Tapian por sorpresa los trasteros de 30 familias de El Palo en Málaga: "Tenemos materiales del trabajo y ropa de los niños"

El martes encontraron el local cerrado y, desde entonces, no pueden acceder a sus pertenencias

La empresa argumenta que el origen ha sido un alzamiento judicial de la propietaria del edificio y asegura que devolverá "todo, hasta la fianza"

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El local que ha sido tapiado en calle Villafuerte.
El local que ha sido tapiado en calle Villafuerte / Javier Albiñana

Ni pueden entrar a recuperar sus pertenencias ni saben cuándo podrán hacerlo. Familias de la barriada malagueña de El Palo se han topado con una desagradable sorpresa al descubrir que la entrada del local que alberga los trasteros que tienen alquilados ha sido, casi de la noche a la mañana, tapiada. La medida ha causado una honda indignación entre los afectados, que podrían ser, al menos, una treintena. Varios de ellos ya han acudido a la Comisaría para denunciar lo ocurrido. "Tengo un contrato de alquiler de dos trasteros desde 2021 y pago 95 euros todos los meses, además de la fianza que dimos. Nadie nos ha llamado para darnos una explicación ni ninguna solución", asevera a este periódico una de las perjudicadas.

Según su testimonio, solo algunos arrendatarios fueron informados a través de un mensaje de que, "por problemas técnicos", este martes debían desalojar su almacén del número 5 de calle Villafuerte en el que tienen guardados sus enseres. No avisaron a todos, asegura una vecina, que en su caso ha tenido conocimiento de lo ocurrido tras llegarle de unos conocidos una fotografía a su teléfono móvil con la fachada tapiada. El local, al día siguiente, ya no tenía, ni siquiera, rótulo en la entrada.

Los vecinos han unido sus voces a través de un grupo de Whatsapp para actuar contra la empresa con la que tienen suscrito un contrato de servicio de alquiler y exigirles explicaciones. La misma firma cuenta con otros 70 trasteros divididos en dos locales en una zona próxima de la misma barriada de El Palo. En ese caso, algunos de los perjudicados afirman haber recibido un mensaje con fecha límite -el 6 de mayo- para retirar sus enseres. Pero, como medida preventiva, y ante el temor de que también a ellos se les impida el acceso, ayer comenzaron con premura a desalojar sus trasteros. "Todo lo que tenemos dentro es de nuestra empresa de trabajo; son materiales de construcción, a ver cómo trabajamos ahora", se lamentaba otra mujer.

Este jueves era continuo el ir y venir de familias que sacaban sus enseres. La crispación era latente entre muchas. "No hay derecho porque todos pagamos mes a mes. Guardamos ropa de los niños y objetos de valor", denunciaba también un arrendador mientras especulaba sobre qué ha podido ocurrir para que la empresa haya tenido que proceder al cierre forzoso, dejando en el interior todas sus cosas.

Un alzamiento judicial, la causa del tapiado, según la empresa

‘Málaga Hoy’ ha recogido también la versión de I Love My Trastero, la empresa a la que las familias afectadas alquilaron los trasteros. La dueña argumenta que el tapiado responde a un alzamiento judicial ejecutado por la propiedad del edificio que le tiene arrendados los dos locales en la zona de El Palo. "El año pasado tuvimos problemas de pago y hubo una orden de desalojo. Firmamos un contrato de arras para comprarlos pero no conseguimos ni el aval ni la hipoteca", relata la responsable, que asegura no haber tenido conocimiento de la medida judicial "hasta el día antes" de que se tapiara la entrada de los espacios.

El ingreso hospitalario de su marido, aquejado de una enfermedad, manifiesta, alteró los planes y provocó que no pudiera efectuar la compra que había comprometido, según su testimonio. Si bien reconoce que debió haber avisado a sus clientes de que debían desalojar los almacenes para poner a salvo sus enseres, afirma que "confió en la buena fe" de los propietarios del edificio. "Pensaba que iban a dejarme que sacaran sus cosas. Yo entregué las llaves al juzgado y después tapiaron la puerta", sostiene.

Desde herramientas de trabajo hasta las cenizas de un familiar

Su “único interés” es que los afectados puedan volver a entrar en los trasteros, donde almacenan, apunta, desde “herramientas de trabajo” hasta las cenizas de un familiar. Tiene intención, explica, de reunirse con los perjudicados esta tarde, coincidiendo con un encuentro que ellos mismos han organizado para tomar medidas al respecto.

“Entiendo su enfado, su agobio y su preocupación porque me pongo en su piel. No queremos perjudicar ni estafar a nadie. No vamos a quedarnos con su dinero; se va a devolver todo, incluso la fianza”, advierte.

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