Totalán se vuelca con los equipos de rescate
Búsqueda de Julen en el pozo
Los vecinos proporcionan alojamiento a los mineros llegados desde Asturias
Los vecinos de Totalán se vienen volcando desde el primer momento con Julen, su familia y también con los equipos de rescate, que llevan trabajando a destajo desde el domingo, cuando los padres del menor alertaron de que había caído a un estrecho y profundo pozo caído a un estrecho y profundo pozode prospección de agua. Fue el mismo día en que se tuvo conocimiento de lo ocurrido cuando los vecinos comenzaron a ofrecerle alojamiento a José y Victoria, los progenitores, que no quisieron moverse de las inmediaciones del pozo, donde permanece atrapado su hijo.
Ante su negativa a trasladarse a una vivienda, el Ayuntamiento del municipio puso a disposición de la familia unas carpas “confortables con calefactores y mantas” junto a una estructura megalítica, el Dolmen del Cerro de la Corona.
Progresivamente, la instalación se ha ido acondicionando y equipando con camas, tiendas de campaña, mantas y termos, además de alimentos calientes, mesas y sillones. “Ha sido todo muy precipitado”, explicó ayer el alcalde, Miguel Ángel Escaño. Según indicó, el pueblo “está muy sensibilizado”. Allí tuvo lugar e miércoles una marcha solidaria que martió desde la plaza Antonio Molina y que terminó en el mirador del Algarrobo.
Asimismo, empresas como la Panadería Salvador, en Benajarafe, Covirán y Lidl, en Rincón de la Victoria, situado a unos 7 kilómetros, han prestado su ayuda al equipo multidisciplinar que trabaja sin descanso en las labores de rescate. Entre otros, han ofrecido fruta y agua. El regidor agradece también su apoyo a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que contacta con él, precisa, varias veces al día. También aplaude la labor desempeñada por la subdelegada del Gobierno, María Gámez, y del coronel jefe de la Guardia Civil de Málaga, Jesús Esteban.
“Ya dormiré cuando sea, pero quiero que todo salga bien”, expresó el alcalde de Totalán, que reconoce lo inédito del caso por la dimensión alcanzada y debido a que no se conoce con exactitud el terreno, lo que dificulta las tareas de rescate. “Son muchos los inconvenientes que hay”, reconoció.
De ahí que rehúse hablar de plazos y se pregunte si es posible que “un niño que pesa 11 kilos mueva una roca”, en alusión a las supuestas piedras que el pozo tenía en la zona superior. “Para que estuviera cerrado debía estar sellado y se tuvo que emitir un certificado. El foco no se puede dejar abierto”, apostilló. En cuanto a la familia pide respeto y, sobre todo, “que no se contaminen las informaciones”, que deben llegarles, dice, “por el cauce oficial”.
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