La noche más difícil en el Dolmen del Cerro de la Corona
La muerte de Julen
A las 4:22 bajaba el equipo de rescate tras 32 horas buscando a Julen
Totalán/Alrededor de las nueve de la noche se escuchaba la última detonación en el Dolmen del Cerro de la Corona. Era la que permitiría a los mineros de la Brigada de Salvamento de Asturias picar los 65 centímetros que le separaban de Julen. De nuevo una veta les frenaba la culminación de la galería horizontal de cuatro metros.
El desenlace estaba cerca. Los mineros no dejarían el martillo hasta que no llegasen al pequeño. Y fue a las 32 horas de iniciar su trabajo cuando abrieron la grieta que comunicaba el pozo donde quedó atrapado con el que se construyó para su rescate. Eran las 1:25 horas de la madrugada. Se cumplieron los peores presagios y después de trece días aparecía el cuerpo sin vida de Julen.
A las 2:21, la Subdelegación del Gobierno en Málaga informaba a los medios de comunicación que los equipos de rescate habían accedido al punto del pozo donde se buscaba al niño de dos años. Lo habían localizado sin vida. Se activaba la comisión judicial.
Llantos y gritos en la vivienda de Totalán donde estos días se alojaban de forma provisional los padres gracias al ofrecimiento de una vecina del pueblo. Con ellos el equipo de psicólogos y familiares.
Al dolor se le sumaron muchos vecinos que salieron de sus casas para echarse a la calle a compartir el dolor por la muerte del pequeño Julen. Desde toda España llegaban las condolencias a través de las redes sociales. Las condolencias no llegaron solo de los políticos. También de gente de a pie de toda España y del resto del mundo que durante estos doce días han seguido con angustia las vicisitudes del rescate del niño que había caído en el pozo.
Los medios de comunicación se agolpan en el centro de operaciones, muy cerca del cruce con la carretera de Olías desde donde se accede al carril del Dolmen del Cerro de la Corona, desde donde hace doce días han estado relatando los trabajos de rescate de Julen.
A las 4:22 bajaba el equipo de rescate. Los ocho mineros procedentes de Asturias se retiraban a descansar tras 32 duras horas horadando la tierra. También los agentes de la Guardia Civiles que forman parte del equipo de montaña, en el que a mediodía se incorporaba especialista en espeleología y microvoladuras desde Mallorca y Cantabria para reforzar la operación. También estaba los Tedax. Junto a ellos marchaban los bomberos del Consorcio Provincial de Málaga que han estado asistiendo a los mineros con la ventilación de la galería. Un triste desenlace que hoy todos lloran.
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