El teniente de la unidad antidroga de élite de la Guardia Civil, en el banquillo

El teniente del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), unidad de antidroga de la Guardia Civil, se sienta en el banquillo hoy para ser juzgado por las relaciones que presumiblemente mantenía con organizaciones de traficantes dedicadas a introducir hachís en la península. El mando, que fue detenido cuando se encontraba al frente de este grupo de élite en Málaga, es juzgado junto a otras 39 personas, varias de ellas también pertenecientes al instituto armado.

La Fiscalía mantiene que los agentes colaboraban con organizaciones de traficantes. Afirma que proporcionaban cobertura y seguridad durante las operaciones de desembarco de droga y, por otra parte, avisaban de las actuaciones que realizaban otros cuerpos policiales.

La organización de contrabandistas de droga supuestamente involucrada en estas prácticas estuvo implicada en los años 90 en un caso de corrupción policial que provocó la detención y posterior condena de un inspector y un agente de un grupo antidroga de la Policía Nacional.

La Sección Segunda de la Audiencia retoma hoy el juicio, que aplazó en septiembre por la incomparecencia de uno de los agentes del EDOA. El tribunal dictó una orden internacional contra el agente, si bien hasta ahora no ha podido ser localizado. Por tanto, la vista oral arrancará sin su presencia, con la exposición de las cuestiones previas.

El Ministerio Público ha formulado en esta causa cargos por encubrimiento, revelación de secreto, robo, proposición para cometer tráfico de drogas y contra la salud pública, blanqueo y cohecho, entre otros. Esta acusación reclama 30 años de prisión para el mando de la Guardia Civil y 50 para el agente huido.

La Fiscalía detalla en su escrito de acusación provisional 16 hechos delictivos y alude a operaciones contra el narcotráfico en Málaga y en Marbella, en las que habrían tenido alguna participación el teniente del EDOA y el agente huido de la justicia, junto a varios acusados por narcotráfico.

Las intervenciones telefónicas, según consta en el escrito de acusación, contactaban con personas que iban a robar alijos de drogas y acordaban un operativo para que esos contactos se quedaran con parte del cargamento.

La acción popular, en representación de la AUGC, personada por primera vez en una causa contra miembros de la institución, acusa, además, a un capitán de la Guardia Civil, contra el que, sin embargo, no formula cargos la Fiscalía. La asociación considera en su calificación inicial que este procesado habría tenido participación supuestamente irregular en una operación de drogas.