Los suicidios triplican en 2022 en Málaga las muertes por accidentes de tráfico

Los fallecimientos a nivel provincial por conducta suicida aumentaron en el primer y segundo año de la pandemia

Los profesionales instan a pedir ayuda porque “hay recursos y salida”

El próximo curso habrá en las aulas un protocolo de detección precoz de la conducta suicida

Expertos de Málaga alertan que el suicidio es un “problema social grave” que necesita “medidas ya”

Cuatro de cada cinco personas de Málaga que se suicidan son mayores de 40 años

Velas en memoria de una persona fallecida. / M. H.

Málaga/La sociedad ha tomado conciencia de la magnitud de las muertes en la carretera y en las últimas dos décadas se han adoptado medidas que consiguieron reducirlas. Pues bien, los fallecidos por suicidio multiplican con creces a los que han perdido la vida por accidentes de tráfico. Todas estas muertes dejan un drama, pero los datos ayudan a dimensionar el impacto social la conducta suicida.

En el caso de Málaga, los fallecidos por suicidio triplican a los que murieron en accidentes de tráfico. En 2022, fueron en total 167 frente a 58, respectivamente. La situación no es nueva. Es una tendencia que se repite a través de los años en la provincia y también a nivel nacional. En Málaga, en 2021 fallecieron por suicidio 198 personas frente a 62 que perdieron la vida por accidente de tráfico. En 2020 fueron 173 y 54 y en 2019, 128 y 57, respectivamente, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). “Es un gran problema de salud pública”, reconoce Benedicto Crespo, coordinador del Plan Integral de Salud Mental en Andalucía. Para responder a esta realidad, la Administración autonómica ha activado el primer plan andaluz para evitar suicidios, que va de 2023 a 2026.

Crespo acota: “Es un problema de salud pública que tiene solución. No es una solución mágica, sino un trabajo a largo plazo y multisectorial”. Porque aclara que están involucradas, con diferentes medidas, las consejerías de Salud, Educación, Inclusión y Hacienda. Esta última porque también hay que articular los recursos para su desarrollo. Crespo apunta que así como con los accidentes de tráfico se tomaron medidas muy diversas que después de dos décadas han reducido la siniestralidad en las carreteras, también frente al suicidio hay que adoptar un abanico de accidentes para que baje la cifra de fallecidos.

Al igual que en el resto de España, en Málaga, el suicidio es la primera causa de muerte no natural. En la provincia, en 2022 éstas sumaron 542, según el INE. Por conducta suicida fueron 167, por caídas accidentales 111, por ahogamiento 81, por accidentes de tráfico 58, por envenenamiento accidental por psicofármacos o droga 50 y por agresiones (homicidios) 14. Conforme a las estadísticas del INE, hubo un repunte de suicidios durante los peores años de la pandemia. En 2019, antes del Covid, por conducta suicida fallecieron en la provincia 128 personas. En 2020, la cifra se elevó a 173 y en 2021, a 198. En 2022 bajó a 167, pero sigue por encima de los números prepandemia.

Crespo explica que el suicidio tiene una entidad multifacética, “compleja en su génesis y en los mecanismos de actuación”. Aclara que no hay una causa única ya que influyen componentes biológicos, genéticos, sociales, psicológicos y que cada suicidio es único. “Por lo tanto, las soluciones también son complejas” y difíciles de implementar. “El camino no es fácil, pero hay que actuar”, insiste.

Por eso se pone en marcha el primer plan andaluz para atajar las conductas suicidas que contempla diferentes acciones. Entre ellas, la aplicación del Código Suicidio. Éste es un protocolo homogéneo para toda Andalucía que se activa cuando una persona que ya ha hecho con anterioridad una tentativa suicida contacta con el sistema sanitario. También incluye un mayor control en las horas inmediatas posteriores a un intento de suicidio, ya que son de máximo riesgo.

El plan contempla también la formación de profesionales del 061 para que cuando atiendan una llamada detecten una probable conducta suicida y se dé la respuesta asistencial adecuada. Crespo adelanta que en los próximos meses se van a contratar 106 profesionales para el área de Salud Mental en Andalucía que reforzarán la atención frente al suicidio.

Otra medida del plan consiste en la actualización de registros en tiempo real para conocer la magnitud del problema en cada momento y las zonas geográficas de mayor riesgo (En el caso de Málaga, la comarca de Antequera es una zona con altos indicadores de suicidio). Con este objetivo, habrá una mayor coordinación entre el Instituto de Medicina Legal (IML)y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a fin de que la información fluya de inmediato ya que en la actualidad llega con más de un año de retraso.

Además, de cara al próximo curso escolar, las consejerías de Desarrollo Educativo, Salud e Inclusión implementarán un protocolo para la prevención y detección precoz en las aulas, ya que el acoso escolar puede aumentar el riesgo de suicidio. En los centros de salud habrá enfermeras referentes que apoyarán a los docentes de cara a esos cometidos. También se desplegarán actuaciones hacia los supervivientes, sean familiares, amigos o vecinos. E incluso, hacia los medios de comunicación para que sepan cómo tratar este tema.

Crespo reitera que las soluciones son complejas y a largo plazo, pero que “hay salida” y que las personas con ideas suicidas deben pedir ayuda.

Fallecen más hombres que mujeres

Los hombres multiplican con creces la cifra de mujeres que fallecen por suicidio. Tanto a nivel nacional como provincial, la proporción es similar. En 2022, en Málaga, de los 167 suicidios registrados, 130 correspondieron a varones y 37 a mujeres. Es decir que cuatro de cada cinco (el 78%), fueron hombres.

En España, los varones muertos por conducta suicida representaron el año pasado el 74%. La explicación que dan los especialistas es que los hombres utilizan métodos más letales. Tanto en el caso de la provincia como del país, la tendencia es así desde siempre. Por ejemplo, en 2019, en Málaga, de las 128 muertes por suicidio, 97 fueron varones y 31 mujeres. En 2020, el total fue de 173, siendo 126 hombres y 47 mujeres. En 2021, los números son 198, 145 y 53, respectivamente. Y en 2022, el total de personas que perdieron la vida por suicidio ascendió a 167, de las cuales 130 fueron hombres (78%) y 37 mujeres (22%)

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