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Un turista británico de 26 años ha sido detenido por la Policía en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol cuando se disponía a volar hacia Londres al ser sorprendido en la zona de facturación de maletas con el reloj valorado en 11.000 euros cuya sustracción había denunciado unas horas antes.
La investigación se inició a partir de la denuncia presentada por el hombre y su pareja, una mujer de 25 años, que se encontraban de vacaciones en la Costa del Sol, ha informado este miércoles la Policía en un comunicado.
La pareja aseguró que tenía sospechas de haber sido drogados cuando estaban de copas en una zona de ocio nocturno de Fuengirola y apenas aportaron datos concretos, al alegar que no recordaban nada por los efectos de una posible sumisión química.
Según su testimonio, el hombre despertó muy aturdido en un banco de Benalmádena y echó en falta su reloj de pulsera, valorado en unos 11.000 euros, y su pareja llegó de madrugada muy mareada al hotel donde se hospedaban y se percató a la mañana siguiente de que le faltaba su teléfono, aunque su reloj sí lo conservaba en la muñeca.
Desde el inicio, los investigadores encontraron ciertas contradicciones en sus manifestaciones y les llamó la atención que la denuncia se presentase un día después del robo y apenas unas horas antes de que se dispusieran a salir del país.
Este verano, también fue detenido un hombre de 58 años por fingir supuestamente el robo de 50.000 euros de su vivienda habitual. Supuestamente, el sospechoso habría incurrido en distintas contradicciones en lo relativo al lugar donde guardaba el dinero y, además, no habría podido justificar el origen de tal suma económica, informaron entonces desde la Comisaría provincial.
La inspección ocular realizada por Policía Científicadescartó que la vía de acceso al domicilio fuese a través de una ventana con reja, en una segunda planta, como expuso el denunciante.
Desde el principio de la investigación, agentes adscritos al Grupo de Robos de la Comisaría Provincial de Málaga sospecharon que los hechos denunciados no se ajustaban a la realidad. Diversas contradicciones en las que habría incurrido el denunciante del robo pusieron en alerta a los investigadores.
Inicialmente, a los agentes les llamó la atención el estado en el que estaba el domicilio tras el hipotético robo: nada revuelto y sin síntomas de registro.
El hombre fue sorprendido en el aeropuerto cuando portaba entre sus efectos personales el reloj cuyo robo denunció, según la Policía, que añadió que los sospechosos tenían un seguro que cubría el delito denunciado, según expusieron al agente que tramitó la denuncia.
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