'Sorpresa' en el yacimiento fenicio de Cerro del Villar de Málaga: desentierran restos romanos
Es la primera vez que salen a la luz vestigios de esta civilización en el entorno
Las excavaciones del Cerro del Villar contarán con un punto de agua para poder realizar el cribado de la tierra
El Cerro del Villar, uno de los sitios fenicios mejor conservados del extremo occidente del Mediterráneo
Málaga/El Cerro del Villar vuelve a sorprender. La campaña arqueológica que explora los restos de la ciudad fenicia del siglo VIII a.C situada en la desembocadura del río Guadalhorce, y que ya se encuentra en su tramo final, saca también a la luz vestigios de la época romana.
Un hallazgo que resulta "muy novedoso" para el personal investigador, puesto que es la primera vez que se desentierran elementos de esta civilización en el entorno, si bien es cierto que no es del todo algo imprevisto, ya que los sondeos previos dejaban entrever un denso entramado de construcciones que, en principio, parecían concordar con el urbanismo latino.
Al respecto, el director de la excavación y profesor de Ciencias Históricas de la UMA, José Suárez, explica que este descubrimiento, ubicado aproximadamente a un centenar de metros de la actividad principal, se corresponde con una pileta empleada para la salazón del pescado.
También que no es más que "la primera de muchas" de las que aún se encuentran bajo la tierra, según han observado en los sondeos, y que formaría parte de un "edificio alargado, probablemente una fábrica".
Aunque aún tendrán que aguardar un tiempo, hasta que estudien en detalle los materiales que la rellenan, para saber con precisión a qué periodo histórico pertenece. En los alrededores, de momento, han aparecido "materiales del siglo I hasta el IV".
Una labor que llevará a cabo la propia UMA, principal responsable del proyecto, y que además cuenta con el soporte de otras instituciones educativas de carácter internacional, como la norteamericana Universidad de Chicago o la alemana Universidad de Marburg. Precisamente, ha sido en la cuadrícula encomendada al equipo teutón donde se ha producido el hallazgo.
La novedad, sin embargo, no opaca a la ciudad fenicia, principal activo de la excavación, y de la que cada vez se conocen datos más precisos, ya que los espacios "están muchos más definidos". A esto se añaden dos particularidades propias del enclave: que los vestigios suelen encontrarse a pocos centímetros bajo tierra y que suelen gozar de un buen estado de conservación.
Así, en la presente campaña se está procediendo tanto a inspeccionar nuevas áreas de este paraje como a profundizar en las levantadas hace un año, de forma que es posible observar "cómo se adosan las estructuras". Hecho que, por ejemplo, está permitiendo desentrañar qué construcciones tenían un carácter más residencial y cuáles uno más industrial.
Destacan, por encima de otros elementos de menor consideración, una suerte de horno doméstico para hacer pan, un tramo de pavimento con conchas incrustadas que, según los investigadores, "podría tener un significado ritual" o un ánfora completa.
Entretanto, en el sector encomendado a la Universidad de Chicago se están encontrando signos claros de "actividad metalúrgica y alfarería"; tal y como indica la profesora al mando, Carolina López
Por su parte, Suárez detalla que en una de las delimitaciones de la ciudad ha aparecido lo que parece ser "una cerca para prevenirse de avenidas fluviales" (de hecho, ya se descubrió que el asentamiento quedó destruido por una inundación), pero también un rastro de que poco a poco los habitantes fueron "perdiéndole miedo al río, volviendo a construir fuera del muro". No muy lejos de allí, en las afueras, a unos pasos de la zona a la que en su día llegaba el agua, también se ha hallado una especie de vertedero con multitud de restos cerámicos.
A todas estas labores se suma la inclusión de un elemento de vital importancia: un punto de flotación. A través de él se está pudiendo realizar un cribado de los materiales, aspecto fundamental para estudiar el aprovechamiento de los recursos botánicos y de los animales que ejercía la población. Sin ir más lejos ya han aparecido "semillas de vid".
No obstante, la campaña ya se encuentra cerca de su finalización, que tendrá lugar el próximo 21 de septiembre. Será a partir de entonces cuando comience el análisis para conocer los secretos de los vestigios antes de volver a excavar el año que viene. Y nada parece indicar que este enclave arqueológico deje de sorprender.
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