El solar del Astoria: los arquitectos defienden su construcción
Siete de los nueve profesionales consultados avalan la idea de ocupar el espacio para mantener la configuración de La Merced como plaza cerrada
La discusión se localiza en la Plaza de la Merced, donde el debate gira en torno a la oportunidad de repensar su configuración histórica y dejar libre de construcción el solar de los antiguos cines Astoria y Victoria. Quienes se erigen en defensores del vacío actual, surgido tras la demolición del manzana casi ruinosa, apoyan, entre otras razones, su testimonio en el valor de los restos arqueológicos sacados a la luz en los últimos meses; quienes, por el contrario, apoyan la tesis de la ocupación, recuerdan el origen mismo de este céntrico emplazamiento urbano, concebido como cerrado en sus cuatro lados.
Málaga Hoy ha querido situar la discrepancia ante quienes tienen en sus manos la ordenación del espacio: los arquitectos. Porque en la misma medida que son los arqueólogos los que mejor y con más detalle pueden comprender el sentido de lo aparecido en el subsuelo de los viejos cines, son los arquitectos los que más atinadamente pueden concebir la estampa de la plaza con o sin edificio en su lado Este. La mayoría de los profesionales consultados por este periódico despejan cualquier duda en su valoración: la plaza debe ser cerrada. Otros, una minoría, apuestan por repensar este escenario, dejando diáfano ese lateral.
Francisco Sarabia
"Mantener la Plaza de la Merced con un elemento edificado que conforme su cuarta fachada es una postura respetuosa con la tradición y con nuestra historia porque fue la finalidad del diseño original. La aparición de restos históricos en el subsuelo no hace incompatible su puesta en valor, si fuese el caso, con el cierre de la plaza con un edificio. Habrá que esperar, no obstante, a que se evalúe la importancia del reciente hallazgo arqueológico".
Ángel Asenjo
"Ya hace algunos años expuse la idea de la demolición de la manzana Astoria-Victoria y de dejarla sin construir, libre de edificación alguna, como espacio de integración de la Plaza de la Merced con la ladera del Castillo de Gibralfaro y/o la calle Alcazabilla. Eso permitiría la unificación de todos estos espacios como un espacio único para el uso y disfrute público. También planteé la recuperación de toda esta ladera como espacio público. Esto último lo propuse como un proyecto a largo plazo. Por coherencia y convencimiento estoy en contra de la construcción de cualquier edificación en esta parcela".
Iñaki Pérez de la Fuente
"El proyecto debe seguir adelante. Están saliendo restos como era de esperar porque Málaga es una ciudad de 3.000 años. Está claro que futuro no puede arrasar el pasado pero el pasado tampoco puede frenar el futuro. Frenar el porvenir sería una mala postura, sobre todo en los centros históricos, donde los promotores que se aventuran a trabajar son bastante audaces. Se necesita en el Centro más estabilidad normativa. El proyecto que hay ahora mismo planteado muestra una volumetría muy diáfana, con lo que la conexión a la ladera de la Alcazaba está garantizada y el edificio en sí es fundamental para volver a configurar la plaza. No hay que dejar libre ese solar. Me parece hasta poco serio que se esté trabajando con un marco urbanístico y legal, con unas inversiones en juego y que ahora se diga que se deje libre. En los centros se produce lo que yo llamo el efecto del enamoramiento del solar. Se quita un edificio y un lugar densificado de repente se queda con menos densidad y se piensa 'qué bien quedaría un jardín'. No podemos enamorarnos de los solares. Dejar libre la parcela es una opción mucho peor que lo que ahora se plantea. No aporta nada y perjudica un equipamiento cultural muy interesante, haciendo que la configuración de la plaza quede rota".
Salvador Moreno Peralta
"Todo procede del tosco edificio de los cines Astoria y Victoria. Si hubieran sido edificios con carácter y gran calidad arquitectónica nadie hubiera puesto en cuestión que cerraran la plaza por el Este. Al demolerlos, y dada la significación del lugar, se generaba el compromiso de hacer ahí una obra maestra absoluta con la que pasar del Astoria a la Historia. Ante el vértigo del compromiso hay que adaptar aquí el proverbio 'mejor callar si no podemos mejorar el silencio'; es decir, mejor no construir si no podemos mejorar el vacío. Y si encima desde las entrañas del vacío aparecen los restos del pasado, como era previsible, la cosa está clara, cuando hoy el pasado tiene mucho más prestigio que el futuro".
Javier Pérez de la Fuente
"Lo primero que tiene que tener una plaza como espacio son unos límites claros; la de La Merced ha ido desarrollando sus límites de una de determinada manera; siempre ha estado cerrada por sus cuatro límites. A no ser que haya unos restos arqueológicos excepcionales, caso del anfiteatro, opto por mantenerla cerrada. No parece que los restos vayan a tener potencial suficiente como para ser protagonistas. Asumido eso hay que construir un límite claro, que devuelva la escala de la plaza. La alternativa de decir que el límite es la vista de la Alcazaba no es cierta, porque en realidad serán las edificaciones de Mundo Nuevo, que, a mi juicio, no tienen una calidad suficiente para ser un límite claro".
