Tercer hospital de Málaga: profesionales claman por su “urgencia” tras el retraso a 2032
Recuerdan que Málaga está a la cola en número de camas y, aunque admiten la complejidad del proyecto, lamentan la enésima demora que lastra la sanidad pública
Rechazo a la demora del tercer hospital de Málaga hasta 2032 y reivindicación de la apertura "ya" del Pascual
Málaga –aunque un cuarto de siglo después sigue peleando por su tren litoral– ha hecho avances en infraestructuras. En las últimas dos décadas han llegado el AVE, el Metro y la ampliación del aeropuerto. Sin embargo, así como el tren, también continúa esperando el tercer hospital; un nuevo Regional que acabe con la dispersión y la falta de espacio del actual. Diecisiete años llevan los malagueños escuchando promesas al final incumplidas y plazos que una y otra vez se posponen... El enésimo retraso conocido esta semana aplaza su apertura a 2032. Políticos del PSOE -antes- y del PP -ahora- se han hecho muchas fotos prometiendo el “mayor hospital del sur de Europa”, pero de momento no se ha puesto ni un ladrillo.
Ante un nuevo retraso, un puñado de destacados profesionales de la sanidad pública malagueña –que han ido sumando años e incluso se han jubilado sin ver esta infraestructura convertida en realidad– coinciden en incidir en su “necesidad y urgencia”. Unos son más críticos y califican el nuevo aplazamiento de “tomadura de pelo”, otros reabren el melón de que la ubicación junto al Civil no es la adecuada por lo congestionado del entorno, pero todos insisten en que debe ser un proyecto prioritario.
Víctor Baena ya está jubilado. Fue durante muchos años el jefe de Urología del Regional y gerente del centro sanitario en 2019. “El hospital no da más de sí. No tiene ni suficientes camas, ni suficientes quirófanos. Está encorsetado por la falta de espacio físico”, sostiene. Dice incluso que hay retos que no puede afrontar porque “se ha quedado pequeño”. Por eso urge a los políticos a “que se pongan las pilas” y opina que el aplazamiento de la apertura a 2032 es “demasiado retraso”. Critica que mientras “se triplica el dinero para la concertada”, se sigue posponiendo una infraestructura que es imprescindible para que “se pueda operar más y ver a más pacientes”. En resumen, para contener unas listas de espera desbocadas. También vuelve a poner sobre la mesa el debate de la ubicación escogida para su construcción, en los aparcamientos del Hospital Civil: “En mi opinión, el sitio elegido es cuestionable por la falta de espacio”.
El jefe de Oncología Médica del Clínico, Emilio Alba, recuerda que Málaga es la provincia con la ratio de camas por habitante más baja de Andalucía por lo que estima “urgente” corregir ese déficit. “Málaga necesita de una forma relativamente perentoria el nuevo hospital. A la mayor brevedad debería haber una partida presupuestaria para que se empezara”, reivindica. Sobre el nuevo retraso, esta vez a 2032, ironiza: “Bueno, dicen que 2032”. Sin embargo, duda de que pueda abrirse para entonces: “Incluso poniéndose las pilas, aunque tuvieran la voluntad y el dinero, es muy complejo hacerlo y dotarlo [para 2032]”. Es otra de las voces que considera que la ubicación junto al Civil no es buena: “Es un sitio malo, inadecuado. Va a ser el hospital para los siguientes 50 años. Con la inversión de ese calibre, ponerlo en un sitio tan densamente poblado y con accesos tan complicados, a lo mejor no está en el sitio que toca”. Opina que sería mejor “un hospital de futuro” hacia el Valle del Guadalhorce, que es por donde se expande la población. “Todavía están a tiempo de cambiar el sitio porque no han puesto ni un ladrillo”, opina. Y concluye: “Pero lo que sí me gustaría es que comenzara lo antes posible”.
Juan Pedro López Siguero se jubiló escuchando promesas y plazos. El que fuera Jefe del Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Materno-Infantil cree que el retraso a 2032 es “una ofensa, un desprecio y una tomadura de pelo”. Considera que “sin explicación” se ha anunciado un nuevo retraso que es “excesivo”. Cree que “no ha habido demasiada contestación” a ese aplazamiento. Tras la llegada al poder autonómico, el entonces consejero de Salud, Jesús Aguirre, habló del final de la segunda legislatura –2026– como la fecha de apertura del nuevo Regional. Ahora se mueve a 2032. Un cambio frente al que, cree López Siguero, “la contestación debería ser más radical”. Después de más de 40 años como especialista pediátrico en la sanidad pública estima que el mayor problema mientras tanto no serán las listas de espera infantiles, dado que hay menos natalidad; sino las de adultos, debido al envejecimiento de la población.
