Málaga logra en 2018 récord de donaciones y trasplantes

Encabezó las cifras de Andalucía con 140 donantes, lo que supone que se han duplicado en los últimos 10 años

Los pacientes que esperan una intervención se reducen en un 15%

Un equipo quirúrgico realizando un trasplante.
Un equipo quirúrgico realizando un trasplante.

Málaga/La generosidad de las familias que donan en el momento más difícil de sus vidas no cae en saco roto: Málaga logró el año pasado una cifra récord de donaciones y gracias a ello, también alcanzó el dato de trasplantes más alto de su historia desde que comenzaron estas intervenciones hace ya cuarenta años.

Con 140 donantes, el sector Málaga encabezó las donaciones registradas el año pasado en Andalucía.

Este área incluye los donantes de órganos de los hospitales Regional, Clínico, Costa del Sol, Axarquía, Antequera, Torrecárdenas (Almería), así como los de Ceuta y Melilla. La cifra supone que las donaciones prácticamente se han duplicado en este área en la última década. En 2007, por ejemplo, hubo 74 donantes.

La solidaridad de esas 140 familias ha permitido situar la tasa del sector Málaga en 63,4 donantes por millón de habitantes; casi 11 puntos por encima de la media andaluza, que es de 52,5.

La tasa de donantes en Málaga es de 63,4 por millón, 11 puntos más que la media andaluza

A su vez, ha posibilitado la realización de 247 trasplantes con lo que se ha prolongado o mejorado la vida de ese número de pacientes aquejados por una enfermedad importante. El dato también fue récord; el más alto desde que en 1979 arrancara este programa quirúrgico.

En 2018, respecto a 2017, crecieron las donaciones –que pasaron de 131 a 140– y los trasplantes –que aumentaron de 216 a 247 en el último año–.

El grueso de estas intervenciones son renales. El Regional hizo el año pasado 176 trasplantes de riñón, lo que supone la cifra más alta alcanzada por el centro sanitario. Es esta actividad la que permite situar al hospital malagueño como líder en trasplantes renales en Andalucía.

En el conjunto de trasplantes –incluyendo todos los órganos–, con 247, el Regional se posicionó como el segundo de la comunidad autónoma, después del Virgen del Rocío (Sevilla), que alcanzó un total de 298.

Además de esas 176 operaciones renales, el hospital malagueño llevó a cabo el año pasado 58 trasplantes de hígado y 13 de páncreas. De acuerdo a los datos facilitados este viernes por la Consejería de Salud tras la entrega de los Premios Luis Portero que fomentan la donación, en Málaga en 2018 se incrementaron los trasplantes renales, ya que se hicieron 25 más que en 2017, y los de páncreas, dado que se realizaron seis más que en aquel año.

La generosidad de la donación hizo posible reducir las listas de espera –cuya única demora está marcada por la llegada de un órgano compatible– en un 15%. A finales del año pasado en Andalucía había 531 personas aguardando un órgano mientras que en 2017 la cifra era de 628 enfermos.

El programa de trasplantes cumple 40 años y ha salvado en Andalucía 17.609 vidas

Aunque los órganos salvan la vida de muchas personas, también la donación de huesos y tejidos es imprescindible para numerosas intervenciones y tratamientos. El año pasado, gracias a 33 donantes multitejidos se pudieron realizar 112 implantes.

Según el balance realizado por la Consejería de Salud al 31 de diciembre pasado, en los 40 años del programa se han realizado un total de 17.609 trasplantes en la comunidad autónoma. De estos, 11.203 son de riñón, 4.251 son de hígado, 1.148 de corazón, 595 de pulmón y 412 de páncreas.

"Los resultados son magníficos y la lista de espera, más corta"

“Volvemos otra vez a tener un año con máximo de donantes y de trasplantes. Estamos haciendo un esfuerzo por conseguir cada día mejores resultados y de momento lo estamos consiguiendo”, ha resumido el coordinador del programa en Málaga, Domingo Daga. Además, ha añadido que pese a que cada día los donantes son más complejos, “los resultados son magníficos y la lista de espera, más corta”.

Los donantes son más complejos porque ha aumentado su edad. Pero también porque hasta hace unos años sólo se empleaban los órganos de personas en muerte encefálica, pero con el corazón funcionando. Para conseguir más órganos para trasplantes, ahora también se utilizan los de personas que fallecen por una parada cardiaca. Ello obliga a los equipos a trabajar más contrarreloj aún y a realizar procedimientos más complejos. Daga detalló que incluso es más difícil valorar esos órganos ya que no es lo mismo evaluar los de un joven de 20 años que los de un anciano de 75.

El coordinador ha destacado que pese a la caída de donantes jóvenes, los trasplantes siguen aumentando gracias al incremento de los donantes, dado que ahora se aprovechan los órganos de pacientes de mayor edad e incluso de los fallecidos porque se les para el corazón.

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