desgraciadamente, otras de las tradiciones que se adueñaron de esta celebración son las toneladas de basura que se recogen a la mañana siguiente. La Malagueta ha sido uno de los ejemplos de cómo los residuos han cubierto, de nuevo, la arena. Los servicios de limpieza se emplean a fondo para devolverlas a su estado natural.
No se han visto –al menos no en la arena– hogueras este año. La tradición y la seguridad no son tan compatibles como gustaría tantas veces. En cambio, el Ayuntamiento de Málaga había colocado varias cubas metálicas en las que controlar el caos que pudiera suponer la quema de los apuntes o los pecados que, ya saben, se purgan con las llamas. Las han podido encontrar en las playas del Chanquete, de las Palmeras, La Malagueta (frente a calle Gutenberg), La Cizaña y Peñón del Cuervo. Sí han estado presentes los farolillos voladores, eso sí, a ocho kilómetros del aeropuerto.
La estampa se repite año tras año. En esta galería, se recogen imágenes de cómo amanecieron las playas malagueñas tras el 23 de junio, desde el año 2019 hasta el 2023, con los operarios limpiando y preparando las playas. También se muestra como en los años 2020 y 2021, debido a la pandemia, no se vivió la noche de San Juan.
Una aceitera, el júa de este 2024
El júa de este año ha sido una aceitera. Material inflamable para que arda mejor. La idea que manejan desde el Consistorio es representar la subida del aceite y que una vez se pierda entre las llamas favorezca un descenso en su precio. El Gobierno, parece que leyendo sus intenciones, ya ha eliminado el 10% de IVA del producto y anunciado que vigilará que este margen no sea aprovechado por los empresarios para mejorar sus márgenes. Una más de ritos ancestrales.
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