Ángel Pérez Mora
"La Plaza de la Merced es obra de urbanidad pura. Es bella porque fue pensada. Y fue pensada como regularización de un vacío descuadrado que componen cuatro planos de fachadas. Unas fachadas muy variopintas que se miran y se leen en una unidad gracias a una obra de malla. La obra de malla es un cuadrado construido a base de 'banco y verja' que nos hace percibir un espacio regular entre planos de fachada descuadrados. Lección de tratado urbano, digno de estudio para escuelas. La calle Alcazabilla no mejorará por derribar su lateral y dejar a la vista la falda de Gibralfaro. De la misma manera, si no se reconstruye el cuarto lienzo vertical de la plaza, el vacío resultante será más grande, pero hará a la plaza más pequeña, pues veremos sus edificios más bajos ante la percepción de un espacio el doble de ancho. El espacio urbano no mejora con el frente abierto al Este. En la medida que se ve más lo de afuera, la montaña, el espacio delimitado y re-compuesto sobre cuatro lienzos descuadrados se deshace al perder uno y la Plaza de la Merced desaparece".
Antonio Vargas
"Desde el punto de vista arquitectónico hay que defender a capa y espada la valoración del espacio. Los arquitectos construimos el espacio, a diferencia del escultor, que construye el objeto. La Plaza de la Merced es un espacio muy característico, configurado como cerrado desde sus orígenes, como una plaza casi rectangular. Eso la hace una plaza característica, es un rasgo cultural y un bien a proteger. Eso tiene que ser defendido desde la profesión y desde la cultura. El problema está en que la cultura parece que está ahora en manos de los arqueólogos, que tienen su visión. Si lo que ha aparecido es de valor, hay que buscar una edificación que no los alteren".
Rafael Urquiza
"No pongo en duda que no construir un nuevo edifico sobre la parcela del Astoria y dejar abierta la plaza tiene sus ventajas para la propia plaza y sus edificios colindantes. La apertura visual hacia el entorno de la Alcazaba y el desahogo espacial que supondría dejarla abierta son innegables. Sin embargo, las condiciones de contorno actuales no favorecen que esa sea la mejor opción. El famoso túnel, ruidoso e intoxicado, de la Alcazaba y su tráfico intenso tienen tal protagonismo en esta zona que la apertura de la plaza sería solo un espejismo. Si quisiéramos abrir verdaderamente la plaza tendríamos que dejar al peatón adueñarse de la zona, y esto no ocurre actualmente. En las condiciones actuales donde el tráfico corta la conexión con el entorno de la Alcazaba y sobre las vistas a nivel del peatón predomina el túnel, yo construiría la parcela del Astoria y conformaría La Merced tal y como ha estado tantos años. Remataría el entorno de la plaza con una arquitectura integrada pero fruto de este siglo, que se convirtiera en un nuevo hito de las calles colindantes y un nuevo foco de oportunidad para Málaga. Otro tema a considerar sería el uso, que tendría que ser cuidadosamente estudiado, para que verdaderamente nos sirva a nosotros también y no exclusivamente a la explotación económica y turística.
Rafael Martín Delgado
"Expongo las razones por las que considero que la plaza de La Merced debe seguir manteniendo la configuración de plaza edificada en sus cuatro lados. La plaza fue inicialmente una explanada extramuros delante de la Puerta de Granada, donde tenía lugar un mercado. Cuando se formó como plaza se llamó Plaza del Mercado, luego Plaza de Riego y finalmente su nombre actual. En la cartografía histórica, planos de Bartolomé Thurus de 1717 y de Carrión de Mula de 1791, es una plaza cerrada; en el último, con dos hileras de árboles en su perímetro y un motivo central, que inicialmente fue una fuente y luego el obelisco actual, siempre remarcando el centro del paralelogramo. Si no se construye en el solar de los antiguos cines Victoria y Astoria, el panorama desde la plaza es: a la izquierda las desordenadas edificaciones que suben por la ladera del monte de Gibralfaro, en el centro el agujero del túnel bajo el monte y solo a la derecha se vería la muralla de la Alcazaba, que seguiría presente aunque se edificase ese lado a través del ancho espacio abierto que es la Plaza de María Guerrero. Los vestigios arqueológicos que han aparecido en el solar de las edificaciones demolidas no se contraponen a la idea de conservación de la plaza como tal, ya que pueden ser conservados bajo las nuevas edificaciones, tal como se hizo en el Museo Picasso".
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Aguas de Toremolinos