Toni Morillas, sobre el modelo de ciudad de Málaga: "Para los vecinos solo quedan migajas"

Recordaba la portavoz de Con Málaga (IU, Podemos), Toni Morillas, al arrancar su intervención en el Debate sobre el Estado de la Ciudad que con ello comenzaba la labor fiscalizadora. Y así, con una buena dosis de electoralismo de por medio, se puede decir que ha sido. La edil puso en la diana el modelo de gestión del Ejecutivo municipal que, dijo, ha provocado "la expulsión de miles de malagueños y malagueñas" al no poder acceder a una vivienda, puesto que "su modelo ha sido exitoso, pero solo para especuladores, rentistas y demás gente sin escrúpulos que se lucra a costa del bienestar de la mayoría", y cuyo objetivo último es "servir, atender y facilitar los intereses del negocio privado de las élites, para ponerles mesa y mantel mientras para los vecinos se quedan sólo las migajas".

De este modo, Morillas ha advertido al alcalde, Francisco de la Torre, que este debate iba a ser "el más duro" al que probablemente él y su equipo se han enfrentado hasta la fecha, puesto que "ya no tienen credibilidad". Algo que sustentó en "la escalada del precio de la vivienda, la privatización de espacios, la plaga de viviendas turísticas, los terribles efectos que la turistificación está provocando en la convivencia y en el consumo intensivo de recursos naturales", que definiría como los ejes principales del modelo que anteriormente criticaba. Sin embargo, ha añadido, "usted sigue, erre que erre, instalado en vender el éxito, el milagro malagueño, cuando el único milagro que se espera en Málaga es poder llegar a fin de mes".

Frente a ello, ha asegurado, coexiste otra alternativa, una "nueva mayoría social que empuja y que, entre la bolsa o la vida, elige la vida. Y que, pasando a los hechos concretos, Morilla ha vislumbrado en actos como la oposición a la celebración del Festival de la Linternas en el Parque del Oeste con manifestaciones cada domingo "aunque ustedes las hayan acusado de amargadas y violentas" a las personas que participan; la negativa a construir en los antiguos terrenos de Repsol en favor de un Bosque Urbano; en los barrios más turistificados, donde los vecinos"han ido a los tribunales por incumplirse durante 13 años el PGOU" por las viviendas turísticas; con la autorización de urbanizaciones de lujo en Pinares de San Antón y en Colinas del Limonar; o también con los chiringuitos que "están privatizando nuestras playas".

Ante estos movimientos, que han expresado un punto de vista "hasta la saciedad", Morillas ha añadido que "nuestros barrios, nuestros derechos valen más que su negocio" y que los vecinos seguirán reivindicando "una Málaga para vivir" en lugar de "una Málaga que se vende".