El subinspector de Málaga que rastrea crímenes de guerra en Ucrania

La entrega de una medalla roja es para un policía lo que para un atleta un oro en unos Juegos Olímpicos. "Es el orgullo más grande que se puede sentir". Y este 1 de octubre, en la celebración de los patronos del cuerpo, el subinspector Juan Carlos Arias López ha sido homenajeado con esta cruz al mérito policial por su labor como experto nacional destacado en una misión de la Unión Europea en Ucrania durante el conflicto bélico. Lo suyo, la investigación de crímenes de guerra y de lesa humanidad a través de fuentes abiertas de internet.

Su interés por el hardware, las redes de datos y el software le llevaron a cursar estudios de Informática, y en la Policía Nacional encontró la oportunidad de desarrollarse profesionalmente. En una de las pruebas de acceso al cuerpo, el subinspector Arias cuenta que le preguntaron por el futuro. Corría el 1996 y ya en aquel entonces respondió que "se veía investigando cosas por internet". Desde 2015, forma parte del grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial de Málaga.

El 24 de febrero de 2022, el Gobierno de Vladímir Putin comenzaba la invasión a su país vecino Ucrania. Apenas unos meses más tarde, el agente homenajeado se incorporaba a un equipo para trabajar al lado de investigadores y fiscales ucranianos en la recogida de pruebas que podrían ser incorporadas en los procesos judiciales abiertos en el país, y que podrían servir además para identificar a las víctimas de posibles actuaciones contrarias al Derecho Internacional. Sus labores en la misión se prolongarán hasta octubre de 2025. A partir de entonces, su intención, cuenta a este periódico, continuar buceando en la red para detectar delitos y capturar a sus malhechores. "Tenemos nuevos frentes con la Inteligencia Artificial (IA) y me gustaría seguir por ese camino".

La festividad de los Santos Ángeles Custodios es un día para celebrar, homenajear y recordar. Por ello, decenas policías nacionales -además de personas y entidades externas- han sido reconocidos por el ingreso en la Orden del Mérito Policial este martes; la mayoría, con distintivo blanco. Dos de ellas han sido entregadas a las inspectoras del Grupo de Homicidios tras resolver el crimen de David, un joven de 21 años asesinado a tiros en una finca de Los Montes de Málaga. Sin cámaras de seguridad que rastrear, la investigación policial se complicaba por momentos. Un año y nueve meses después, el ADN hallado en la cremallera de la mochila de la víctima y el trabajo incansable de los agentes permitió la detención del sospechoso, conocido como Dinamita Montilla, un individuo condenado a 123 años de cárcel -de los que cumplió 28- por cuatro homicidios en la década de los 80.

La jefa del grupo, Rafaela Polo -más conocida como Rafi-, asegura que, aunque haya investigaciones que se encallen y su resolución se alargue en el tiempo, "no se olvidan". "Homicidios está 24 horas al día lo siete días a la semana. Siempre localizables, sin importar el festivo que sea", lo que implica perderse cumpleaños, comuniones y otros asuntos familiares. El único secreto, tener vocación. Aunque no tiene antecesores en el cuerpo, sí en la Guardia Civil.

Desde pequeña, la inspectora Polo también quería pertenecer al Instituto Armado. Sus padres la animaron a culminar una carrera universitaria y, tras licenciarse en Derecho, decidió prepararse para la Policía Nacional. Desde 1997 ejerce como servidora pública. Ha pasado por Seguridad Ciudadana, la Unidad de Atención a la Mujer, la comisaría de Palma-Palmilla y hasta escolta en la Audiencia Nacional. Desde 2011, desempeña sus funciones en Homicidios con "profesionalidad" y "empatía". "Cuando te enfrentas a este tipo de delitos tienes que ponerte en el lugar de la víctima y de sus familiares, pero a veces también en el del entorno del autor porque sin quererlo ni beberlo también son damnificados de lo que ha sucedido", detalla.