Un tranvía demasiado accidentado
Desde que entró en funcionamiento, en octubre de 2006, son ya más de 12 los incidentes en los que se ha visto implicado · Los vecinos muestran su preocupación por estos hechos
El del lunes fue el primer accidente que el tranvía de Vélez-Málaga provoca sin que intervenga una mala maniobra de un conductor. Sin embargo, el aparatoso incidente ha vuelto a levantar algunas voces sobre si es adecuado o no que este medio de transporte circule por el centro del municipio, especialmente por las proximidades de los barrios de mayor población, como la zona del Camino de Málaga, por donde discurrirá en la segunda fase. Precisamente éste fue el lugar donde el pasado lunes, a las 9:00, el tranvía se llevó a tres turismos y golpeó un camión estacionado por un fallo en el frenado.
La mayoría de los vecinos entienden que fue un hecho puntual, los semáforos y las aletas de tiburón que cercan las vías son otra cuestión. Entre los más críticos están los miembros de la Asociación de Vecinos Velis, que desde que se iniciaron las obras estuvieron recogiendo firmas para que este medio ferroviario no pasara tan cerca de las viviendas y comercios de calle Magallanes, junto al parque Jurado Lorca, donde en estos momentos finaliza el trazado en servicio.
Así, los vecinos han pedido al Ayuntamiento de Vélez-Málaga más seguridad en las inmediaciones del recorrido tras el último accidente. Fernando Mata, presidente de la Asociación de Vecinos Velis, la mayoría residentes de la zona afectada, explicó que aunque fue "un hecho aislado" existe "preocupación" en el entorno. "Desde que el tranvía se puso en marcha hace dos años, que tampoco es mucho, ha habido muchísimos accidentes, sobre todo de vehículos que han rebasado algún que otro cruce. Las aletas de tiburón son muy peligrosas y el tranvía, a nuestro entender, no es el transporte público que Vélez necesitaba", comentó el portavoz, que señaló que este dispositivo no ha sido "en absoluto una alternativa al transporte público".
No obstante, Mata reconoció que la mayoría de los accidentes no han tenido consecuencias graves, ya que siempre ha provocado daños en vehículos o alguna lesión leve, como ocurrió el lunes, cuando dos pasajeras y el conductor sufrieron daños cervicales y lumbares. Sobre la peligrosidad de las aletas de tiburón, separaciones entre las vías y el resto de carriles, el teniente alcalde de Torre del Mar, Manuel Rincón (Gipmtm) ya pidió su retirada a principios de mayo cuando un conductor impactó con catorce en el núcleo costero. Según dijo, estos dispositivos de hormigón "son de suma peligrosidad y habría que retirarlos".
Este planteamiento ya fue puesto sobre la mesa por el PP cuando gobernaba en el municipio, llegando a plantear su sustitución por unas separaciones menos agresivos, con borde romo. El concejal de Transportes, Antonio López (PSOE), consideró que estos bordillos "deben existir hasta que los conductores no se acostumbren a vivir con el tranvía, según la propia recomendación de los técnicos".
Sobre el accidente de ayer, el edil apuntó que la empresa constructora del tranvía, CAF, está analizando la caja negra para comprobar si el fallo de los frenos fue por motivos mecánicos o humanos. Además, dijo que en el momento del incidente las cámaras de seguridad grabaron que el cobrador pidió a los viajeros que "se agarrasen".
Por su parte, el portavoz del PP, Francisco Delgado Bonilla, pidió una comisión de recursos que investigue las causas, ya que el tranvía tiene un sistema de garantía de frenado llamado de hombre muerto que detiene la unidad en caso de que el conductor sufra algún percance o desvanecimiento. Desde que entró en funcionamiento el tranvía, en octubre de 2006, se han producido otros 12 accidentes y una treintena de percances.
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