Más de treinta años de pasteles Ávila

Horacio Ávila llegó a Málaga desde Santiago de Compostela hace más de 30 años. Fue el 8 de abril de 1983 cuando inauguró en el distrito de carretera de Cádiz su primera pastelería-confitería, más concretamente en la calle Carril de la Chupa número 8, la que a día de hoy sigue siendo su sede principal. Más tarde incorporaría en este mismo local un bar donde poder disfrutar a cualquier hora del día de algunas de sus especialidades, como la lengua de obispo, la milhoja de crema vienesa y una peculiar tarta en forma de corazón.

Además, cuenta con otro local justo en el centro de la ciudad, en la calle Salinas número 3, junto a la calle Larios. Allí trabaja Pilar en este negocio familiar desde hace más de veinte años en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Su principal receta es su carisma, pero reconoce que, por norma general, lo que más vende son "mini pastelitos y tartas". Aunque al mismo tiempo añade que, cuando la ocasión lo requiere, como en Semana Santa, no faltan las torrijas y los huevos de Pascua, así como los mantecados, roscos, hojaldrinas, mazapanes y pasteles de gloria en Navidad. "La pastelería es toda artesanal", añade. Y para ello cuentan con 13 pasteleros, aunque en total suman más de una veintena de trabajadores entre los dos establecimientos.

Para Horacio, el mundo de la pastelería empezó siendo una mera afición. "Siempre iba de vacaciones a casa de su hermano, también pastelero, y le gustaba ayudarle. Hasta que decidió especializarse y abrir su propio comercio aquí", explica Pilar. Su hermano Miguel cuenta con un negocio similar en Orense, en este caso mantiene su mismo nombre, y donde una de sus especialidades son las flores de carnaval, postre típico de Galicia.