La torre del puerto de Málaga podrá crecer hasta los 150 metros, "habrá un nuevo diseño"

José Seguí, arquitecto del proyecto básico, se muestra "encantado" de trabajar con Chipperfield y avisa que habrá que adaptar el proyecto al Plan Especial del Puerto

El Puerto de Málaga concede la prórroga de cuatro meses al hotel rascacielos

Recreación de la torre del puerto en el dique de Levante. / M. H.

Puede olvidar el lector todo, o casi todo, lo que ha visto hasta ahora del proyecto de la torre del puerto. Las infografías de los dos proyectos, el diseño y los 116 metros actuales. Los promotores del hotel en el dique de Levante ya barajan un nuevo diseño, para el que negocian con el premio Pritzker –una suerte de Nobel de la arquitectura– David Chipperfield. De la mano con el autor del actual proyecto básico, el malagueño José Seguí, plantean la posibilidad de ir aún más alto, "podemos adaptarnos al Plan Especial del Puerto" y plantea que el diseño cambie "también en altura". El límite son 150 metros, casi 34 más que el proyecto actual.

Seguí, en conversación con este periódico, asegura que las turbulencias sobre el proyecto ya están pasadas, "los problemas surgieron de la necesidad de hacer los estudios geotécnicos, de ingeniería, más profundos, de estudiar las repercusiones". También, en parte, porque el proyecto básico, asegura, no estaba adaptado al planeamiento que el año pasado aprobó el Ayuntamiento en Pleno, "se aprobó bastante después de aquella propuesta y tendremos que adaptarnos", asegura.

Entre otras adaptaciones necesarias, del estudio geotécnico, afirma, derivará la futura cimentación. De todo esto, además de los ingenieros, deberá encargarse junto al nuevo arquitecto que la promotora busque, aunque Seguí da por hecho que será Chipperfield. Y está "encantado" con la entrada de la figura en el tablero. "Yo creo que es positivo, conozco personalmente a Chipperfield y puede ayudar en conjunto con nuestro estudio a adaptar las soluciones que necesite el nuevo proyecto", añade sin atisbo de duda.

Aunque en la terna estaba "Moneo [Rafael, arquitecto que ha diseñado el hotel en el Hoyo de Esparteros y que también cuenta con el máximo galardón del sector], pero yo he apoyado la entrada de Chipperfield, somos dos estudios que nos conocemos. A mí me interesa que un proyecto tan singular intervenga gente de su calidad", con la idea de poder dar un salto extra de calidad en el producto final.

En cuanto a las modificaciones, mira atrás y ya señala que del primer al segundo modelo presentado hubo cambios y que también los habrá en el tercero, "yo creo que estos grandes proyectos se van haciendo poco a poco, es lógico que en estos momentos, con el Plan Especial aprobado, tengamos más tranquilidad para aplicarlo".

Pero no es este el único cambio que se espera, también indica que será una de las "cuatro o cinco grandes firmas hoteleras", por recordar, Four Seasons, Hyatt, Mandarin... Que pueda llegar al nivel de excelencia que se requiere para que el futuro hotel sea un cinco estrellas gran lujo.

Preguntado por la posibilidad de que el proyecto acabe tumbado en los juzgados, quita peso. "A mí tanto desde Qatar como Hesperia, con quiénes he estado reunido esta mañana por videollamada [por el viernes] me transmiten la orden de que hacia delante con todo el material, con las modificaciones que tenemos", y diferencia el planeamiento, que es lo que está en manos del contencioso-administrativo con el proyecto de la torre. Aunque, en caso de que el tribunal tumbe el Plan Especial, no cabe allí la torre.

El proyecto, pese a ello, sigue a expensas de dos frentes, el primero es judicial; el segundo, que el Consejo de Ministros lo apruebe. En cuanto al frente en los tribunales, hay dos recursos contenciosos administrativos presentados contra la modificación del planeamiento que aprobó el Ayuntamiento de Málaga el pasado mes de noviembre, uno por parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, que la semana pasada presentó el escrito de demanda; el segundo por parte de la plataforma ciudadana Defendamos Nuestro Horizonte

En cuanto al segundo, una vez la Autoridad Portuaria tenga el proyecto en su poder, debe elevarlo a Puertos del Estado. Este debe redactar un informe que elevar al Consejo de Ministros para que levante la prohibición de uso hotelero en suelo portuario. Esto ya se hizo con el hotel Vela en Barcelona. Sin embargo, desde el Gobierno ya han afirmado que no será hasta que se disipen las amenazas judiciales cuando el Consejo de Ministros estudie los informes pertinentes y decida si levantar el veto o no.

Cuando cuente con ese respaldo, podrá iniciar el proceso normal de una licencia de obras y necesitará informes ambientales, de AESA, arqueológicos... como cualquier otra edificación que se levanta en la ciudad. 

Además de los informes que necesitará el proyecto, antes de obtener la licencia, uno de los expedientes firmados por la Autoridad Portuaria indica que deberá estar construido un faro nuevo, en el morro del dique de Levante, que sustituya la función de la actual bombilla portuaria: La Farola. El mismo tendrá que ser objeto de dictamen, en su momento, de la Comisión de Faros.

Este ha sido el último de los puntos que incumplirían con la ley, según la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte. Según afirman, en caso de que La Farola se apague, modificaría su función, que vendría a estar protegida por el BIC, que a su vez cita la Ley de Patrimonio Histórico.

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