Un taxista pirata huye a más de 200 km/h con los pasajeros dentro desde el aeropuerto de Málaga hasta Fuengirola

El conductor ilegal llegó a apagar las luces del vehículo por la autovía para escapar de la Policía, que le pisaba los talones

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Imagen de archivo de la retirada de un vehículo que operaba en el aeropuerto.
Imagen de archivo de la retirada de un vehículo que operaba en el aeropuerto. / M. H.

A más de 200 kilómetros por hora, con las luces apagadas y con pasajeros a bordo. Así fue la fuga protagonizada, supuestamente, por un conductor sin licencia mientras la Policía Local le pisaba los talones. En una arriesgada persecución por la MA-20, circulando en zig zag y adelantando por el carril izquierdo y derecho de la autovía, el taxista pirata puso en riesgo al resto de usuarios, que tuvieron que cambiarse de carril para evitar ser embestidos.

La huida dio comienzo pasadas las 2 de la madrugada del pasado jueves en el aeropuerto de Málaga, donde la tensión se ha multiplicado en los últimos meses por la proliferación de conductores ilegales que aguardan el momento de relevo de los agentes para captar a turistas y ofrecerles sus servicios. La Policía había recibido entonces aviso de que una persona sin autorización para ello estaba recogiendo a pasajeros en un coche de alquiler con las lunas tintadas. No tienen ni licencia, ni permiso, ni seguro de cobertura al viajero. En este caso, el investigado, cuando recibió el alto de los efectivos, ya había cargado varias maletas y subido a clientes a su vehículo en la zona del parking preferente. Pero lejos de obedeceder las indicaciones, pisó el acelerador y huyó, presuntamente, del lugar de forma apresurada, según fuentes próximas al caso consultadas por este periódico.

Tras incorporarse a la MA-20, se iniciaba una persecución en la que no solo puso en peligro la seguridad de los clientes que viajaban a bordo, sino también la de los conductores que en ese momento circulaban por la misma vía. El taxista ilegal, a una velocidad que llegó a alcanzar los 220 kilómetros por hora, iba haciendo zig-zag. Y ello provoco que otros se vieran obligados a maniobrar para evitar salirse de la carretera, han indicado las mismas fuentes.

El conductor pirata, sin intención de detener su marcha y con la Policía persiguiéndolo con los luminosos de su vehículo activados, continuó su fuga por la A-7, en sentido Cádiz. Tomaba la delantera indistintamente por el carril izquierdo y derecho para no ser alcanzado. Después, apagó las luces del automóvil con la intención de impedir que los efectivos pudieran seguirle. Cuando el conductor ilegal accedía a la entrada de Fuengirola, los policías le perdieron la pista y, por seguridad, rehusaron continuar con la persecución. Logró fugarse, aunque su libertad tenía las horas contadas.

Cambia su vehículo alegando "fallos mecánicos"

Los policías conocían a la perfección el coche de la huida que dejaron escapar. Tenían la certeza de que el fugado volvería al sitio equivocado. Su intuición no les falló. Lo hizo, según las averiguaciones policiales, poco después de haber cambiado en un rent a car su vehículo de alquiler por otro alegando "fallos mecánicos". Hacia la medianoche del sábado, la Policía, que tenía desplegado un dispositivo especial de control en el recinto aeroportuario para actuar contra el transporte ilegal de pasajeros, localizó al conductor que 48 horas antes había huido a gran velocidad por la autovía. El investigado, de 32 años y origen magrebí, fue interceptado en la terminal de llegadas. Las pesquisas realizadas al alimón entre el Grupo de Investigación de Accidentes y Atestado (G.I.A.A.) y el Grupo de Investigación y Protección (GIP) llevaron hasta el fugado.

Segunda fuga de un taxi pirata: un conductor salta para no ser atropellado

Ninguna medida parece efectiva para disuadir a los conductores ilegales del aeropuerto, que se enfrentan a una infracción administrativa. Pero su situación se complica cuando acaban esposados por un delito contra la seguridad vial. La fuga de este taxista pirata que ha llevado al límite a la Policía huyendo a gran velocidad por la autovía no ha sido la única en los últimos dos meses. A finales de agosto, otro conductor que también captaba ilegalmente a posibles clientes protagonizó una persecución en la que un taxista llegó a perder el control de su vehículo y acabó saltando hacia la acera para no ser atropellado.

El sector del taxi, amenazado: "Tienen ojeadores y chivatos"

Mientras tanto, el sector del taxi se siente cada vez más amenazado por estos conductores piratas. Según sus cálculos, en la ciudad operan, ilegalmente, unos 50. Muchos de ellos son viejos conocidos para la Policía, que patrulla la zona tanto de uniforme como de paisano, a sabiendas de la dificultad de sorprenderlos in fraganti porque saben cómo y cuándo actuar. Tienen, en palabras de conductores consultados por Málaga Hoy, "ojeadores" y "chivatos". Son, aseguran, "mafias organizadas" a las que les sale rentable la reincidencia.

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