El que fuera jefe de Endocrinología del Regional, Federico Soriguer (ya está jubilado), tacha de “barbaridad” el retraso a 2032. “Llevan años prometiendo el nuevo hospital sin tener dinero. Es una tomadura de pelo, antes y ahora”, en alusión a la anterior etapa socialista y la actual del PP. “Van a pasar 30 años prometiendo el hospital unos y otros; ni la catedral de Burgos tardó tanto”, lamenta. También vuelve a poner sobre la mesa las dudas sobre la ubicación. Cree que entre los emplazamientos que se barajaron durante este tiempo –la zona de Los Asperones, la parcela de la trasera del Materno y la de los aparcamientos del Civil– al final se eligió “el peor”. En su opinión, “Los Asperones era un sitio muy bueno”. Y se pregunta de cara al futuro:“A ver cómo van a gestionar unos 10.000 trabajadores en las horas puntas, en una zona ya congestionada”. A su criterio, la ubicación en el Civil “es el peor de los sitios posibles” y cree que a lo mejor este retraso “abre una ventana de oportunidad para corregir una decisión inapropiada”.
El jefe de Neurocirugía del Hospital Regional, Miguel Ángel Arráez, ve “con pesimismo” la noticia de un nuevo retraso. No obstante, admite “las dificultades que supone desde un punto de vista financiero y de accesos” una obra de estas características, que “no es tarea fácil”. Destaca el contraste que supone que Málaga cuente con “un gran aeropuerto” y esté comunicada con AVE, pero que “en pleno siglo XXI no tenga esta infraestructura sanitaria resuelta”. Un recurso “cuya necesidad es absolutamente incuestionable” por el déficit de camas hospitalarias de la sanidad pública de la provincia. Hace hincapié en que el Regional cuenta con profesionales y tecnología “envidiables”, pero con unas instalaciones “obsoletas, insuficientes e ineficientes” por su dispersión (los pabellones A, B, el Materno y el Civil). “El Hospital Carlos Haya desde hace muchísimos años está en situación de depauperización arquitectónica. Tiene que ser sustituido por un centro que se corresponda con las necesidades del siglo XXIy de una provincia que es una locomotora”, sostiene. Dice que “durante muchos años, la situación hospitalaria ha estado dejada de la mano de Dios” y cree que la actual Administración “es sensible” a las necesidades. “No cabe duda de la apuesta por mejorar de este gobierno autonómico, como quedó demostrado en la pandemia”, en alusión a las obras que se acometieron en ese periodo.
Fabio Rivas ya está jubilado. Fue el jefe de Psiquiatría del Hospital Regional. Califica el retraso de “tomadura de pelo” del PP; como lo fueron los reiterados incumplimientos del PSOE “que lo prometió por activa y por pasiva”. Cree que el nuevo hospital “nunca ha sido más que una bandera que no se ha vivido como algo que hubiera que solucionar con premura. Se apuntó el PSOE, se apuntó el PP y se apuntará el que gane. Nunca los políticos se lo tomaron en serio. El nuevo hospital no ha sido más que una bandera política. Ganan las elecciones, enseñan la bandera, se hacen la foto, pero pasa el tiempo y no han puesto ninguna piedra”. Considera que reabrir el debate de la ubicación “es una trampa”. En su opinión, el énfasis debe ponerse en si realmente se quiere y se puede hacer. El nuevo Regional “es una prioridad en el discurso político, pero no es una prioridad presupuestaria”, apunta. Critica que “el PP, de forma suavona, con la bandera del nuevo hospital por delante, pasa dinero público a la sanidad privada” y está transformando el sistema de salud “en algo parecido a la beneficencia”. Ahora que ya no ejerce de médico, sino de paciente, califica la atención primaria como “un desastre” y cree que la especializada “nunca estuvo peor”. Por eso apremia a los gestores a que construyan el hospital, “y mientras llega 2032, refuercen la atención primaria y la especializada”.
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