El terremoto de 6,3 en el mar de Alborán deja centenares de réplicas de menor intensidad
Un seísmo sacude Málaga
El temblor producido a 162 kilómetros del litoral de la provincia es el más grave registrado en la zona desde el de 2010 en Albuñuelas (Granada). El 112 recibió en unos minutos 280 llamadas.
Eran las 5:22 de la madrugada cuando una intensa sacudida pilló por sorpresa a muchos malagueños mientras dormían. Ha sido el terremoto más grande registrado en Andalucía y en el mar de Alborán desde que hay registros instrumentales tras el que hubo en Albuñuelas (Granada) en 2010, que tuvo una magnitud de 6,3, y el que acabó con la vida de más de 500 personas en 2004 en Alhucemas, precisamente a unos 45 kilómetros del ocurrido ayer y a 162 kilómetros del litoral de Málaga.
El de ayer es el segundo seísmo registrado en el mismo punto, a unos 21 kilómetros de profundidad en pleno mar de Alborán y al norte de la costa marroquí de Alhucemas, en apenas unos días. El primero tuvo lugar el pasado jueves en torno a las 14:47 y los expertos del Instituto Universitario de Investigación Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada han concluido que podría tratarse del precursor del de mayor magnitud registrado ayer. Es decir, el seísmo de hace unos días, que alcanzó una magnitud de 4,9, fue como un aviso del fuerte terremoto de 6,3 que se dejó sentir con fuerza en Melilla y buena parte del litoral andaluz, especialmente el malagueño.
La responsable del área de Prevención de ese organismo, Mercedes Feriche, aseguró que "eso no lo hemos podido saber hasta ahora", ya que los terremotos precursores no son calificados como tal hasta que se produce posteriormente otro mayor que lo confirma por lo que no sirven para predecirlos.
El sismo propiamente dicho duró en torno a 40 minutos, desde que se empezó a detectar la deformación de la forma de onda hasta el final. Sin embargo, fue percibido por la población durante apenas unos 10 ó 20 segundos como máximo.
Pero ese tiempo pareció una eternidad para las personas que lo notaron y que provocó una avalancha de llamadas al servicio de Emergencias 112. Así, se registraron 418 llamadas, 280 de ellas en la provincia Málaga, debido al fuerte terremoto que se saldó sin daños personales ni materiales a pesar de que se sintió con una intensidad de entre cuatro y cinco.
Con menor intensidad se percibió en otros puntos de la comunidad, pero aún así el servicio de Emergencias 112 informó de que hubo 29 avisos en la provincia de Granada, otros 28 en Cádiz, 25 en Sevilla, 23 en Almería, 17 en Jaén, 12 en Córdoba y cuatro en Huelva.
En un primer momento, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) informó de que la magnitud había sido de 5,6, aunque a medida que llegaban nuevas mediciones se amplió su dimensión hasta los 6,3 de un terremoto que había dejado hasta ayer por la tarde más de 300 réplicas de menor intensidad, según los datos registrados por la red sísmica de Andalucía que gestiona el Instituto Andaluz de Geofísica. Y aún podrían registrarse nuevas réplicas durante las próximas semanas, explicó Feriche, debido a la magnitud alcanzada por el terremoto.
La proximidad al borde de la placa tectónica situada entre el continente africano y la Península ibérica, más conocida como euroasiática, convierten a Málaga en una de las zonas de mayor riesgo de sufrir un seísmo. Es, junto a Granada y Almería, la provincia con mayor actividad sísmica y donde se han producido algunos de los terremotos más destructores ocurridos en España a lo largo de la historia.
Tanto es así, que el Instituto Andaluz de Geofísica registra alrededor de 200 eventos sísmicos al mes en toda el área del mar de Alborán. Es decir, una media de más de seis episodios diarios. Sin embargo, la mayoría no llegan al calificativo de terremoto, reservado únicamente para aquellos con una magnitud igual o superior a 3.
Pero la responsable del área de Prevención de este organismo explicó que la longitud de las fallas en esta zona no son lo suficientemente grandes como para que se produzcan terremotos tan destructivos como en Japón, California, México o Chile. De hecho, hasta la fecha los seísmos de los que se tienen datos ocurridos en esta zona nunca han superado una magnitud -que mide la energía liberada tras la ruptura de una zona sometida a una deformación previa- de 6,5 ó 7 y una intensidad -que se calcula en función de los efectos que se producen a causa del terremoto- moderada a diferencia de lo que ocurre en otros puntos del planeta.