“Los padres de Julen son un ejemplo de aguante y superación”
Julián Díaz | Teniente de la Guardia Civil
Un teniente de la Guardia Civil asegura que “nadie se puede poner en la piel” de los progenitores
Miércoles. Despunta el décimo amanecer en la Sierra de Totalán, esa que vio desaparecer a un niño engullido por un estrecho pozo en el que continúa atrapado sin que todavía se le haya podido rescatar. La espera es interminable para llegar hasta el pequeño Julen, de solo 2 años, aún más pertubadora tras haber rebasado ya los plazos de supervivencia –de hasta diez días– que se conocen de otras actuaciones similares. Aunque no idénticas. El caso de Julen es inédito. Las circunstancias que lo rodean, aseguraba ayer el presidente del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga, Francisco Delgado Bonilla, “no se ha dado en ningún lugar del mundo”.
Y ello no solo por la extrema dureza del terreno contra el que luchan los efectivos, sino también por los 400 metros de altura desde la que están trabajando y los más de 100 de profundidad a la que se encuentra el niño. Pese a los continuos varapalos dados por la complejidad técnica de las actuaciones, los padres de Julen aguantan la presión. Su actitud era ayer elogiada por el teniente de la Guardia Civil Julián Díaz, que aseguraba que son “un auténtico ejemplo de aguante y superación”, al tiempo que reconocía la “complicada situación” que están viviendo. “Poder hablar con ellos y mirarle a los ojos tiene pocas palabras”, señalaba.
Pero nadie “puede ponerse en la piel” de la familia. Y en eso ya insistió la semana pasada José Roselló, el progenitor del niño, cuando comparecía ante los medios de comunicación. “Cualquier padre puede decir que me entiende, pero no, se lo puede imaginar”, apostillaba el hombre, visiblemente afectado por lo ocurrido a su hijo. Fue la única ocasión en la que se dejó ver ante las cámaras.
El rescate de Julen dejará huellas a todas las partes implicadas que han aportado su granito de arena en mayor o menor medida. Entre ellas, la Guardia Civil, que coordina el dispositivo de actuación. “Hablo en nombre de todos mi compañeros, no solo guardias civiles. Estamos cansados, pero muy emocionados por todo lo que está ocurriendo y muy animados para obtener el resultado que todos queremos”, manifestaba el teniente. Refugiado en la modestia, explicaba que la labor que el Instituto Armado está llevando a cabo forma parte de su trabajo, que asumen “con ilusión”. “Nuestro trabajo es dar seguridad al ciudadano y eso conlleva desde salir a patrullar, apagar fuegos o sacar a un niño atrapado”, recalcaba.
Así, el agente destacaba que seguirán en el tajo “el tiempo que haga falta”. “De aquí no se va a ir nadie sin Julen. Estamos animados, con la moral alta y trabajando al máximo. Hacemos todo lo que podemos, ayudando y trabajando y descansando cuando se puede”, expresaba.
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