Así trabajaron los mineros en el pozo para rescatar a Julen

Málaga/En un espacio claustrofóbico, sin apenas sitio para moverse, de rodillas y con la luz que llevaban sobre sus cascos; a 71 metros de profundidad y después de picar a mano durante 32 horas, los rescatadores de la Brigada de Salvamento Minero llegaron al lugar en el que estaba Julen en la madrugada de este sábado, a la 1:25.

Ayudados con un martillo neumático empujado a fuerza de brazo y golpeando con un pico, en turnos de media hora y de dos en dos, fueron comiendo roca a la montaña para encontrar al niño.

El ambiente se llenaba de polvo, así que para respirar tenían que llevar mascarillas, lo que aumentaba la incomodidad de unas condiciones de trabajo ya de extrema dificultad. Apoyados por efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos para ventilar el pozo, los ocho mineros voluntarios desplazados desde Asturias a Totalán por la empresa Hunosa abrieron la galería horizontal de unos cuatro metros que conectó el túnel vertical por el que ellos descendieron con el otro en el que había caído Julen.

No pudieron encontrarlo con vida después de una caída libre de 71 metros y de casi 13 días en el pozo. Pero son múltiples los agradecimientos que reconocen su esfuerzo.

Entre ellos, los de la Guardia Civil, que en su cuenta de Twitter colgó este mensaje: “Nuestro agradecimiento a todos los que desde toda España y desde todos los ámbitos han dado lo mejor de sí mismos persiguiendo un sueño que por desgracia no pudo hacerse realidad. Vuestro ejemplo de esfuerzo, tesón y valor en la búsqueda de Julen quedará para siempre”.

El tuit va acompañado de un vídeo en el que puede verse cómo fue el trabajo de los mineros.