El terral dará tregua a Málaga este fin de semana: hasta 10 grados menos en la costa

Giro de guion en la meteorología malagueña. Tras dos días (y dos noches) de calor sofocante, el terral da de mano este fin de semana, provocando una bajada generalizada de las temperaturas. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha desactivado los avisos en toda la provincia, dibujando así un escenario de termómetros contenidos, con descensos de hasta 10 grados. Se prevé, por tanto, que las máximas oscilen entre los 29 y los 32 grados en la costa; mientras que en el interior el descenso será algo menos pronunciado, puesto que podrían alcanzarse entre 34 y 37 grados. Toda la provincia lograría zafarse, eso sí, de los 40º que la han venido acompañando estas últimas jornadas.

Un cambio que se debe a la retirada del terral, que acostumbra a elevar los mercurios hasta valores extremos. No obstante, este viento se ha despedido dejando, de nuevo, una madrugada extenuante. Sobre todo en la capital, donde al filo de la medianoche las estaciones del puerto y el aeropuerto llegaron a marcar 33,7º, exactamente lo mismo que la situada en Nerja; la cifra más elevada de todo el país. Por lo que los 32º y 30º de máxima dictados para este sábado en ambos municipios parecen casi un regalo. También hubo una noche infernal, como se conoce en meteorología a las madrugadas en los que no se baja de los 30 grados, en puntos como Vélez-Málaga, donde se alcanzaron 33,5º; Rincón de la Victoria, con 32,8º o Álora, con 31,4º.

Números a los que se llega, cabe recordar, solo un día después de batir el récord de temperatura nocturna más elevada; puesto que la noche del viernes los termómetros llegaron a marcar 34,6º en el aeropuerto, el valor más alto desde que comenzaron los registros en 1942; es decir, hace 82 años.

Por su parte, la previsión hasta entrada la semana no ofrece grandes variaciones en lo que a máximas se refiere, de forma que todo parece indicar que los mercurios se mantendrán cercanos, o un poco por encima, de los 30 grados. Unas cifras algo más llevaderas. La única excepción la constituyen, una vez más, los municipios del interior, en los que está previsto que el calor apriete algo más, aunque aún por debajo de los 40º.