Tecnología punta en Málaga: un robot y su gemelo digital facilitan que los alumnos de FP hagan prácticas gratuitas
El proyecto europeo en el que participan Málaga TechPark y la UMA busca llevar la robótica colaborativa y la tecnología punta del gemelo digital a las aulas
El Foro Transfiere tendrá como invitados a Reino Unido y la Universidad de Bolonia

Málaga/Si a una persona que viviera en los años sesenta, una década en la que se filmó un título como 2001: Odisea en el espacio, alguien le contara los avances de los que la humanidad está siendo testigo a finales del primer cuarto del siglo XXI, probablemente pensaría que se trataba de una broma. ¿Cómo habría reaccionado este individuo a la noticia de la creación de un robot reconvertido en una suerte de profesor para ayudar a los alumnos de las ramas técnicas de la Formación Profesional (FP) de toda Europa a realizar prácticas? Pues este es el indudable adelanto científico que presentó ayer Málaga TechPark en su expositor del Foro Europeo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (Transfiere), que se celebra hasta el viernes en el Palacio de Ferias y Congresos de la capital.
La propuesta es el resultado de un proyecto europeo llamado DitWin en el que participan Málaga TechPark y la Universidad de Málaga, así como otras seis empresas del continente. “¿Cómo en los institutos de FP podemos ayudar a los alumnos a que realicen prácticas con tecnologías que se usan en la industria 4.0? Una de esas industrias es la robótica colaborativa: hemos desarrollado el software que simula al robot”, explica Víctor Muñoz, coordinador del grupo de investigación de Robótica Médica de la UMA.
Lo que se ha hecho, a grandes rasgos, es hacer un gemelo digital de un robot. Los investigadores han desarrollado un software que simula el funcionamiento del robot físico para que los alumnos de FP de toda Europa puedan realizar prácticas con tecnología punta de forma gratuita. Y no es para menos, porque un prototipo puede costar, como mínimo, 20.000 euros (el modelo llamado pick and place, que se usa para mover componentes de móviles y ordenadores en la industria).
“Programas al robot virtual y puedes mandar el programa al real. Comprar un robot es caro, la idea es que tuviesen los alumnos su simulador, uno que funcionase igual que uno de verdad. De hecho, se le pueden caer cosas, puede chocar, incluso”, destaca Muñoz, quien añade: “Si ves que funciona en el simulador, puedes enviar en programa al robot real, que se encuentra en un laboratorio remoto y ver cómo este ejecuta todas actividades y movimientos que tú has programado”.
Álvaro Galán, investigador del grupo de investigación, indica que, al final, “los centros de FP no tienen los recursos, el dinero para poder tener un sistema robótico. Un robot, este por ejemplo, vale 20.000 euros, y es barato, o el software, que vale 3.000 euros”.
De esta forma, se desarrolla un gemelo digital, explica, que “al final es un simulador con más capacidades para que los alumnos de diferentes partes de Europa puedan, sin tener que contar con el robot presencialmente, puedan aprender cómo funciona, programarlo, manejarlo, las articulaciones, todo en código libre, gratuito”, reflexiona, para precisar al tiempo que los alumnos pueden usar bots físicos de forma remota, “de tal manera que estos puedan conectarse y, lo que han probado en simuladores, en gemelos digitales, puedan probarlo en un entorno real”.
Ya, de hecho, se han realizado algunas pruebas de estudiantes conectándose en Cracovia (Polonia) y usar la máquina físico que se hallaba en Málaga. “Así conseguimos que alumnos de Centros de FP de mecánica, robótica, etc., que no tengan los recursos para tener un robot, sí que cuenten con ese aprendizaje y esa formación en robótica”.
El gemelo digital, no en vano, puede incluso, si así se desea, replicar en todo momento lo que ocurre en el mundo real, pero ofrece la posibilidad a los estudiantes de que se trate únicamente de una simulación para mejorar las destrezas programáticas y digitales de los interesados, dotándolos, por tanto, de herramientas que, con el andar de los años, les serán muy útiles en su largo camino profesional en el ámbito de la tecnología.
El robot de Málaga TechPark y la UMA, que ayer seguían con atención periodistas y asistentes a Transfiere, es “colaborativo y no está pensado para la industria”. Si se hubiera usado uno de los prototipos que existen en las fábricas “habría que poner una valla de seguridad. La programación de estos se hace pensando en la industria: es un modelo pick and place que se puede utilizar en el ensamblaje de un coche o también para construcción”.
El bot, incluso, se ha usado para robótica médica, explican los responsables de este proyecto que abre nuevas
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