El tirón feriante de 'Pokémon Go'

Dos casetas del Cortijo de Torres destacan por su temática del juego de moda.

Una captura del juego en el Recinto Ferial.
Una captura del juego en el Recinto Ferial.
José Luis Zafra

18 de agosto 2016 - 01:00

VIVAN las modas. Sobre todo si atraen más público, si ayudan a hacer caja y, sobre todo, si animan la fiesta. En este caso, dos casetas del Cortijo de Torres aprovechan el tirón de Pokémon Go para adornar la fachada de su caseta y atraer a posibles jugadores del videojuego de moda. Un paseo por las calles del recinto ferial distingue a ambos sitios por el número de fotos que familias y aficionados se toman junto a la fachada.

En el caso de la caseta La Solera, situada en la calle José Blánquez El Maño, se aperciben numerosas personas que, agachando la cabeza y atendiendo al móvil, se acercan a la fachada: "Pokeparada", anuncia la caseta en su exterior, con imágenes grafiteadas de Pikachu, Charmander y Wobbuffet vestidos de gitana y cordobés. Paco, responsable de la caseta, no entiende la moda de los Pokémon Go: "Todo esto lo hacen los jóvenes", dice.

La Solera se decora todos los años, aprovechando el tirón de la última moda. En la temporada pasada, pintaron el exterior de Minions, los simpáticos personajes de la película Gru, mi villano favorito. "Fue la caseta a la que más fotos echaron" dice Paco, orgulloso del trabajo que el grafitero realiza cada año semanas antes del inicio de la Feria. Para el 2016, el videojuego de Niantic era el mejor reflejo de su espíritu feriante: "Esto es una peña de verdad", responde Paco, sin importarle la inexistente relación entre la Feria tradicional y los entrenadores pokémon.

El responsable de que su caseta sea tan popular es Manuel Reyes, trabajador de la misma y jugador de Pokémon Go: "Hay chavales que vienen jugando con el móvil y al final se quedan a tomar algo", asegura. La peña recreativa, con más de 30 años a sus espaldas, continuará con la tradición decorativa cada año, ya que es una campaña que les funciona: "Se nota muchísimo la afluencia de gente", concluye Reyes. En la misma fachada de La Solera se observa que publicitan una pokeparada (un lugar estratégico del juego para conseguir puntos y objetos). Lamentablemente, se trata tan solo de una estrategia de márketing, ya que el videojuego no encuentra nada por esa zona del Cortijo de Torres.

En el caso de El Tentadero han ido más allá: llegaron a contactar con Nintendo para situar una parada durante la semana de Feria. No han recibido contestación alguna, pero no por ello han dejado de decorar todos sus productos con las simpáticas criaturas de Game Freak. Todo su merchandising llevan el logo del Pikachu cordobés y la Charmander gitana. La caseta del Grupo Moliére, que se hizo popular hace seis años, aprovecha el tirón del videojuego de moda para ejecutar sus relaciones públicas y campañas de Feria.

"Recuerdo que el juego se lanzó unos días antes de lanzar la campaña y tuvimos que empezar a trabajar a contrarreloj para que todo estuviera a tiempo" comenta Julio, uno de los responsables de redes sociales de la caseta. En El Tentadero reparten pegatinas, camisetas, carteles y tarjetas con la insignia única de la caseta. Como curiosidad, ni en esta ni en La Solera permiten a sus empleados jugar a Pokémon Go durante las horas de trabajo en Feria.

Las modas, tan fugaces como eficaces, resultan toda una oportunidad de negocio para aquellos que quieran destacar su servicio por encima del resto. El año que viene veremos cuál será la decoración predominante de las casetas originales y recordaremos con cierta añoranza cuando los chavales iban por el Real cazando pokémons.

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